El Gobierno Civil sancion¨® a 72 bingos en el segundo semestre del pasado a?o
M¨¢s de diez millones de pesetas en multas ha impuesto el Gobierno Civil durante los ¨²ltimos meses del pasado a?o a 72 bingos madrile?os por infracciones al reglamento por el que se rige este juego. A pesar de la cuant¨ªa y del n¨²mero de expedientes tramitados -en total, 84-, los miembros del Cuerpo Superior de Polic¨ªa afectos a la Brigada Especial del Juego no detectaron que se hiciera trampas en ning¨²n local, aunque dio cuenta de aquellas irregularidades y defectos de funcionamiento, por si eran motivo de sanci¨®n.
Los motivos m¨¢s usuales por los que el gobernador civil, Mariano Nicol¨¢s, ha impuesto sanciones han sido: el mal funcionamiento de los servicios de admisi¨®n; falta de comunicaci¨®n, dentro del plazo establecido, de las altas y bajas producidas entre el personal; nula visibilidad de los paneles donde se refleja la salida de las bolas desde alguna de las mesas de la sala; exceso de aforo; cambio en las funciones realizadas por el personal, o uso de cartones de series no correlativas durante alguna de las partidas jugadas.Del estudio de los expedientes tramitados durante el segundo semestre de 1980 se desprende que la mayor parte de los bingos sancionados con m¨¢s de 100.000 pesetas contaban con un servicio de admisi¨®n que el d¨ªa de la inspecci¨®n policial bien no ped¨ªa a los jugadores el documento nacional de identidad para entrar, bien anotaban el n¨²mero del carn¨¦ del socio en un papel cualquiera o permit¨ªan que algunos jugadores entraran sin proporcionarles la tarjeta de entrada. Este ¨²ltimo motivo, por ejemplo, unido a que desde algunos puntos de la sala no se ve¨ªan los paneles y a que la venta de cartones se realiz¨® antes de que se comprobaran los bingos cantados de la partida anterior fueron las causas por las que se sancion¨® al hotel Don Quijote, de la avenida del Doctor Federico Rubio y Gali.
A veces, como en el caso de la sanci¨®n impuesta a Binsa, SA, empresa que gestiona el bingo de la pe?a taurina El Siete, se refleja en el expediente un intento de enga?o de un empleado que intenta a ¨²ltima hora anotar de manera oculta la entrada de jugadores o se sanciona la obstaculizaci¨®n hecha a los inspectores, como ocurri¨® en el bingo del Centro Gallego, cuya gesti¨®n est¨¢ encargada a la empresa Tycher, SA. Seg¨²n el expediente, uno de los empleados avis¨® a los jefes de sala y mesa de la presencia de los funcionarios cuando ¨¦stos entraron en el local.
Otras veces se levanta expediente por no encontrar la gu¨ªa de bolas que est¨¢n en juego en el momento de la inspecci¨®n, como ocurri¨® en el Hogar del Deportista, cuyo bingo gestiona la empresa Gesti¨®n T¨¦cnica del Juego, SA; porque un jefe de sala no puede acreditar su cargo en el momento, como ocurri¨® en el Club Deportivo Moscard¨®; por encontrarse un jefe de mesa atendiendo el servicio de admisi¨®n o por anular una partida sin explicar la causa en el libro de actas, como detectaron los inspectores en el bingo de la Asociaci¨®n Nacional del Deporte Especial, gestionado por Neojuegos.
Esta misma empresa, que se encarga del funcionamiento de la Casa de Guadalajara, fue sancionada por tener 249 sillas para jugadores cuando el aforo m¨¢ximo era de 162.
Aunque las sanciones impuestas van desde las 25.000 a las 325.000 pesetas, a veces una misma entidad se ha visto sancionada tras la resoluci¨®n de dos, tres y hasta cuatro expedientes pertenecientes a distintas inspecciones. La Asociaci¨®n de Antiguos Residentes Espa?oles en Guinea Ecuatorial, que tiene autorizado un bingo en la calle del General Varela, recibi¨® durante los ¨²ltimos seis meses cuatro notificaciones del Gobierno Civil, una de ellas por hacer propaganda del bingo a trav¨¦s del correo sin ninguna autorizaci¨®n.
Si en otras ocasiones se han puesto multas a bingos por cerrar a una hora no autorizada, en el pasado semestre se impuso una sanci¨®n de 100.000 pesetas al bingo de la entidad Vallecas Club de F¨²tbol por abrir a las nueve de la noche cuando ten¨ªa que hacerlo a las siete.
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