Los disidentes expulsados se niegan a abandonar el PSA

Los disidentes del Partido Socialista de Andaluc¨ªa (PSA) piensan permanecer en la organizaci¨®n y preparar una ofensiva pol¨ªtica contra la actual direcci¨®n, a pesar de la depuraci¨®n de sus principales dirigentes, acordada por la comisi¨®n permanente del partido. Tal ofensiva cristalizar¨¢ en el tercer congreso ordinario, previsto para mayo de 1981, en la presentaci¨®n de una alternativa inequ¨ªvocamente de izquierda dentro del PSA.

Como se esperaba en todos los medios pol¨ªticos andaluces (v¨¦ase EL PAIS de 24 de diciembre), la permanente, ¨®rgano m¨¢ximo del PSA entre congresos, decidi¨®, despu¨¦s de casi cinco horas de debate, expulsar del partido a los siete militantes m¨¢s caracterizados del sector ?cr¨ªtico? y a otros dos destacados disidentes y abrir expediente disciplinario a cinco afiliados de base de distintas provincias andaluzas.Para entender la gravedad de la crisis basta se?alar que los siete l¨ªderes ahora expulsados -?separados definitivamente ?, seg¨²n la nota oficial- eran hace dos semanas miembros del comit¨¦ nacional y ocupaban cargos de relieve en el organigrama del PSA. Se trata del secretario de pol¨ªtica auton¨®mica y viceconsejero de Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa, Ladislao Lara; los secretarios de acci¨®n pol¨ªtica, Pedro Ruiz Morcillo, y acci¨®n sindical, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Caballo, y los secretarios provinciales de C¨¢diz, Huelva, Granada y Sevilla.

Los siete encabezaron la candidatura que se enfrent¨® a la oficial de Rojas-Marcos en el congreso extraordinario celebrado el pasado 14 de diciembre, y que result¨® derrotada, aunque con el 40% de los delegados a su favor. Los otros expulsados son Arturo Gonz¨¢lez Arcas, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Granada, que ins¨®litamente. podr¨¢ seguir en el cargo, y el cordob¨¦s Antonio Delgado, ex miembro de la propia comisi¨®n permanente.

El acuerdo de la permanente, adoptado por diecis¨¦is votos a favor, cinco en contra y una abstenci¨®n, incluye una invitaci¨®n para que abandonen el partido voluntariamente los militantes que no est¨¦n dispuestos a cumplir rigurosamente los estatutos -es decir, los seguidores -de la l¨ªnea disidente- y una advertencia a todos los comit¨¦s para que exijan la m¨¢xima disciplina a los afiliados.

Crisis ideol¨®gica

En un largo documento explicatorio de su decisi¨®n, la permanente recuerda las actividades fraccionalistas de los disidentes desde julio de 1980 y su ruptura de la disciplina del partido, agravada por su car¨¢cter de dirigentes, lo que revela ?una grave irresponsabilidad pol¨ªtica y una gran frivolidad?. No obstante, lo m¨¢s clarificador del documento acusatorio es el examen de la base te¨®rica de toda esta actuaci¨®n, que viene a reconocer el car¨¢cter ideol¨®gico y pol¨ªtico de la crisis abierta en el partido.

Los disidentes son as¨ª acusados de ?infantilismo izquierdista? y ?verbalismos asamblearios absolutamente demag¨®gicos? que, en caso de triunfar, llevar¨ªan al PSA a convertirse en un partido testimonial y extraparlamentario. Tambi¨¦n se les tacha de elevar el marxismo a la categor¨ªa de fe dogm¨¢tica, colocando la lucha de clases y la dial¨¦ctica izquierda-derecha por encima de la dial¨¦ctica centralismo-nacionalismo, que aparece actualmente como la fundamental para la direcci¨®n del PSA.

Es evidente que este planteamiento contribuye a aclarar de forma decisiva el conflicto interno del PSA como un enfrentamiento entre dos concepciones radicalmente distintas de lo que tiene que ser un partido nacionalista y de izquiedas en las condiciones presentes en Andaluc¨ªa, concepciones que afectan a los ejes ideol¨®gicos de la organizaci¨®n andalucista, su estrategia y su pol¨ªtica de alianzas. Hay, por ¨²ltimo, una insospechada alusi¨®n a la presunta existencia de conexiones entre los expulsados, los partidos de la izquierda tradicional y ciertos medios de comunicaci¨®n sin concretar.

La reacci¨®n de los represaliados no ha sido, en ning¨²n caso, de sorpresa. El principal encartado, Ladislao Lara, declar¨® a EL PAIS que ?estas medidas vienen a institucionalizar el caudillaje de Rojas Marcos en el seno del PSA -y revelan que la comisi¨®n permanente es ya un juguete en sus manos y no representa a la base del partido?.

?Nosotros no nos consideramos fuera del Partido Socialista de Andaluc¨ªa, son ellos los que se han colocado en posturas que no corresponden a lo aprobado en los dos congresos?, asegur¨® Lara, que consider¨® no razonadas ni probadas las acusaciones que se les hacen -?estosuena como en otros tiempos lo de la campa?a judeomas¨®nica internacional?- y subray¨® que con estas expulsiones se vulneraban los estatutos, ya que no se hab¨ªa concedido a los interesados la posibilidad de ser o¨ªdos y defenderse.