La Administraci¨®n italiana, un "esc¨¢ndalo" de absentismo laboral y baja productividad
Ha sido bautizado con el nombre de ?viaje a trav¨¦s de los despachos vac¨ªos de los ministerios?. Se trata de un sondeo muy serio hecho por el Centro de Estudios Econ¨®micos (Censis), el cual revela que en Italia s¨®lo el 18% de los empleados del Estado llegan puntuales a su trabajo, que la mayor parte no tiene nada que hacer, y, por tanto, o se van antes o se aburren. Miles de estos trabajadores de la Administraci¨®n p¨²blica han confesado abiertamente que, en total, no trabajan m¨¢s de dos horas al d¨ªa, y sus sueldos son altos. Hoy, despu¨¦s del primer a?o de trabajo sin cualificaci¨®n, se gana en un ministerio no menos de 50.000 pesetas. Y se trabaja s¨®lo por la ma?ana. Al parecer, como informa el sondeo, no se trata s¨®lo de Roma, la capital, donde el 24,8% de la poblaci¨®n trabaja en la burocracia estatal. El fen¨®meno del absentismo en este tipo de trabajo es ?nacional?, Es una plaga, y se arrastra desde hace a?os. Hasta se hab¨ªa creado un ministerio para resolverlo: Ministerio de la Reforma Burocr¨¢tica, pero ha acabado desapareciendo.Se afirma que, por lo menos en Italia, la burocracia es ?irreformable?. En realidad, las causas son numerosas. La primera es que estos puestos fueron siempre considerados como un modo de dar trabajo a los no preparados para la ?industria?, un modo de hacer favores a la hora de las elecciones y tambi¨¦n una reserva de personal para trabajar a la dependencia de los pol¨ªticos obteniendo un sueldo del Estado. De hecho, en muchos ministerios en Roma, cientos de empleados van por la ma?ana, firman y despu¨¦s se vuelven a trabajar a las secretar¨ªas de los diputados
Pero el problema no es s¨®lo este. Nunca se ha considerado la Administraci¨®n p¨²blica como una ?empresa, productiva?, y, por tanto, dotada de gente especializada, dec¨ªa a EL PA?S un alto funcionario del Ministerio de Finanzas. ?Cada vez que un ministro importante deja de serlo nos manda aqu¨ª cuarenta o cincuenta personas para que les demos trabajo, es decir, el sueldo, ya que no saben ni una palabra de lo que aqu¨ª se hace. Hay m¨¢quinas que est¨¢n nuevas y empapeladas porque no hay personal que sepa usarlas?.
Por otra parte, la Administraci¨®n p¨²blica se fue inflando de personal para resolver problemas de empleo o para hacer favores a pol¨ªticos. Las oposiciones son un hecho formal, y en v¨ªsperas de las elecciones, por ejemplo, aumentan ?misteriosamente? los nuevos puestos de trabajo en los ministerios.
El sondeo que acaba de publicar el Censis revela que la gente que trabaja en los ministerios o en los lugares paraestatales se pasa las pocas horas que est¨¢ en la oficina telefoneando a los amigos, leyendo el per¨ªdico, haciendo punto (las mujeres), saliendo a hacer la compra o a recados varios (sin pedir, siquiera permiso). En la Direcci¨®n General del Instituto Nacional de Previsi¨®n, por ejemplo, de 3.000 empleados, m¨¢s de mil faltan todos los d¨ªas, y el 80% salen dos horas antes, despu¨¦s de haber llegado con retraso. Y hasta hace poco se pod¨ªa, interrumpiendo de cuando en cuando con un d¨ªa de trabajo, estar de baja por enfermedad hasta dos y tres anos. La enfermedad m¨¢s corriente era el ?cansancio nervioso?.
S¨®lo el 34% de los entrevistados declara que tiene normalmente trabajo; el 65,5% afirma que con frecuencia no tiene ning¨²n trabajo. S¨®lo el 63% de los dirigentes tiene siempre trabajo.
Otros, m¨¢s audaces, desaparecen despu¨¦s de una hora y se van a hacer otros trabajos personales, por ejemplo, a una tienda. El sondeo, que en realidad no ha descubierto ning¨²n secreto, pero que ha alarmado por su lenguaje de las cifras, est¨¢ preocupando a sindicatos y Gobierno. Y, al parecer, este nuevo Gobierno piensa replantear todo este grave problema de una Administraci¨®n burocr¨¢tica, que no s¨®lo crea grandes frustraciones a los trabajadores, sino que, al mismo tiempo, ?no funciona?. Los economistas afirman que el pecado consiste en que nadie ha considerado la burocracia como un factor ?productivo? del pa¨ªs, y de los m¨¢s importantes.
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