Cine para escuchar
Aparte de los valores peculiares que le separan de otras artes y a la vez le otorgan personalidad, tiene el cine el de servirse de ellas o el de servir de medio para su mayor difusi¨®n. Tal sucede en filmes como ¨¦ste, donde la imagen no es lo fundamental, sino antes bien la banda de sonido que recoge una de las m¨¢s bellas ¨®peras de Mozart.El gran m¨²sico austr¨ªaco, su breve vida y el milagro de su obra, siempre goz¨® de la atenci¨®n de los realizadores. Desde El amado de los dioses, inefable biograf¨ªa, secuela como tantas, en los a?os treinta, del ¨¦xito de la de Enrique VIII de Inglaterra, hasta La flauta m¨¢gica, de Bergman, tal inter¨¦s se ha ido depurando hasta llevar a la pantalla sus ¨®peras m¨¢s representativas.
Don Juan
Opera de W. A. Mozart y Lorenzo da Ponte. Direcci¨®n: Joseph Losey, en colaboraci¨®n con Frantz Salieri. Int¨¦rpretes: Ruggero, Raimondi, John Macurdy, Edda Moser, Kiri Te Kanawa, Kenneth Riegel, Jose van Dam, Teresa Berganza, Malcom King. Orquesta y Coros de la Opera de Par¨ªs dirigidos por Lorin Maazel. Escenograf¨ªa: A lexandre Trauner. Fotografia: Gerry Fisher. Versi¨®n original con subt¨ªtulos en castellano. Francia. 1980. Local de estreno: Real Cinema. Local de exhibici¨®n: Luchana 3.
A pesar del inter¨¦s de Losey y su equipo, y de los medios puestos a su disposici¨®n, el cine tiene poco que ver con don Juan en esta ocasi¨®n. Lo que el espectador escucha y ve bien fotografiado, ambientado y vestido con fantas¨ªa y lujo, s¨®lo sirve a la m¨²sica y la voz, en este caso protagonistas principales. Cualquiera que, recordando a un Losey creador de ficciones, intente reconocerlo en esta ocasi¨®n, s¨®lo hallar¨¢ un eficaz artesano de gusto cuyo lugar pudo ser ocupado por tantos otros habituales del g¨¦nero, dispuestos a hacer valer su oficio.
Respetada la obra, cantada antes que interpretada, su labor de director se limita a ilustrar los distintos pasajes con im¨¢genes que hermanan jardines y palacios, decorados y m¨¢scaras, solemnes escenograf¨ªas con la gala de escogidos exteriores. Concebida como una ¨®pera en s¨ª, en la que los int¨¦rpretes viven, sufren y mueren al comp¨¢s de sus voces, ya no en el escenario, de reducidas dimensiones, cuando se le compara con el ancho mundo que la pantalla ofrece en tales ocasiones, este gran espect¨¢culo musical y refinado puede considerarse como tal y olvidarse de los valores puramente cinematogr¨¢ficos.
El prop¨®sito de poner el Don Juan al alcance de un p¨²blico numeroso, no demasiado habituado a las grandes temporadas, resulta encomiable, sobre todo, en un pa¨ªs como el nuestro, cuya cultura musical suele rayar en lo m¨¢s ¨ªnfimo y bajo. Cine o no cine, don Juan ha vuelto y no al teatro de Opera, dormido y convaleciente a?o tras a?o, sin esperanzas de despertar a¨²n, ni a aquel otro nuevo del concurso ganado y perdido en un viaje fantasma al pa¨ªs de ir¨¢s no volver¨¢s, sino gracias al cine y a un Losey ¨²ltimamente en busca de nuevos derroteros.
Vuelve como veh¨ªculo de una cultura musical desde?ada tradicionalmente en Espa?a, m¨¢s all¨¢ de sociedades, protecciones y programas, reducida a comprometidos c¨ªrculos y fechas apretadas, a precios que un p¨²blico en potencia nunca puede pagar cuando no se le ense?a desde ni?o a crecer y amar su propia personalidad, la esencia de s¨ª mismo, su pa¨ªs y su historia, para hacerle creer, como a Napole¨®n, que la m¨²sica -cl¨¢sica- no es otra cosa que el mejor de los ruidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.