Adolfo Su¨¢rez elogia los procesos de unificaci¨®n en Latinoam¨¦rica
El presidente del Gobierno espa?ol, Adolfo Su¨¢rez, elogi¨® en la tarde de ayer en Santa Marta (Colombia) los distintos procesos de unificaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica que se desarrollan a lo largo y ancho del continente latinoamericano. Su¨¢rez hizo esta afirmaci¨®n en el primer acto solemne con el que Colombia rindi¨® homenaje a Sim¨®n Bol¨ªvar, el libertador de estas tierras, con motivo del 150 aniversario de su muerte, ocurrida en un d¨ªa como hoy, hace ya siglo y medio.
ENVIADO ESPECIAL, El presidente Su¨¢rez pronunci¨® su discurso en la bas¨ªlica de Santa Marta, donde la Academia de la Historia Colombiana acogi¨® y recibi¨® a los jefes de Estado y de Gobierno de Espa?a, Venezuela, Per¨², Ecuador, Panam¨¢, Rep¨²blica Dominicana, El Salvador y Honduras, y todos ellos recibidos y presididos por el presidente de este pa¨ªs, C¨¦sar Turbay Ayala, quien les dio la bienvenida en el aeropuerto de esta peque?a ciudad, donde se rindieron honores militares a todas las comitivas.En Santa Marta muri¨® Bol¨ªvar hace 150 a?os, y hoy, si nadie lo remedia, puede haber cuanto menos alg¨²n herido, porque la desorganizaci¨®n y el caos es la norma en esta simp¨¢tica ciudad en la que se disfruta de un sol que da treinta grados de temperatura con un alto porcentaje de humedad que la convierte en una especie de olla hirviendo. Aqu¨ª hay delegaciones de casi diez pa¨ªses, m¨¢s embajadores, hombres de letras y de la historia. Cerca de quinientos periodistas y sobre todo soldados de todas las marcas y uniformes. Las carreteras, los hoteles, las calles y todos los edificios oficiales parecen sometidos a una ley marcial con gran despliegue de hombres y m¨¢quinas de guerra aunque estas ¨²ltimas son de segunda mano.
La llegada de Su¨¢rez no fue menos aparatosa. El avi¨®n del presidente tom¨® tierra en Barranquilla, y de all¨ª en un avi¨®n colombiano el amplio s¨¦quito (Su¨¢rez incluye en esta visita dos ministros, una secretaria de Estado, un subsecretario, siete directores generales, varios asesores, doce hombres de seguridad y veintitr¨¦s cadetes y el diputado Viana, del Pa¨ªs Vasco) y los periodistas espa?oles fueron trasladados a Santa Marta y repartidos con cierto desorden en los hoteles de la ciudad, a la espera del comienzo de la calurosa fiesta.
Un convite ¨¦ste en cuyo primer espect¨¢culo el presidente Su¨¢rez se ha convertido en el anfitri¨®n por ser ¨¦l despu¨¦s de los discursos de las personalidades de la cultura de Colombia y de los c¨¢nticos de la tierra, quien habl¨® en nombre de todos los invitados. Y el presidente lo hizo entre el calor sofocante y durante bastante tiempo desmenuzando un largo, complicado y farragoso discurso que dicen sus asesores que gustar¨¢ mucho en estas latitudes por sus perifollos y su permanente exhibici¨®n del conocimiento de la historia y de la literatura americana que en ¨¦l hizo el presidente. Una lecci¨®n magistral, pero con hilo conductor confuso y dif¨ªcil de seguir.
Ello no era para menos. En el largo texto de casi quince p¨¢ginas, el presidente quiso encontrar el punto de uni¨®n entre las rep¨²blicas americanas y Espa?a. La antigua metr¨®polis, partiendo y volviendo permanentemente en la figura del libertador. Un dif¨ªcil ejercicio y equilibrio en pos de la unidad en lo contempor¨¢neo y reconociendo las ?sombras? de la historia pasada, pero destacando las perspectivas de la luz presente. El presidente hizo un llamamiento a la paz, la democracia y un especial canto a la radicalizaci¨®n, lo radical y peculiar de este continente. Su¨¢rez habl¨® de los distintos movimientos de integraci¨®n interamericanos, destacando el Pacto Andino y hablando tambi¨¦n del Pacto Amaz¨®nico, del SELA y del proceso entablado por los pa¨ªses del Cono Sur. Tuvo el presidente palabras de ¨¢nimo y elogio para todos ellos y declar¨® el deseo de Espa?a de apoyar estos movimientos.
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