"Si se aprueba una ley universitaria regresiva, al d¨ªa siguiente me vuelvo a mi casa"
Pregunta. ?Cree que su elecci¨®n como se ha llegado a comentar incluso en medios parlamentarios, es una victoria del PSOE sin m¨¢s?Respuesta. No me parece que sea as¨ª, entre otras cosas porque la m¨ªa no era una candidatura del PSOE estrictamente, sino de varios, partidos pol¨ªticos de la izquierda, que contaba con el apoyo de una importante mayor¨ªa no pol¨ªtica
P. Bien, pero, dicho con una expresi¨®n muy de moda, estas elecciones tienen una lectura inevitablemente pol¨ªtica.
R. Quiz¨¢ sea inevitable; pero pol¨ªtica o no, mi candidatura era la ¨²nica que ofrec¨ªa una imagen de cambio y, desde luego, mi imagen personal tambi¨¦n tiene que haber contribuido. Yo he sido profesor no numerario de la Universidad Complutense durante siete a?os, y entre sus profesores hay muchos que han luchado conmigo por la libertades generales de este pa¨ªs y por la libertad concreta de la universidad. Lo que no se puede evitar es la constataci¨®n de que se ha elegido a una personalidad destacada del PSOE, que es una alternativa clara de Gobierno y que esto no s¨®lo no me ha perjudicado como podr¨ªa esperarse particularmente entre los profesores numerarios, en donde es m¨¢s caracter¨ªstico el temor a una politizaci¨®n excesiva de la universidad, sino que me ha servido de gran ayuda en la medida en que una persona de la izquierda parlamentaria de este pa¨ªs ofrece una imagen sobrada de responsabilidad y seriedad.
P. La presentaci¨®n de su candidatura result¨® un tanto sorprendente e inesperada. ?Influy¨® en ello, tal vez, la comprobaci¨®n de que se estaban dando pasos positivos en la gestaci¨®n de la ley de autonom¨ªa universitaria?
R. No exactamente. Cuando nos encontramos con la sorpresa de la convocatoria de estas elecciones, que todos hab¨ªamos llegado a pensar que se iban a posponer hasta que estuviera promulgada la ley, los profesores universitarios progresistas estudiaron con mucha atenci¨®n todas las posibilidades.
Por otra parte, yo ten¨ªa que contar con el visto bueno de mi grupo parlamentario respecto de mi prop¨®sito de dimitir de mi esca?o en el Senado. Eso hizo que presentara mi candidatura tan s¨®lo un par de horas antes de que se cerrara el plazo reglamentario.
P. ?No le parece que, con todo, en su caso parece pesar mucho m¨¢s su dimensi¨®n pol¨ªtica que su condici¨®n universitaria?
R. Eso es muy cierto. La gente parece olvidar que yo soy un' profesor que ha dedicado muchos a?os a la universidad, y que mis t¨ªtulos acad¨¦micos y las oposiciones ganadas, as¨ª como que mis trabajos de investigaci¨®n, aunque modestos, no me han ca¨ªdo del cielo. Los universitarios saben mejor que nadie lo dif¨ªcil que ha resultado durante mucho tiempo hacer una carrera acad¨¦mica m¨ªnimamente brillante cuando se ha estado siempre en determinadas posturas pol¨ªticas.
P. El hecho de haber estado estos d¨ªas de plena actualidad ha suscitado inevitablemente la cuesti¨®n de su situaci¨®n dentro del PSOE.
R. Dentro de mi partido me encuentro en una posici¨®n minoritaria, como es bien sabido, y soy uno de sus m¨¢s viejos militantes, si no se cuenta, claro est¨¢, a los de antes de la guerra. Dentro de unos meses voy a cumplir mis bodas de plata dentro del partido. Creo sinceramente que soy una persona respetada y querida en el PSOE. Prueba de ello es que mantengo una amistad personal con todos los actuales dirigentes, sin excepci¨®n, muy profunda y estrecha con algunos de ellos desde hace muchos a?os que, pese a las diferencias pol¨ªticas, no se ha roto jam¨¢s. Curiosamente, pienso que tambi¨¦n cuento con el respeto de UCD. Prueba de ello es que me han felicitado varios ministros y que, desde luego, en el Ministerio de Universidades mi persona no encuentra hostilidad alguna.
Ahora bien, sucede tambi¨¦n que cuando se participa activamente en la pol¨ªtica, se est¨¢ constantemente en una labor que es, con frecuencia, demasiado cotidiana y pragm¨¢tica, y a la que le falta, por sus propias cracter¨ªsticas, la perspectiva cient¨ªfica. Todo eso desgasta mucho y a un profesor universitario le produce cierta insatisfacci¨®n. Por eso decid¨ª tomar cierto distanciamiento de la pol¨ªtica y volver plenamente a la universidad.
P. Eso parece encajar con cierto estado de ¨¢nimo, particularmente patente en el ¨¢mbito universitario, no demasiado lejano al t¨®pico desencanto del que tanto se habla actualmente.
R. Efectivamente, y, aunque no tengo la menor pretensi¨®n de aparecer como un s¨ªmbolo de nada, esta decisi¨®n m¨ªa de volcarme en la universidad s¨ª que podr¨ªa conectar con el reproche que tanto se hace ¨²ltimamente a los pol¨ªticos de que la sociedad necesita soluciones reales e inmediatas. En este sentido, parece bastante justificada la denuncia de que muchos han utilizado la universidad como trampol¨ªn para la pol¨ªtica, sin devolverle luego demasiado a cambio. Me gustar¨ªa mucho que lo que podr¨ªamos llamar mi ?vuelta de la pol¨ªtica? tuviese exactamente esa dimensi¨®n y esa interpretaci¨®n.
P. ?Cree que es realmente posible dar respuestas concretas a las aspiraciones de cambio de los universitarios?
R. Creo, efectivamente, que el a?o 1981, va a ser decisivo para la universidad espa?ola, y en la parte que nos toca, tenemos que demostrar que somos capaces de hacer las cosas mejor. En esa apuesta importante que representa la ley de Autonom¨ªa Universitaria y su aplicaci¨®n progresista tenemos que intentar ganar por todos los medios.
P. La participaci¨®n estudiantil en las elecciones al rectorado parece haber despertado en usted bastante optimismo.
R. Desde luego. Hace veinte d¨ªas nadie se hubiera atrevido a predecir una participaci¨®n del 27,2% de los estudiantes. Yo creo que eso es un punto de partida muy importante, ya que demuestra las posibilidades que existen todav¨ªa, pese a los a?os desperdiciados, para suscitar alguna esperanza y hasta cierto entusiasmo, no s¨®lo por la necesidad del cambio, sino incluso por su viabilidad. De eso me percato plenamente, y por ello insisto en que mi elecci¨®n no es un cheque en blanco ni un apoyo incondicional.
P. ¨²ltimamente, parecen soplar vientos borrascosos sobre la LAU.
R. S¨ª, y a todos nos preocupan profundamente. El informe de la ponencia, que cuenta con un consenso considerable de todos los partidos, es el punto de partida m¨ªnimo aceptable, desde mi punto de vista. Ser¨ªa grav¨ªsimo que, a estas alturas, se produjera un retroceso al primitivo proyecto de ley. Como ciudadano me parece, desde luego, que el Parlamento es soberano y que hay que aceptar las reglas del juego. Pero como universitario pienso que pretender hacer una ley para la universidad que sea un trasunto del Estatuto de Centros, aparte de que no iba a encontrar una mayor¨ªa suficiente para su aprobaci¨®n, se encontrar¨ªa con un rechazo general de toda la comunidad universitaria, y sobre todo de los estudiantes. Pero es que, adem¨¢s, volver¨ªa a colocar a la, universidad en los tiempos de la dictadura.
Como pol¨ªtico, por ¨²ltimo, y sin intentar meterme en los asuntos internos de otro partido, me parece que UCD no puede conducirnos a una crisis de alcances imprevisibles. No creo que sea exagerado pensar no ya s¨®lo en una dimisi¨®n de Gonz¨¢lez Seara, sino en una crisis pol¨ªtica abierta.
P. ?Qu¨¦ har¨ªa, en concreto, si el resultado final fuese una ley con las caracter¨ªsticas que usted apunta?
R. Insisto en que respeto la soberan¨ªa del Parlamento; pero, evidentemente, si se aprueba una ley rechazable por la mayor¨ªa de los universitarios que, adem¨¢s, no me va a servir para grandes cosas, la verdad es que al d¨ªa siguiente me tendr¨ªa que volver a casa, y en mi casa tendr¨ªa que quedarme esperando a que haya unas nuevas elecciones generales y confiar en que sus resultados nos permitan hacer una ley distinta. Lo que pasa es que me resisto a pensar que se pueda llegar a esa situaci¨®n.
P. ?Tiene ya decidido la composici¨®n de su equipo rectoral?
R. No definitivamente, entre otras cosas porque no tengo suficientemente claro ni el n¨²mero de miembros que permite la actual legislaci¨®n, ni si en el equipo pueden entrar profesores no numerarios, ya que mi intenci¨®n es incorporar a algunos representantes del sector.
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