La televisi¨®n por cable en Gran Breta?a y Espa?a

La televisi¨®n brit¨¢nica, cuyo desarrollo es considerado como el modelo para las televisiones occidentales, tendr¨¢ un nuevo servicio a partir del pr¨®ximo a?o: el cable-visi¨®n. El Gobierno brit¨¢nico aprob¨® la semana pasada el suministro de programas de televisi¨®n por cable mediante suscripci¨®n individual. El Ministerio del Interior elegir¨¢ doce sociedades proveedoras de programas entre las solicitantes del servicio que ofrezcan mayores garant¨ªas de calidad y variedad.Los suscriptores, previo pago mensual de 925 pesetas, seg¨²n Efe, y efectuada una peque?a modificaci¨®n en el receptor convencional, recibir¨¢n a domicilio tres emisiones diarias, que consistir¨¢n, principalmente, en pel¨ªculas de cine, deportes y programas infantiles. El sistema funcionar¨¢, a partir de la primavera de 1981, en una fase experimental de dos a?os, y no admitir¨¢ publicidad. Un m¨ªnimo de 300.000 hogares londinenses dispondr¨¢n de este servicio, que se ampliar¨¢ a otras once ciudades de Gran Breta?a.

Las pel¨ªculas de cine que se exhiban por cable deber¨¢n tener una antig¨¹edad m¨ªnima de un a?o (la antig¨¹edad para las cadenas nacionales de televisi¨®n es de cinco a?os), que puede incluso acortarse si las distribuidoras cinematogr¨¢ficas no se consideran perjudicadas. Las pel¨ªculas deber¨¢n poseer el certificado del ¨®rgano censor brit¨¢nico, y las de contenido er¨®tico (calificadas con la letra ?X?) s¨®lo podr¨¢n difundirse a partir de las diez de la noche. El Gobierno impone a las compa?¨ªas concesionarias que se establezcan controles peri¨®dicos de audiencia, y que exista un departamento de quejas para canalizar las reacciones de los usuarios y tramitarlas al departamento ministerial correspondiente. La forma de pago se efectuar¨¢, bien mediante alquiler mensual, bien mediante un contador que registre el tiempo de utilizaci¨®n.

La situaci¨®n de la televisi¨®n por cable en Espa?a, monopolio estatal, cuya explotaci¨®n corresponde a RTVE, se encuentra en una fase de estancamiento desde que, en 1972, la Direcci¨®n General de Radiodifusi¨®n y Televisi¨®n (cuyo titular era entonces Adolfo Su¨¢rez) firm¨® un acuerdo para la instalaci¨®n del cable en Madrid y Barcelona. Estas dos capitales tienen instalada, al parecer, una red con aproximadamente ocho kil¨®metros cuadrados, de cobertura y con una capacidad para 35.000 abonados en cada ciudad, extremo, sin embargo, que no ha podido confirmar a EL PAIS el actual director de la televisi¨®n por cable, Marino Pe?a. La ¨²ltima referencia importante a la situaci¨®n de la televisi¨®n por cable en Espa?a data de 1976 (libro RTVE, 1976), fecha en la que, siendo director general Rafael Ans¨®n, se anuncia ?la distribuci¨®n de programas en el plazo m¨¢ximo de un a?o?. Objetivo que, no se ha cumplido.

La ¨²ltima memoria de RTVE que acaba de distribuirse bajo el t¨ªtulo RTVE79. Cr¨®nica de un a?o, asegura en un pr¨®logo firmado por el director general, Fernando Arias-Salgado, que el anuario constituye ?una aut¨¦ntica gu¨ªa de RTVE, de sus emisoras y sus centros de producci¨®n, de sus elementos humanos y de sus medios t¨¦cnicos ( ... ), que ha sacrificado en muchos casos la belleza de la expresi¨®n a cambio del rigor en el dato y la seguridad en la cifra?. En dicha memoria no existe ni una sola menci¨®n a la televisi¨®n por cable, servicio que parece definitivamente olvidado. Aunque la televisi¨®n por cable no existe, en RTVE s¨ª existe un departamento, con rango de direcci¨®n, cuyo titular es Marino Pe?a.

El director de la inexistente televisi¨®n por cable, Marino Pe?a, manifest¨® a EL PAIS que lamenta no poder aportar ning¨²n dato nuevo y que carece de informaci¨®n al respecto. ?El tema est¨¢ bloqueado, a la espera de que se tomen decisiones por los ¨®rganos de gesti¨®n pertinentes?. Marino Pe?a a?adi¨® que la puesta en marcha del Consejo de Administraci¨®n y la creaci¨®n de las empresas estatales del ente p¨²blico RTVE pueden suponer una salida positiva,

Algunos especialistas consultados por EL PAIS expresaron dudas respecto a la infraestructura de la red instalada en Madrid y Barcelona, y se?alan su probable desfase respecto a los modernos sistemas de cable.