Comienza el "Rally" de Montecarlo, la carrera m¨¢s famosa del mundo
El Rally de Montecarlo, la carrera m¨¢s famosa del mundo y que junto a las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indian¨¢polis forma el tr¨ªo de pruebas automovil¨ªsticas que ha traspasado el umbral de la fama mundial, alcanzando incluso a los que no son aficionados al deporte del automovilismo, comienza hoy s¨¢bado en ocho diferentes ciudades del mundo. La edici¨®n de este a?o, que cumple su 70? aniversario desde la ya lejana primera celebraci¨®n, en 1911, contar¨¢ con 275 coches participantes, que tendr¨¢n que recorrer varios miles de kil¨®metros hasta llegar a la meta de Montecarlo -que s¨®lo conquistar¨¢n unos pocos- una semana despu¨¦s. El resultado, siempre incierto, lo es m¨¢s este a?o, por lo imprevisible del tiempo y por lo abierto de la carrera.
El Rally de Montecarlo comenz¨®, en 1911, con el ¨²nico y claro objetivo de fomentar el turismo de invierno hacia esa zona del sur de Francia. Montecarlo, y el resto de la Costa Azul, ya eran por aquella ¨¦poca lugares preferidos por los millonarios para pasar sus largas vacaciones estivales, pero en invierno carec¨ªa de una vida similar.La carrera, que entonces ten¨ªa un reglamento muy especial, deb¨ªa servir para que esos millonarios, que eran a comienzos de este siglo los ¨²nicos con capacidad econ¨®mica suficiente como para poder tener un autom¨®vil, fueron los elegidos para promocionar aquel turismo con sus locos cacharros. Adem¨¢s, los automovilistas que entonces participaban mov¨ªan a su alrededor a tal cantidad de amigos, mec¨¢nicos, etc¨¦tera -hoy d¨ªa eso casi permanece invariable, aunque por distintas razones-, que la promoci¨®n ser¨ªa mucho m¨¢s efectiva.
Aquel extra?o reglamento caus¨® muchos problemas. Entre las puntuaciones que daban la victoria se inclu¨ªan el n¨²mero de kil¨®metros recorridos -se pod¨ªa salir desde cualquier punto del mundo, con la ¨²nica condici¨®n de que un Autom¨®vil Club lo certificase-; el estado del veh¨ªculo al llegar a la meta de Montecarlo; el n¨²mero de plazas transportadas; el confort ofrecido a los pasajeros. y el promedio de velocidad, que en las primeras ediciones no super¨® con mucho la decena de kil¨®metros por hora.
Extra?as organizaciones y muchos problemas
Despu¨¦s de interrupciones por los conflictos b¨¦licos internacionales y otras razones, la carrera monegasca fue cobrando popularidad y aumentando el n¨²mero de participantes, aunque, pese a las variaciones en los reglamentos, las complicaciones que en los primeros a?os fueron causas de no pocas exclusiones continuaron durante los a?os siguientes. Hasta el punto de que, en la ¨¦poca m¨¢s reciente, con participaciones de los mejores profesionales de todo el mundo y el apoyo de las f¨¢bricas de autom¨®viles m¨¢s poderosas, motivos casi infantiles han sido causantes de m¨¢s exclusiones y de esc¨¢ndalos internacionales, en los que, no por casualidad, los beneficiados fueron siempre pilotos o marcas francesas.Esta picaresca por parte de los organizadores monegascos motiv¨®, en los ¨²ltimos a?os, la exclusi¨®n de los tres primeros clasificados -tres Mini- por contar con faros hal¨®genos, para dar la victoria al cuarto, que, curiosamente, era un veh¨ªculo franc¨¦s. Eso ocurr¨ªa hace quince a?os, pero s¨®lo un par de ediciones antes que la presente se excluy¨® de la carrera al finland¨¦s Mikkola, por decir que hab¨ªa cometido un exceso de velocidad por las carreteras con tr¨¢fico abierto.
Arbitrajes chovinistas
Todos estos sistemas arbitrarios para excluir de las clasificac¨ªones a los vencedores morales en beneficio de otros que en la carretera no pudieron hacerlo y se aprovecharon del chovinismo franc¨¦s, caus¨® no pocos problemas a los organizadores, que es de esperar no vuelvan a repetirse en esta edici¨®n, en la que, con una participaci¨®n m¨¢s abierta, los dos m¨¢ximos candidatos a la victoria final son los equipos Audi -alem¨¢n occidental- y Renault -franc¨¦s-, con el piloto galo Darniche al volante de un Lancia Stratos como posible aspirante.
La nieve puede decidir el duelo
En principio, la carrera de este a?o debe dilucidarse entre los potentes Audi Quattro, con tracci¨®n a las cuatro ruedas, y el finland¨¦s Mikkola y la francesa Mouton al volante, y los peque?os pero no menos potentes Renault 5 Turbo, con los franceses Ragnotti y Saby como pilotos. Los coches germanos, gracias a su sofisticado sistema de tracci¨®n, se ver¨¢n especialmente favorecidos si la nieve y el hielo son abundantes por las carreteras de los Alpes, por donde discurre el rally. Por contra, si el buen tiempo preside la mayor¨ªa de los siete larguisimos d¨ªas que dura la dur¨ªsima carrera, los Renault 5 Turbo tendr¨ªan la ventaja de su potencia y manejabilidad -aunque tampoco se desenvolver¨¢n mal sobre la nieve.Junto a ¨¦stos, el franc¨¦s Bernard Darniche, ganador de la carrera hace dos a?os, contar¨¢ con un Lanc¨ªa Stratos, coche de enormes posibilidades en cualquier condici¨®n, pero que, al no contar con todo el apoyo de la f¨¢brica que requiere una prueba de estas caracter¨ªsticas, s¨®lo cuenta como outsider.
La misma situaci¨®n podr¨ªa establecerse para el finland¨¦s Marku Alen, campe¨®n del mundo hace dos temporadas, que disputar¨¢ la carrera al volante de un Fiat Abarth 131, con la t¨¢ctica de esperar si los acontecimientos, producto de las inclemencias del tiempo y de la lucha por la cabeza, le benefician.
Por parte de los restantes equipos, los Fiat Ritmo, Volkswagen Golf y Talbot Lotus s¨®lo podr¨¢n conquistar una m¨¢s que hipot¨¦tica victoria en caso de fracaso de los anteriores. Si no, tendr¨¢n que resignarse con las restantes plazas de honor.
Plazas que, por cierto, le estar¨¢n vedadas al actual campe¨®n del mundo, el alem¨¢n occidental Walter Rohrl, por haber fichado por Mercedes y, s¨®lo unos d¨ªas despu¨¦s, la marca germana haber disuelto el equipo de competici¨®n. Rohrl tendr¨¢ que conformarse con actuar de ouvreur -piloto que recorre los tramos de velocidad, instantes antes de que pase la carrera para informar del estado de la carretera a un determinado equipo- para Opel.
Salvador Serv¨ªa participa de nuevo
Finalmente, el espa?ol Salvador Servia estar¨¢, una vez m¨¢s, presente en el Rally de Montecarlo, en un intento de mejorar su gran actuaci¨®n de la ¨²ltima edici¨®n. Su peque?o Ford Fiesta s¨®lo tendr¨¢ ciertas posibilidades si nieva con intensidad, porque su limitada mec¨¢nica no podr¨¢ competir con las muy superiores de los coches rivales. La ¨¦poca del final de la d¨¦cada de los cincuenta y principio de los sesenta, en la que los coches de motores de 850 cent¨ªmetros c¨²bicos resultaron vencedores absolutos de la c¨¦lebre carrera, est¨¢ ya muy lejana, y ha sido sustituida por la actual, en la que, pese a las inclemencias del tiempo, la calidad de coches y neum¨¢ticos dan la m¨¢xima ventaja a los veh¨ªculos m¨¢s potentes. Y eso que algunos correr¨¢n sin ruedas de clavos -el equipo Peugeot-, en un intento de buscar soluciones para despu¨¦s aplicarlas a la industria y al mercado de los autom¨®viles de uso normal.
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