Profec¨ªas sobre la confusi¨®n
En 1981 comenzar¨¢ a ser un manjar exquisito las croquetas de serr¨ªn con cuellos de pollo, los pobres seguir¨¢n siendo educados y llamar¨¢n todav¨ªa con cierta dignidad a la ventanilla del coche en un alto del sem¨¢foro, los ricos tendr¨¢n grandes oportunidades de dar limosna mientras se dirigen al banco a pedir un nuevo aplazamiento a la ejecuci¨®n de la hipoteca, morir¨¢n de avitaminosis los profetas ex¨®ticos que reparten folletos hind¨²es en las estaciones del Metro, los funcionarios dar¨¢n la primera vuelta al gab¨¢n, habr¨¢ colas ateridas en las paradas del autob¨²s, las abuelas de la clase media zurzir¨¢n calcetines sobre el brasero de pic¨®n, florecer¨¢ de nuevo el catolicismo y las marquesas pondr¨¢n en subasta las cuberter¨ªas. Aun as¨ª se puede ser feliz a base de mermelada casera y de los embutidos que manda el sobrino del pueblo.Espa?a debe aspirar en 1981 a una pobreza soleada, aseada y compartida, sin mendigos industriales a lo Dickens ni locos modernos que vac¨ªen desde la azotea sobre ciudadanos indiscriminados todo el cargador del rifle. Se sabe ya perfectamente lo que ocurrir¨¢ fuera. Siete estrellas del rock caer¨¢n dobladas por la sobredosis contra la taza del retrete, alg¨²n tren de pasajeros y gallinas se despe?ar¨¢ en un acant¨ªlado del tercer mundo, un payaso lloroso matar¨¢ a 35 ni?os y los ir¨¢ enterrando uno a uno en el jard¨ªn de casa, ser¨¢n baleados tres tiranos negros, habr¨¢ terremotos al pie de los Andes o en la cornisa del Mediterr¨¢neo, navegar¨¢ la Sexta Flota sobre un caldo funerario y en Occidente el petr¨®leo comenzar¨¢ a venderse en farmacias bajo receta s¨®lo para untar los pies de los enfermos desahuciados. Por supuesto, nada de esto va a ocurrir aqu¨ª.
Un muermo de pan de higo
Nuestro calendario de 1981 es muy f¨¢cil de pronosticar dentro de un muermo de pan de higo. Como el confusionismo de UCD es el escudo protector de Su¨¢rez, se supone que seguir¨¢ la confusi¨®n. Como la izquierda es un ave que se alimenta espiritualmente de su propio h¨ªgado, es probable que esta vez al pel¨ªcano de Carrillo lo pongan en pepitoria. Como la democracia es un r¨¦gimen demasiado duro con todas las heridas a flor de piel, lo m¨¢s seguro es que la plaza de Oriente se volver¨¢ a llenar de ciudadanos pidiendo anestesia. Espa?a est¨¢ condenada a ser un pa¨ªs pobre con buen clima, mujeres guapas, un vino aceptable y una situaci¨®n estrat¨¦gica privilegiada, que es cuanto Dios concede a los que aspiran a entrar en la OTAN sin tener mantequilla ni r¨ªos navegables. Todo ir¨¢ bien en 1981. A Espa?a, como siempre, la acabar¨¢ salvando el pesimismo.
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