Feminismo radical e independiente, guerra al sistema patriarcal
Ma?ana se cumplen dos meses de la realizaci¨®n en Barcelona de unas Jornadas de Feministas Independientes que decantaron, dentro del movimiento general feminista, una realidad que se ven¨ªa produciendo desde hace unos a?os: la existencia de unas mujeres que se niegan a permanecer bajo la tutela de los partidos pol¨ªticos y cuestionan no s¨®lo el machismo o el capitalismo, sino el sistema patriarcal en su totalidad. En definitiva, Barcelona confirm¨® la presencia en el pa¨ªs de un feminismo radical.La existencia de un amplio grupo de mujeres al margen de los partidos pol¨ªticos era ya un hecho hace unos a?os; sin embargo, la lucha feminista estaba copada por ¨¦stos, bien por trabajar las mujeres independientes dentro de la din¨¢mica de los partidos, bien por filtrarse las mujeres de partido dentro de los grupos independientes. Fue en las Jornadas Feministas de Granada de 1979 donde se hicieron los primeros contactos de independientes en exclusiva y la convocatoria para las jornadas de Barcelona. Granada determin¨® que desde principios del presente a?o se viniesen celebrando en distintas ciudades espa?olas reuniones de grupos de mujeres independientes y que surgiese un trabajo feminista sin tutela.
Las Jornadas de Feministas Independientes rompieron los esquem¨¢s cl¨¢sicos de este tipo de reuniones: fueron esencialmente pol¨¦micas, se evidenciaron contradicciones importantes y aparecieron nuevos temas y trabajos que abandonaron los lugares comunes para entroncar muy directamente con las necesidades cotidianas. Se produjo, pues, una ruptura con el esquema cerrado marxista.
El punto de partida, tras aquellas jornadas, ya no es la eterna lucha de clases, sino la liberaci¨®n del propio cuerpo. La realidad de se mujer como una geograf¨ªa de las marcas. Ser mujer es la existencia marcada de un espacio determinado que es el propio cuerpo, cuerpo que hay que descubrir, autoestimar y liberar.
Otra idea que est¨¢ dando mucho que hablar es el cambio de objetivo, tambi¨¦n se?alado en las jornadas. Frente a la sociedad igualataria, a la igualdad de derechos entre hombre y mujer, se propugna la diferencia. Se pretende con esto el no compartir la explotaci¨®n o el poder del modelo masculino-paternal y desmontar los mecanismos del poder all¨ª donde aparezcan.
La lucha del feminismo independiente no se limit¨¢, por tanto, a ir contra el machismo, sino que se ampl¨ªa a todo el sistema patriarcal; la oposici¨®n no s¨®lo es a la producci¨®n capitalista y a la sociedad burguesa, sino a un complejo de factores entre los que hallan mitos, s¨ªmbolos, inconsciente colectivo e historia que perpet¨²an la civilizaci¨®n patriarcal.
Contra el concepto de militancia
Destrucci¨®n del concepto de militancia para encontrar nuevos m¨¦todos de acci¨®n. La clave de estos nuevos modos ser¨ªa el boicot, el vac¨ªo a las instituciones. Unos ejemplos pueden aclararlo mejor: en lugar de reivindicar el derecho al divorcio, se propone el no al matrimonio; en lugar del derecho al aborto, se reivindica una nueva sexualidad femenina. Victoria Send¨®n da en esta l¨ªnea un modelo de lo que podr¨ªa ser la disidencia activa: la reacci¨®n en cadena o informaci¨®n r¨¢pida para realizar acciones comunes; la creaci¨®n de centros de encuentro donde las mujeres puedan realizar distintas actividades y recibir ayuda; crear alternativas que den respuesta, ya, a las necesidades y deseos de la mujer con una autocr¨ªtica continua que convierta estas alttmativas en alternancia y crear una semi¨®tica cr¨ªtica a trav¨¦s de gestos y s¨ªmbolos que suponga una antipublicidad.
En cuanto al tradicional trabajo del ama de casa, se plantea un nuevo an¨¢lisis respecto a su rechazo o aceptaci¨®n. Se considera que lo negativo del trabajo dom¨¦stico no est¨¢ en s¨ª mismo -comparando con el trabajo asalariado que separa a las personas de las cosas de los dem¨¢s y de s¨ª misma, la labor dom¨¦stica no ser¨ªa tan alienante, ya que el ama de casa sabe lo que hace, c¨®mo y para qui¨¦n lo hace, y tiene el control de la calidad-, sino en las condiciones que le rodean y que se concretan en el aislamiento, la divisi¨®n sexual y el menosprecio de la actividad. Como soluci¨®n al problema se propone, por un lado, la incorporaci¨®n de la mujer al trabajo en un contexto de aumento de la calidad y duraci¨®n de los productos y de reducci¨®n de la jornada laboral; por otro, la socializaci¨®n del trabajo dom¨¦stico en peque?as unidades autogestionarias.
No pactar con el enemigo
En el aspecto sexual, se distingue entre sexo y g¨¦nero, se?alando que la homosexualidad y el lesbianismo ser¨ªan un g¨¦nero espec¨ªfico existente desde la m¨¢s lejana antig¨¹edad y no una desviaci¨®n del modelo heterosexual masculino, que es el ¨²nico que reconoce y acepta la sociedad. El lesbianismo no es un fallo que se produce en el proceso de aprendizaje, sino una elecci¨®n consciente del rol que m¨¢s gusta. En otra ponencia se insisti¨® sobre el rechazo al modelo heterosexual impuesto por el sistema patriarcal y se consider¨® el lesbianismo y la bisexualidad como etapas de un proceso encaminado a abolir los papeles sexuales -que no a sus portadores- y a lograr una autonom¨ªa sexual. Para ello la mujer tiene que romper los pactos que la mantienen ligada al otro sexo, incluido el concepto de amor, por el que la mujer olvida su opresi¨®n, ya que ser¨ªa una contradicci¨®n pactar con el enemigo.
Otro cap¨ªtulo importante fue una ponencia colectiva que, bas¨¢ndose en la experiencia, demostraba que los problemas de salud mental de la mujer vienen determinados por su condici¨®n. La mujer tiene una forma espec¨ªfica de enfermar ps¨ªquicamente que no es m¨¢s que la llegada a una situaci¨®n l¨ªmite en los conflictos que tienen en com¨²n todas las mujeres. Se recurre a la enfermedad como medio de agresi¨®n ante una situaci¨®n de opresi¨®n, como un sistema de expresi¨®n o, simplemente, para poder gozar de un descenso al que el ama de casa no parece tener derecho.
El hecho de que a¨²n no se haya llegado a posiciones comunes asumidas por todo el feminismo independiente y tampoco a una definici¨®n del movimiento como tal ni a una organizaci¨®n, se debe a que hay una gran resistencia a todo lo que sea liderazgo, organismo burocr¨¢tico o tendencia a caer en la copia de las organizaciones tradicionales. Las jornadas de Barcelona supusieron una posibilidad de expresar la propia subjetividad, posibilidad de la que la mujer carece en la actualidad
Inmaculada de Francisco y Fisa Arang¨²renson periodistas
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.