En apoyo de Valladares

?Cuanto m¨¢s tenaz es el odio de mis carceleros, m¨¢s se llena de amor mi coraz¨®n?, escrib¨ªa recientemente el poeta cat¨®lico Armando Valladares en una carta a Arrabal, la cual milagrosamente sali¨® de su celda.Mucha misericordia necesita este m¨¢rtir para leer con serenidad el informe calumniador de las autoridades castristas sobre su caso publicado esta semana en Interviu.

Los Estados que suprimen la libertad de opini¨®n, primero, niegan la existencia de sus prisioneros pol¨ªticos, y, por fin, les difaman de la forma m¨¢s vil.

Todo preso, cualquiera que sea su opini¨®n, tiene derecho a que su dignidad sea protegida. Un preso pol¨ªtico como Valladares, sin defensa, sin abogados, sin derecho a recibir visitas, correo ni cuidados m¨¦dicos, al cual la tortura le convirti¨® en paral¨ªtico, es merecedor, por lo menos, de respeto.

Valladares, que lleva veinte a?os en los presidios castristas, es un admirable poeta, un pacifista heroico y un m¨ªstico al que no se le permite ni siquiera practicar su religi¨®n.

Contrariamente a lo que afirman las autoridades castristas en su informe publicado por Interviu, pedir la libertad de Valladares no es anticubano, pero s¨ª lo es mantener a este gran poeta en prisi¨®n tras veinte a?os de tortura./ y todos los miembros del Comit¨¦ de Defensa de Armando Valladares. .