Reflexiones sobre la violencia
Esperaba con curiosidad la respuesta de EL PAIS a los art¨ªculos de Alfonso Sastre. Ha calificado de inconsistente su postura. Otros, como el se?or Azaola, de farsante. Yo he encontrado que, por primera vez, merec¨ªa la pena leer EL PAIS. Porque a m¨ª no me ha amargado el viaje matutino, sino todo lo contrario. Por eso estoy con Sastre y sus posturas.?D¨®nde est¨¢ la inconsistencia cuando afirma que ?es ut¨®pico pensar en una lucha sin violencia y, m¨¢s a¨²n, en la posibilidad de cambios sociales -y no digamos revolucionarios- sin lucha, por gracioso otorgamiento de los enemigos de clase?? El advenimiento de esta democracia no se produjo con posturas pacifistas y testimoniales, sino que cost¨® -y sigue costando muchas vidas en la calle. Incluso cuando se ejerce un derecho constitucional como es el de manifestaci¨®n. ?Cu¨¢l ser¨ªa la postura de EL PAIS y del se?or Azaola si fuesen obreros de Olarra, mineros de Crimidesa ojomaleros andaluces?
Tambi¨¦n es totalmente cierto afirmar, como hace Sastre, que ?en Euskalherr¨ªa hay un amplio movimiento popular, abertzale y socialista, que rechaza muy decididamente la reforma suarista, la cual se ve como trampa inmovilista en el sentido, ya consabido, de reformar un poco para que no cambie nada?. Este movimiento rupturista se extiende por todo el Estado espa?ol, aunque su punta de lanza sea Euskadi, y no creer¨¢ en esta democracia mientras no exista una depuraci¨®n de todo; los funcionarios franquistas enquistados en la polic¨ªa, el Ejercito y la justicia. Sin olvidamos del ejecutivo.
Sin embargo, el Estado, para frenar este movimiento, ha tenido que proveerse de leyes como la de Seguridad Ciudadana, que le permite librarse con relativa facilidad de los opositores con detenciones indiscriminadas, bien sea por manifestar sus postura-, pol¨ªti¨¦as (diecinueve detenidos por pedir amnist¨ªa para los p-re.sos vascos; EL PAIS, de 20 de diciembre), o por pedir trabajo o vivienda. Es igual, todos somos subversivos, posibles terroristas. Por eso, si en Espa?a hay un polic¨ªa por cada 186 habitantes (en Alemania, uno por cada 385), ser¨¢ para que ?convivamos todos en justicia, en solidaridad y en libertad?, coincidice el se?or Azaola. Yo dir¨ªa su justicia, su solidaridad, su libertad. Ni los muertos ni los presos hablan. Los periodistas no pueden. S¨®lo lo hacen los verdaderos farsantes, los hip¨®critas.
Sastre ha dejado clara su postura: es la violencia de masas la que tiene que derrocar al sistema capitalista; entonces es cuando hay que aceptar la lucha armada, cuando hay una insurrecci¨®n popular. Y tambi¨¦n ha dejado clara la postura de la derecha cuando dice que ?la ¨²nica paz concebible para ella pasa por que adoptemos sus puntos de vista? (aqu¨ª yo incluyo al PNV y a los laboracionistas de izquierda).
Pero de esto es consciente EL PAIS, pues sabe perfectamente que no hay mensajes inocentes y que la mezcla de verdades y medias verdades, con omisiones de informaciones de hechos, con comentarios y juicios de valor, en un tema hartamente repetido como es el terrorismo, tienen como fin la destrucci¨®n de la autonom¨ªa mental y la libertad de pensamiento, conducen a la inercia, la sumisi¨®n y la renuncia a cambiar. /
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