Emocionante regreso de los pescadores liberados por el Frente Polisario
Los 36 pescadores espa?oles liberados por el Frente Polisario llegaron a Madrid poco despu¨¦s de la una de la madrugada, tras los sucesivos retrasos que se produjeron a lo largo de la jornada de ayer. Despu¨¦s de varios meses de cautiverio, el encuentro de los pescadores con sus familiares en el aeropuerto de Barajas se convirti¨® en una prolongada escena de emociones, llantos y nerviosismo, con algunos desmayos entre las personas que llevaban todo el d¨ªa esperando la llegada del avi¨®n de Aviaco que traslad¨® a los pescadores desde Argel. Estos ¨²ltimos exhibieron una bandera de la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD) y dieron gritos de apoyo al Frente Polisario.El secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Carlos Robles Piquer, recibi¨® a los pescadores al pie del avi¨®n con la frase ?Bienvenidos a Espa?a?. Junto con Robles Piquer se encontraban presentes el subsecretario del departamento Joaqu¨ªn Ortega, y otros altos cargos y representaciones oficiales, entre ellos el subsecretario de Pesca, Miguel Aldasoro. Un funcionario del Gobierno espa?ol, Francisco Javier Rubio, director general de Asuntos Consulares, hab¨ªa recogido en un lugar del desierto del Sahara a los 36 pescadores. El mal tiempo reinante en el trayecto a¨¦reo Tinduf-Argel y las cerca de diez horas que tuvo que emplear desde el territorio argelino a la zona controlada por el Polisario (ida y vuelta) fueron las principales causas que motivaron el retraso en la repatriaci¨®n de los pescadores retenidos.
Al bajar estos ¨²ltimos del avi¨®n, y tras los saludos de las representaciones oficiales y periodistas, marcharon a la sala de autoridades para reunirse con sus familiares. EL PAIS pudo recogerlas primeras declaraciones de los pescadores en el trayecto en autob¨²s desde el avi¨®n a dicha sala, y todos ellos pusieron de manifiesto el trato excelente recibido del Frente Polisario, mientras que algunos criticaron la actitud del Gobierno espa?ol en los primeros meses del secuestro. Hermenegildo Rodr¨ªguez, del Costa de Terranova, expres¨® su agradecimiento a las autoridades por las gestiones reafizadas, al igual que Manuel Rodr¨ªguez, del pesquero canario Sarita, ¨²ltimo enser apresado.
Pasa a p¨¢gina 17
Los pescadores coinciden en que el Gobierno deber¨ªa haber actuado antes
Viene de primera p¨¢gina
Ernesto Guimerans, del Garmomar, afirm¨® que se encontraba muy bien y que el Gobierno espa?ol no hab¨ªa actuado con suficiente firmeza en los primeros momentos, mientras Juan Garrido, ¨²nico tripulante del Cabo Juby II, prefiri¨® no opinar sobre la gesti¨®n de las autoridades espa?olas, pero dijo que hab¨ªa sufrido mucho durante el largo cautiverio. La mayor parte de los pescadores opinaron que los pasos dados por el Gobierno en los ¨²ltimos d¨ªas pod¨ªan haberse llevado a cabo antes.
Los 36 pescadores vest¨ªan ropas nuevas, pero tra¨ªan consigo las darra (t¨²nicas saharauis) utilizadas durante el cautiverio en los campamentos del Polisario. Luis Alvarez, rnarinero del Costa de Terranova, narr¨® as¨ª el momento en que les comunicaron que iban a ponerles en libertad:
?Est¨¢bamos jugando al parch¨ªs cuando otro compa?ero nos dijo que hablaban por la radio de nosotros. Le dije que se dejara de bromas pesadas, pero el jefe del campamento nos indic¨® que nos afeit¨¢ramos, que nos ven¨ªamos a Espa?a. Desde all¨ª nos trasladaron a otro campamento, donde pasamos la noche, y de all¨ª nos llevaron al sitio de espera donde nos recogi¨® el enviado del Gobierno. En coches fuimos a Tinduf, y a las siete salimos en dos Fokker hacia Argel. All¨ª tomamos el avi¨®n en el que hemos venido a Madrid?.
Las escenas del encuentro con los familiares revistieron una especial emoci¨®n. En presencia de las autoridades, los pescadores se abrazaron a sus esposas o hijos, mientras unos y otros gritaban sus nombres y se buscaban conforme iban entrando en la sala de autoridades. Algunas mujeres sufrieron desmayos, y el representante del Apostolado del Mar, el sacerdote Hern¨¢ndez Franc¨¦s, tuvo que intervenir para calmar los nervios desatados tras la larga espera. Poco antes de la llegada del avi¨®n, varios familiares hab¨ªan sufrido ya ataques de histeria, y un hombre de unos, 45 a?os sufri¨® un ataque epil¨¦ptico. Los familiares llevaban veinticuatro horas esperando la llegada de los pescadores.
Durante todo el d¨ªa de ayer se sucedieron noticias confusas sobre la inminente vuelta de los pescadores a Madrid. Hasta ¨²ltima hora de la tarde no se tuvo seguridad de que los liberados se dirig¨ªan a Argel. El avi¨®n de Aviaco, fletado por el Gobierno espa?ol para traer a los pescadores, se encontraba en Argel desde el mi¨¦rcoles, d¨ªa en que se firm¨® el comunicado entre el Gobierno espa?ol y el Frente Polisario.
Mientras esperaba en Barajas la llegada de los pescadores, Robles Piquer manifest¨® que la ¨²nica novedad que se conten¨ªa en el comunicado suscrito con el Polisario era la firma del Gobierno espa?ol, y que se hab¨ªa conseguido el objetivo deseado, que era la liberaci¨®n de los secuestrados.
Al cierre de esta edici¨®n, la mayor parte de los pescadores y sus familiares viajaban a Las Palmas de Gran Canaria en el mismo avi¨®n que les hab¨ªa tra¨ªdo a Madrid, seg¨²n inform¨® el presidente de Aviaco, Lorenzo Olarte, a los periodistas que se quedaron en el aeropuerto.
Siete pescadores gallegos y otro de Huelva se quedaron a pernoctar en Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.