Guruceta, el personaje del domingo
El d¨ªa en que llovieron botellazos en el Bernab¨¦u, el Comit¨¦ de Competici¨®n opt¨® por prohibir la venta de envases de vidrio. La polic¨ªa descubri¨® el domingo que el objeto que se estrell¨® en la cabeza del linier de la tribuna era un pedazo de cemento del grader¨ªo. Resultar¨ªa muy complicado pedir ahora que los grader¨ªos no fueran de cemento. La pedrada en cogote de linier estuvo a punto de producir el m¨¢s ins¨®lito de los espect¨¢culos: ver a un ¨¢rbitro buscando entre las gradas al agresor para devolverle la caricia. Guruceta, una vez m¨¢s, fue el gran personaje de la tarde.
Hace a?os se puso de moda decir que el ¨¢rbitro hab¨ªa estado tan mal que se hab¨ªa erigido en protagonista. De Guruceta puede decirse, casi siempre, que estuvo tan bien que mereci¨® el protagonismo y el salario de las primeras vedettes. Guruceta llevaba un tiempo de horas bajas y el domingo vino a Chamart¨ªn dispuesto a dar un recital de pito. Que ahora se quiere casar y desea sentar plaza de hombre serio. Tuvo una actuaci¨®n impecable. Tanto, que hasta anduvo preciso a la hora de diferenciar un manotazo voluntario de un balonazo a cap¨®n. Un ¨¢rbitro que sabe distinguir lo volitivo del movimiento instintivo reflejo debe ser considerado una instituci¨®n.Pero la gente del Bernab¨¦u protest¨® lo suyo. Y el aldeano tir¨®, tir¨® la piedra y acert¨®. Fue una forma ancestral de quererle comer el coco. Y Guruceta tuvo que ser sujetado por varios jugadores. A Guru se le subi¨® la sangre a la cabeza y quiso buscar al gamberro. Tarea in¨²til, porque los socios del Madrid, s¨®lo denuncian a los consocios que un d¨ªa se quejan de la entidad. A quienes causan grandes males se les protege. La broma le costar¨¢ cara al Madrid. Como le cost¨® aquella de 1968, en que se llev¨® la Copa del General¨ªsimo el Barcelona por un gol a cero.
Con Franco en el palco se arm¨® tal esc¨¢ndalo, que incluso do?a Ramona, esposa -hoy viuda- del general Alonso Vega, entonces ministro de la Gobernaci¨®n, se dirigi¨® a Bernab¨¦u y le dijo: ?Santiago, hemos perdido. ?Qu¨¦ desgracia!? Camilo Alonso Vega, para evitar que Narc¨ªs de Carreras, que presid¨ªa el Barcelona, se encontrara mucho m¨¢s solo de lo que se sent¨ªa, le dijo a su esposa: ?Ramona, felicita al presidente del Barcelona?. Do?a Ramona hizo de tripas coraz¨®n: ?S¨ª, claro, le felicito. Porque Barcelona tambi¨¦n es Espa?a, ?no?? Narc¨ªs de Carreras, seg¨²n recordaba hace poco en la revista L'Avenc, le contest¨®: ?Senyora, no fotem?.
Caro tambi¨¦n puede costarle al presidente del Atl¨¦tico, Alfonso Cabeza, haber dicho lo de los ¨¢rbitros catalanes y la Generalidad. La UCD ha sancionado a su vicepresidente, S¨¢nchez de Le¨®n. Si el Comit¨¦ de Disciplina federativo procede contra Cabeza tendremos otro ratico divertido. Porque hacer callar a Cabeza es m¨¢s que dif¨ªcil. Cada vez que promete unas horas de silencio lo hace a base de advertir que, antes de entrar en meditaci¨®n, debe decir algo. Y es entonces cuando arde Troya.
A Cabeza, que le empieza a fallar la bruja, pero para bien, por aquello de que es aragon¨¦s, le sali¨® a pedir de boca el viaje a Zaragoza. Pero antes de ir a La Romareda hizo la entrada del coro de repatriados de Gigantes y cabezudos: ?Aqu¨ª, la Seo; all¨¢, el Pilar?. Cabeza, que ha vuelto a poner de moda los flequillos, acabar¨¢ por convencernos de que el Atl¨¦tico es cosa seria. Si el pr¨®ximo domingo le gana al Valencia lograr¨¢ exasperar al propio H. H., que el domingo ya no supo encajar el empate de Zorrilla. Y todo para que al final ganen los de siempre.
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