El ruido de UFO llega a Madrid

Anteayer se celebr¨® el pospuesto concierto del grupo de heavy metal UFO. El Pabell¨®n del Real Madrid estaba medio lleno, porque su compa?¨ªa no pareci¨® enterarse de que este es uno de los grupos que, aunque no cantidades, s¨ª puede vender un buen n¨²mero de elep¨¦s, pese a que no se lo merezcan.Lo malo del heavy metal es que se repite m¨¢s que la cebolla. Que suele acudir a todos los clich¨¦s conocidos, sean los t¨ªpicos, Led Zeppelin, u otros tan alejados como Creedence Clearwater Revival. En realidad, y para la mayor¨ªa de los grupos, todo se resume en hacer enormidades de ruido, gritar mucho y hacer improvisaciones aparentemente virtuosas y que en general son escalas m¨¢s o menos r¨¢pidas.

As¨ª las cosas, lo de UFO respondi¨® a las expectativas, porque el g¨¦nero se caracteriza, adem¨¢s, por poseer una audiencia poco exigente (en realidad, ninguna lo es).

Adem¨¢s, que llevaban una exhibici¨®n de luces bastante espectacular para lo que ¨²ltimamente se ve y le daban una marcha a lo suyo. Sin Michael Schenmer el grupo pierde bastante, porque el nuevo guitarrista, Paul Chapman, no es lo mismo, y porque los dem¨¢s andan un poco a su aire.

Pete Way sigue siendo un posturas que debiera aprender a hacer algo razonable con el bajo; Andy Parker debe pensar que todo es darle fuerte a la bater¨ªa, y Paul Raymond trataba de hacer algo m¨¢s que puro ruido con los teclados y la guitarra. Por su parte, Phil Mogg, canta bien. No fue un concierto para recordar, si exceptuamos los que entraron en ¨¦xtasis a la primera andanada y ya no se recuperaron. Los dem¨¢s, tal vez pensaran que es consecuente, pero poco brillante. As¨ª suele ser el heavy metal.