S¨®lo un ministro democristiano, seguro en la lista de Su¨¢rez
S¨®lo la fecha para la nueva convocatoria del II Congreso de UCD eliminar¨¢ las especulaciones de todo g¨¦nero nacidas tras el aplazamiento que el martes acord¨® por unanimidad el comit¨¦ ejecutivo centrista, declar¨® ayer el ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis Alvarez, considerado afin a las posiciones democristianas del ala cr¨ªtica.Todas las estrategias de todas las alas, cuidadosamente programadas en sus distintas fases, se han visto alteradas por la suspensi¨®n del congreso, tras el informe del titular de Transportes acerca de la huelga de controladores a¨¦reos. El ministro present¨® ante el comit¨¦ ejecutivo un plan alternativo de transporte a la isla de Mallorca, siempre que se asegurase la concentraci¨®n previa de compromisarios, Prensa e invitados en cinco puntos base desde los que ser¨ªan trasladados por barco o avi¨®n hasta Palma.
Del informe que el martes deber¨ªa haberse discutido acerca de la gesti¨®n del comit¨¦ ejecutivo no han trascendido apenas detalles. Se sabe que el secretario general de UCD, Rafael Calvo Ortega, requiri¨® a los ministros del Gobierno y al grupo parlamentario para que cursaran informes sobre el grado de cumplimiento en sus ¨¢reas respectivas del programa electoral del partido.
Algunas de las respuestas obtenidas caus¨® cierta perplejidad. Un ministro llam¨® para solicitar el env¨ªo de un ejemplar de aquel libro editado por el partido bajo el t¨ªtulo UCD, la soluci¨®n a un reto. Y el presidente del grupo parlamentario entreg¨® un pre¨¢mbulo a sus estad¨ªsticas de votaciones y actividades que ha causado malestar en aquellos diputados que han llegado a conocerlo por el tono de su cr¨ªtica y la falta de consulta para su elaboraci¨®n.
En el seno del Gobierno, los democristianos deshojan la margarita de su participaci¨®n en la lista que Su¨¢rez se ha decidido a encabezar para el comit¨¦ ejecutivo. I?igo Cavero parece plenamente dispuesto a aceptar. Jos¨¦ Luis Alvarez prefiere jugar al suspense del ¨²ltimo minuto, pero se piensa que est¨¢ comprometido de antemano con los llamados cr¨ªticos. Juan Antonio Ortega y D¨ªaz-Ambrona, que ha permanecido silencioso en estas v¨ªsperas, tiene ya tomada su decisi¨®n. Si hay lista encabezada por Landelino, ¨¦l no ir¨¢ en la lista de Su¨¢rez, pero s¨®lo aceptar¨¢ su inclusi¨®n en la primera si su composici¨®n queda fuera de toda estridencia.
En esas mismas areas se estima que por muy bien que lo hagan los cr¨ªticos no van a ganar, pero se asegura tambi¨¦n que, por muy mal que se les d¨¦ este segundo congreso, tampoco, van a salir del mismo como perdedores. Alg¨²n observador especialmente bien relacionado con el presidente del Congreso de los Diputados y con el presidente del Gobierno no descarta alguna f¨®rmula de acuerdo. En su opini¨®n, ?Landelino es bastante m¨¢s suarista que muchos de los que van a ir en la lista de Su¨¢rez?.
El II Congreso de UCD, seg¨²n se pronostica con insistencia, dejar¨¢ muy probablemente las espadas en alto. Para los cr¨ªticos ha empezado la cuenta atr¨¢s para la sustituci¨®n de Su¨¢rez. El ¨²ltimo plazo viene fijado por la duraci¨®n de la presente legislatura, que el 1 de marzo de 1983 cumplir¨ªa sus cuatro a?os improrrogables.
Desde ese tope, los cr¨ªticos descuentan entre seis u ocho meses que deben otorgarse al sucesor de Su¨¢rez para que el ejercicio del poder al frente del Gobierno le proporcione el aura de popularidad precisa para una confrontaci¨®n electoral. Estos c¨¢lculos dan un plazo m¨¢ximo para instalar al sustituto que expira el 1 de julio de 1982.
Aunque los partidos del arco parlamentario no quer¨ªan ahora el adelanto de las elecciones, no hay duda de que el t¨¦rmino constitucional no se agotar¨¢. Si la convocatoria electoral tuvieta lugar, como indican ciertas previsiones, antes del verano de 1982, la instalaci¨®n del sucesor de Su¨¢rez deber¨ªa hacerse, como muy tarde, a finales del presente a?o.
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