Sobre feminismo

Una de las cosas que nos faltaban como realizaci¨®n m¨¢s plena y libre a las feministas era la de reivindicar el titulo de radicalismo, que parece ser el de mayor cotizaci¨®n actual en la bolsa de los progresismos.?Feminismo radical? es el ep¨ªgrafe que introduce la carta abierta de Concepci¨®n Hern¨¢ndez Sobrino, del Colectivo Feminista de Madrid (30-12-1980). Podr¨ªa contestar pol¨¦micamente a cada uno de sus puntos, pero prefiero desmontarlos con una sola pregunta: ?Todav¨ªa confunden ustedes el concepto de diferencia con el de status desigual? No soy partidaria del rigor conceptual, pero iniciar una reflexi¨®n a partir de la diferencia no significa para nada instalarse complacidamente en la desigualdad que nos aqueja respecto al var¨®n; pero s¨ª significa que ese var¨®n, sus leyes, sus roles, su mundo, no constituyen un modelo v¨¢lido para nuestra revoluci¨®n. Adem¨¢s, si ustedes parten del materialismo dial¨¦ctico como m¨¦todo de conocimiento., ?c¨®mo se puede entender la materia y la dial¨¦ctica si no es a partir de la realidad de la diferencia? La f¨ªsica y la filosof¨ªa podr¨ªan darles respuestas claras a respecto.

S¨®lo me queda a?adir que el feminismo llamado -sea o no- radical no pierde el tiempo en trasnochadas b¨²squedas de la identidad, precisamente porque no cree en las esencias, sino en las existencias. Comprendo que nuestra no superada educaci¨®n franquista es la que nos impele inconscientemente a dar o quitar carn¨¦s, en este caso de radicalismo. /