El Gobierno marroqu¨ª considera t¨ªmido este primer paso, pero conf¨ªa plenamente en Ronald Reagan
La decisi¨®n del presidente Ronald Reagan de aprobar la venta a Marruecos de 108 carros de combate M-60 es considerada, en una primera apreciaci¨®n de urgencia en Rabat, como ?un paso positivo, aunque todav¨ªa t¨ªmido?, de la nueva Administraci¨®n norteamericana hacia Rabat.Esos carros forman parte de un pedido marroqu¨ª solicitado hace casi dos a?os a Estados Unidos, y que incluye adem¨¢s los seis famosos aviones de reconocimiento OV- 10, helic¨®pteros Cobra y Chinook y diverso material militar por valor de 232 millones de d¨®lares (unos 18.000 millones de pesetas). Esta venta hab¨ªa quedado congelada por la mediaci¨®n argelina para la liberaci¨®n de los rehenes norteamericanos en Ir¨¢n.
La impresi¨®n de los militares marroqu¨ªes era que esas armas iban a llegar demasiado tarde, una vez acabada la guerra del Sahara, lo que puede ser cierto si se cumple la profec¨ªa del rey Hassan II, que prev¨¦ la conclusi¨®n de la contienda para finales de este mes. Desde hace ya casi un a?o, no obstante, un grupo de especialistas estadounidenses trabajan en el Sahar¨¢ en la puesta a punto del sistema de alerta electr¨®nica vendido a Marruecos y en el adiestramiento del personal local que lo manejar¨¢,
Armas aparte, el rey Hassan II tiene grandes esperanzas, seg¨²n todos los indicios, en el nuevo presidente Reagan. Un primer gesto significativo puede ser, aunque la informaci¨®n a¨²n no est¨¢ confirmada, el env¨ªo de varios nav¨ªos de guerra norteamericanos a las aguas saharianas, donde desde hace un mes fondean otros barcos de guerra rusos, como intimidaci¨®n contra Marruecos por la captura de cuatro pesqueros sovi¨¦ticos.
Pero la partida que se juega actualmente en el Sahara, para la cual Rabat espera el apoyo decidido de Washington, es, m¨¢s que militar, pol¨ªtica. Aceptado, como parece estarlo, por Marruecos el principio de la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum en el Sahara, es necesario, para que ¨¦ste sea v¨¢lido, que obtenga el aval argelino. Para ello, Rabat parece contar con las buenas relaciones establecidas entre Washington y Argel desde la liberaci¨®n de los rehenes.
En este sentido se han interpretado en la capital marroqu¨ª las declaraciones del nuevo secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, durante sus audiencias ante el Senado a mediados de enero, cuando dijo que ?Estados Unidos debe concentrar sus esfuerzos como catalizador para encontrar una soluci¨®n al conflicto, que, debido al apoyo de Argelia al Polisario, ha causado grandes problemas a Marruecos y le ha impedido solucionarlo?.
Adem¨¢s la impresi¨®n que prevalece en los medios pr¨®ximos a la Embajada norteamericana en Rabat y entre los profesionales de ese pa¨ªs establecidos aqu¨ª es que la nueva Administraci¨®n se va a lanzar decididamente a favor de Marruecos. Se est¨¢n creando las bases necesarias con una m¨¢s estrecha cooperaci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica, hasta el punto que muchos creen que Estados Unidos est¨¢ decidido a Puestionar, aunque no en lo cultural, el papel predominante que juega Francia en el Magreb.
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