El pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra desea un "mal a?o" a la Prensa

El pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra, heredero de la Corona, ha deseado un ?mal a?o? a los directores de los peri¨®dicos brit¨¢nicos, confirmando as¨ª la degradaci¨®n de las relaciones entre la familia real y la Prensa. Dos diarios londinenses reaccionaron ayer en¨¦rgicamente contra los prop¨®sitos del hijo mayor de la reina Isabel II.Mientras cazaba el fais¨¢n en Sandringham, en el condado de Norfolk, en la costa este de Iglaterra, el pr¨ªncipe de Gales se dirigi¨® a los fot¨®grafos de Prensa que le segu¨ªan, y afirm¨®: ?Aprovecho esta ocasi¨®n para desearles a todos un mal a?o, especialmente malo para sus directores?. El pr¨ªncipe Carlos continu¨® su partida de caza despu¨¦s de que los fot¨®grafos le desearan un feliz a?o.

Esta declaraci¨®n del heredero de la Corona ilustra, una vez m¨¢s, la degraci¨®n de las relaciones entre Fleet Street -calle londinense donde se editan los principales diarios brit¨¢nicos- y la familia real. Desde hace varios meses, el palacio de Buckingham ha manifestado su descontento con la Prensa por la forma con que ¨¦sta ha tratado el supuesto idilio entre el pr¨ªncipe Carlos y lady Diana Spencer. La gota que ha colmado el vaso fue la informaci¨®n publicada por el Sunday Mirror sobre un supuesto encuentro clandestino del heredero con lady Diana a bordo del tren real.

Las vacaciones que la familia real de Inglaterra pasa tradicionalmente todos los fines de a?o en el castillo de Sandringham han sido motivo de incidentes entre los periodistas y la familia real. La reina. Isabel pidi¨® a los reporteros que ?se marcharan? cuando fotografiaban a su nieto Peter, de tres a?os, hijo de la princesa Ana. Los diarios brit¨¢nicos han enviado legiones de periodistas a Sandriangham ante la posibilidad de que lady Diana se encontrara con el pr¨ªncipe Carlos.

?La familia real debiera cesar sus escaramuzas con la Prensa antes que esto se transforme en una verdadera batalla?, escrib¨ªa ayer el Daily Mirror, el diario de mayor difusi¨®n de la Prensa bit¨¢nica. ?La vida de los miembros de la familia real no puede ser enteramente privada. La publicidad forma parte del precio que pagan por sus inmensos privilegios. Ellos quiz¨¢ est¨¦n hasta las narices, pero si la indiferencia reemplazara a la curiosidad, la monarqu¨ªa estar¨ªa amenazada?, a?ade el peri¨®dico.