Todo ser¨¢ provisional hasta el congreso ordinario

A pocas horas de la apertura del congreso, las candidaturas de Rojas Marcos y Lara Palma coinciden en atribuirse para s¨ª mismas el apoyo de la mayor¨ªa de los 354 delegados de las ocho provincias andaluzas, Madrid y Catalu?a. El actual secretario general, que cuenta con la adhesi¨®n de los principales cargos p¨²blicos del partido, cree poder vencer en el congreso con un 80% de los votos, mientras Ladislao Lara conf¨ªa tambi¨¦n en ganar, aunque por escaso margen.En realidad, parece claro que Rojas Marcos dispondr¨¢ de los votos de la mayor parte de los delegados de las provincias de Sevilla, M¨¢laga y Almer¨ªa, sus oponentes ser¨¢n votados mayoritariamente por Granada y Huelva y existe m¨¢s divisi¨®n entre los delegados procedentes de C¨¢diz, C¨®rdoba y Ja¨¦n.

De todas formas, la impresi¨®n dominante en medios pol¨ªticos independientes es que, sea cual sea el resultado de la votaci¨®n de hoy, Alejandro Rojas Marcos ha sufrido con esta crisis el rev¨¦s m¨¢s importante de su carrera pol¨ªtica desde el fracaso electoral de junio de 1977 y que, si sale reelegido, tendr¨¢ que demostrar en adelante m¨¢s sensibilidad hacia las bases del partido.

Clarificaci¨®n ideol¨®gica

Existe la creencia, por otra parte, de que el proceso de clarificaci¨®n ideol¨®gica del PSA y su definitiva ubicaci¨®n en el espectro pol¨ªtico no ha hecho m¨¢s que abrirse con el estallido de esta crisis y que no quedar¨¢ culminado hasta el congreso ordinario de mayo de 1981, en el que la elecci¨®n de nuevos delegados permitir¨¢ conocer con mayor exactitud las dimensiones de la contestaci¨®n a Rojas Marcos en el seno de la organizaci¨®n. La guerra interna del PSA puede, as¨ª, tener una segunda y fundamental batalla dentro de unos meses.