El Congreso concluy¨® el largo debate sobre los Presupuestos del Estado para 1981

A las 3.15 de ayer, con 262 diputados en el hemiciclo y despu¨¦s de casi setenta horas de debates -de las que correspondieron m¨¢s de catorce a la ¨²ltima jornada-, el Pleno del Congreso termin¨® el estudio de los Presupuestos Generales del Estado para 1981. La semana pr¨®xima los discutir¨¢ el Senado y probablemente ser¨¢n definitivamente aprobados por la C¨¢mara baja -si la alta introduce alguna modificaci¨®n- el 29 de diciembre, seg¨²n anunci¨® el presidente, Landelino Lavilla. La tensi¨®n acumulada durante las largas sesiones estall¨® al final en una intervenci¨®n triunfalista de Miguel Herrero, a quien Alfonso Guerra calific¨® de demagogo.

El portavoz centrista, utilizando un turno de r¨¦plica a la ¨²ltima enmienda defendida, agradeci¨® a toda la C¨¢mara ?la aprobaci¨®n en tiempo de unos Presupuestos acordes con la pol¨ªtica del Gobierno que mi grupo respalda?. Eran las 3.13 de la madrugada y los diputados comenzaban ya a marcharse. El portavoz socialista, Alfonso Guerra, tuvo todav¨ªa reflejos para protestar al presidente de la C¨¢mara por el uso incorrecto del turno utilizado."?Nuclear? No, gracias"

En l¨ªnea con el eslogan popular contrario a la energ¨ªa nuclear -??Nuclear? No, gracias?, como rezan muchas pegatinas-, la izquierda insisti¨® con energ¨ªa durante las ¨²ltimas horas del debate presupuestario en su oposici¨®n a la consolidaci¨®n de la energ¨ªa nuclear en nuestro pa¨ªs, al menos sin las debidas garant¨ªas. Durante el estudio de la secci¨®n correspondiente al Ministerio de Industria y Energ¨ªa, socialistas y comunistas impugnaron diversas partidas, entre ellas los 380 millones de pesetas destinados al centro nuclear de investigaci¨®n de Soria. ?El Gobierno no se atreve a explicarnos para qu¨¦ sirve ese centro?, dijo el socialista Manuel N¨²?ez Encabo. El centrista Francisco Gari asegur¨® que el centro de Soria prev¨¦ reactores r¨¢pidos a largo plazo. Critic¨® a la izquierda por su intento de recortar todo lo posible la ejecuci¨®n de decisiones va adoptadas Y aprobadas en el Plan Energ¨¦tico Nacional.

En relaci¨®n con esta misma secci¨®n, el socialista Pedro Silva impugn¨® la totalidad del presupuesto al Instituto Nacional de Industria, por entender que este organismo aut¨®nomo necesita cambiar su r¨¦gimen jur¨ªdico, su estructura financiera, el comportamiento complementario de sus empresas p¨²blicas -cuyo crecimiento es insatisfactorio-, as¨ª como afrontar su cambio de imagen.

Ninguna de estas enmiendas prosper¨®, como tampoco el intento socialista, que defendi¨® Ciriaco de Vicente, en el debate sobre la secci¨®n del Ministerio de Comercio y Turismo, de aumentar en doscientos millones de pesetas la dotaci¨®n para el Instituto Nacional del Consumo, deduci¨¦ndolas de la subvenci¨®n a la Comisar¨ªa de Abastecimientos y Transportes (CAT). Tampoco prosper¨® la petici¨®n, por el comunista Marcelino Camacho, de 1.200 millones de pesetas para subvencionar las organizaciones sindicales, en funci¨®n de los votos obtenidos.

Entre el patetismo y el machismo

El cierto aire pat¨¦tico con que el l¨ªder de CC OO defendi¨® esta enmienda -acentuado por su ronquera y por tratarse de su ¨²ltima intervenci¨®n parlamentaria-, contrast¨® con el aire m¨¢s sencillo con que la socialista catalana Ana Balletb¨® defendi¨® la dedicaci¨®n de veinticuatro millones de pesetas para la creaci¨®n de centros de orientaci¨®n familiar, detray¨¦ndolos de las campa?as para ?sensibilizaci¨®n sobre la condici¨®n femenina?. Pidi¨® acabar con estas campa?as y con la hipocres¨ªa machista en el lenguaje, como la de hablar de ?profil¨¢cticos derivados del caucho, en lugar de hablar de preservativos, como hacen en casa?. Sus argumentos debieron enternecer a la centrista Carmela Garc¨ªa Moreno, que anunci¨® la concesi¨®n de seis millones de pesetas para centros de orientaci¨®n familiar.

En esta l¨ªnea argumental tuvo menos suerte el socialista Miguel Angel Mart¨ªnez, quien hab¨ªa criticado la escasa dotaci¨®n -54 millones de pesetas- para el Instituto Hispano-?rabe de Cultura, apelando incluso a la colaboraci¨®n que ?yo practico en mi propia casa, donde he hecho dos ni?os a mi mujer, que es ¨¢rabe?. El ministro de Asuntos, Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, dio por buena toda clase de colaboraci¨®n intemacional, pero no acept¨® aumentar la asignaci¨®n al Instituto.

El socialista Jos¨¦ Bono -quien arranc¨® el aplauso m¨¢s intenso de la madrugada- defendi¨® varias enmiendas encaminadas a pasar a las diputaciones provinciales los millones destinados a acci¨®n comunitaria y que vienen distribuyendo los gobiernos civiles. Neg¨® que estos ¨²ltimos utilicen criterios objetivos. Denunci¨® que la mayor parte de la asignaci¨®n para planes provinciales en 1979, destinado a cat¨¢strofes, fue repartido antes de las elecciones generales y municipales con intenci¨®n partidista, ?a no ser que se consideren las elecciones como una cat¨¢strofe?. Las enmiendas fueron rechazadas.