El Madrid gan¨® un torneo hecho a su medida
El Real Madrid se proclam¨® por duod¨¦cima vez campe¨®n del Trofeo Philips al vencer en los tres partidos que disput¨®. En segundo lugar se clasific¨® el Cotonificio, equipo revelaci¨®n, y que adem¨¢s sent¨® un precedente, ya que hasta ahora ninguno de los representantes espa?oles que hab¨ªan acudido al torneo obtuvo esta clasificaci¨®n. El tercer puesto fue para el Sirio de S?o Paulo, y en ¨²ltimo lugar qued¨® el Partizan de Belgrado, que curiosamente ocupa la primera posici¨®n de la Liga en Yugoslavia, pa¨ªs este que en los ¨²ltimos a?os manda con autoridad en el baloncesto europeo. Una vez m¨¢s, el torneo estuvo hecho y se desarroll¨® a medida del anfitri¨®n, para que a ¨¦ste no se le escapara el triunfo.Esto no es novedad, ya que de las diecis¨¦is ediciones tan s¨®lo fall¨® el sistema en cuatro de ellas. Los ¨¢rbitros -tampoco esto es novedad- fueron el punto negro del torneo.
La suerte estaba poco menos que echada. El Sirio ten¨ªa que ganar, dentro de esos extra?os c¨¢lculos matem¨¢ticos, por m¨¢s de veinte puntos para alzarse con el torneo, pues, en caso de una victoria brasile?a, el triple empate entre ¨¦stos, madridistas y el Cotonificio, los n¨²meros siempre favorec¨ªan al Madrid. El torneo de Navidad, pese a que sigue llegando las gradas del Pabell¨®n, languidece, hasta e? punto de que ya ni el ¨²ltimo encuentro toma caracteres de final.
Habr¨ªa que decir por exigente que resulte, que, pese a sus tres triunfos consecutivos, el Madrid sigue sin convencer a los buenos aficionados. El p¨²blico ve lo mismo desde hace muchos a?os, y esto acaba, primero, por aburrir, y despu¨¦s, por plantear la pregunta ?c¨®mo Brabender, con 35 a?os, hace 34 puntos y el nuevo americano tan s¨®lo suma cuatro? Por si fuera poco, Randy Meister, que s¨ª convence, aport¨® once puntos m¨¢s. La desproporci¨®n obliga a pensar y meditar, por un lado, al seguidor madridista, y por otro, al buen aficionado, que no deja de insistir en los problemas que tiene planteados el equipo blanco.
Pocas cosas se pueden decir de este encuentro final del torneo, en el que los brasile?os se vieron desbordados m¨¢s por la desmoralizaci¨®n, debido a la actuaci¨®n arbitral, que por el juego de su rival. No obstante, es justo reconocer que el Madrid tuvo detalles de gran equipo, lo que no deja de ser l¨®gico, porque en unos meses no se les puede olvidar jugar al baloncesto, pese a que resulta evidente que casi ninguno de sus hombres est¨¢ a su altura, y quiz¨¢ en este caso los n¨²meros de la ficha t¨¦cnica puedan ayudar a comprenderlo.
En el Sirio, Oscar Bezerra, m¨¢ximo encestador del torneo (110 puntos en los tres partidos), fue junto con Santos y Marcel de Sousa, el ¨²nico que deleit¨® con su juego de ataque a los aficionados.
El Madrid volvi¨® a dar muestras de que algo falla, pues, despu¨¦s de ir ganando con amplitud, al final se vio obligado a retener el bal¨®n, porque a punto estuvo de ver en serio peligro su triunfo final. Hay que insistir: le falta punch.
El Cotonificio, revelaci¨®n
Aito Garc¨ªa Reneses fue, una vez m¨¢s, protagonista en un acontecimiento baloncest¨ªstico. La gente se preguntaba por qu¨¦ no ven¨ªa el Joventut, que l¨®gicamente suena m¨¢s. El Cotonificio, con grandes jugadores, pero en su mayor¨ªa de nombre desconocido, fue el que mejor baloncesto hizo en el pabell¨®n a lo largo de estos tres d¨ªas. Perdi¨® por m¨¢s diferencia de la debida con el Madrid, y casi sin propon¨¦rselo, pero consciente de lo que pasaba en la cancha, venci¨® a los otros dos rivales. Sobresaliente, pues, para el conjunto badalon¨¦s, y en especial para su t¨¦cnico, que demuestra d¨ªa a d¨ªa c¨®mo se puede hacer un magn¨ªfico cesto si sabes preparar primero, cuidar despu¨¦s y por ¨²ltimo manejar bien los mimbres de que dispones. No es, por tanto, ninguna casualidad que en estos momentos marche en segunda posici¨®n en la Liga, por delante del anfitri¨®n de este torneo.
Joaqu¨ªn Costa cuaj¨®, efectivamente, unas buenas actuaciones, y ello le sirvi¨® para salir elegido como el mejor jugador del torneo. Indudablemente, lo mereci¨®, pero no hay que ignorar que se vio claramente favorecido por la lesi¨®n de Dragan Kikanovic, que no pudo terminar el partido contra el Madrid (cuando se tuvo que retirar el marcador se?alaba 54-46 para los blancos), y que en la ¨²ltima jornada ni siquiera estuvo de suplente.
Dos circunstancias important¨ªsimas privaron a los aficionados de ver al verdadero Partizan. La primera la protagonizaron los ¨¢rbitros -sin duda, lo peor del torneo-, al arrebatarle el triunfo que merecieron frente al Sirio; la segunda, la citada lesi¨®n de su gran estrella, ya que el Partizan sin Kikanovic es otro equipo completamente distinto, y, por supuesto, pierde la imagen de campe¨®n yugoslavo. Todo gira en tomo a este jugador, y de ah¨ª que no haya que culpar al representante yugoslavo el haber terminado en ¨²ltima posici¨®n. Nadie en Europa ignora la capacidad de este mostruo del deporte de la canasta.
Resultados: segunda jornada: Cotonificio, 104; Sirio, 95. Real Madrid, 107, Partizan, 79. Tercerajornada: Cotonificio, 95; Partizan, 90, y Real Madrid, 96; Sirio, 93.
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