La URSS acusa a Solidaridad de tratar de derrocar al r¨¦gimen polaco
CORRESPONSAL, Los medios de comunicaci¨®n sovi¨¦ticos acent¨²an sus cr¨ªticas a los sindicalistas independientes polacos. En las dos ¨²ltimas semanas se han publicado m¨¢s informaciones sobre Polonia que en los momentos de mayor tensi¨®n laboral del pasado oto?o. Casi a diario aparecen declaraciones de dirigentes polacos hostiles a Solidaridad y a la agrupaci¨®n disidente KOR (Comit¨¦ de Defensa de los Obreros). Muchos observadores creen que Mosc¨² trata as¨ª de dar un toque de atenci¨®n a las autoridades polacas pidi¨¦ndoles m¨¢s dureza. Ayer la nota de advertencia a los huelguistas publicada por el Gobierno de Varsovia fue dada a conocer, sin ning¨²n comentario, por la agencia Tass, informa desde Mosc¨² F¨¦lix Bay¨®n.
Entre tanto, se reanudaron ayer las negociaciones entre el Gobierno y la confederaci¨®n de sindicatos libres polacos Solidaridad, en un ambiente de m¨¢xima tensi¨®n, propiciado por la continuidad de las huelgas en las regiones del sur del pa¨ªs y las amenazas gubernamentales.Lech Walesa, presidente de Solidaridad, afirm¨® ayer, antes de iniciar las conversaciones con el primer ministro, Jozef Pinkowski, que se estudiar¨ªan los tres temas m¨¢s conflictivos en la actualidad: los s¨¢bados libres, a legalizaci¨®n de Solidaridad Campesina, rama agraria de la organizaci¨®n presidida por Walesa, y el acceso de los sindicatos libres a los medios de comunicaci¨®n.
A primeras horas de la noche de ayer, fuentes solventes de Varsovia aseguraron que se hab¨ªa conseguido un acuerdo de principio en el tema de los s¨¢bados libres y se pasar¨ªa a discutir inmediatamente los otros dos puntos.
El pasado Jueves, la comisi¨®n nacional (presidencia) de Solidaridad reconoci¨® como parte integrante de la organizaci¨®n a Solidaridad Campesina, cuyos dirigentes aseguran tener ya 600.000 miembros. Junto a los consejeros de Walesa, se espera que participen en las negociaciones con el Gobierno dos representantes del sindicato de agricultores.
Las cr¨ªticas m¨¢s duras
La atenci¨®n, sin embargo, sigue fija en Mosc¨², y ayer la Prensa polaca se encarg¨® de reproducir los ataques de sus colegas sovi¨¦ticos, con unas cr¨ªticas m¨¢s duras que las publicadas por la propia Prensa polaca. Mientras Varsovia negocia con Solidaridad, los medios de comunicaci¨®n moscovitas acusaban a los sindicalistas de tratar de ?imponer reivindicaciones pol¨ªticas cada vez m¨¢s osadas? y de ?oponerse pol¨ªticamente al partido comunista y a propio Estado?.
Lo m¨¢s significativo es que, en los ?ltimos tiempos, Tass hace frecuentes referencias al ?ala de rechista? de Solidaridad, atribuy¨¦ndole la responsabilidad del radicalismo reivindicativo del sindicato independiente.
El jueves, la agencia oficia Tass revelaba, por fin, a qui¨¦n dirig¨ªa estas acusaciones. Como era de suponer, la ?agrupaci¨®n ultraderechista? que mueve la ¨²ltimas oleadas de huelgas es seg¨²n los sovi¨¦ticos, el grupo disidente KOR.
Nerviosismo sovi¨¦tico
M¨¢s all¨¢ de las reivindicaciones estrictamente laborales Mosc¨² parece mostrar cierto nerviosismo por el contenido pol¨ªtico de las demandas sindicalistas polacas. Para Tass, las huelgas favor de los s¨¢bados festivos son simplemente ?un procedimiento t¨¢ctico utilizado por los l¨ªderes de Solidaridad y por las fuerzas antisocialistas que se amparan en este sindicato ?.
Ambos -siempre seg¨²n la agencia oficial sovi¨¦tica- ?piden la libertad de los presos pol¨ªticos, haciendo hincapi¨¦ en que los primeros sean los miembros de la Confederaci¨®n de Polonia Independiente, que intenta la ca¨ªda del r¨¦gimen y la salida de Polonia de la comunidad socialista y del Pacto de Varsovia?.
En apoyo a sus afirmaciones, Tass cita con frecuencia a medios de comunicaci¨®n polacos. As¨ª, el jueves ampliaba sus razonamientos con un p¨¢rrafo de una publicaci¨®n de Varsovia que, al igual que la Prensa sovi¨¦tica, estima que el fin ¨²ltimo de los sindicalistas se oculta en ?pretextos de renovaci¨®n socialista?, cuando realmente pretende ?derrumbar el r¨¦gimen polaco y llevar a la oposici¨®n al poder?.
Otro argumento manejado con asiduidad por la Prensa sovi¨¦tica es el econ¨®mico. Con frecuencia, se cuantifican las p¨¦rdidas causadas por las huelgas en la econom¨ªa polaca, traduci¨¦ndolas en millones de rublos que se han dejado de producir o en n¨²mero de viviendas que podr¨ªan haberse construido con el esfuerzo negado por los huelguistas.
Por otra parte, a pesar de que el fiscal general de Polonia advirti¨® ayer que toda ocupaci¨®n de edificios p¨²blicos, paros en el trabajo y difusi¨®n de boletines no sujetos a la censura oficial ser¨ªan considerados delitos y sujetos a penas de prisi¨®n, las huelgas segu¨ªan en regiones del sur del pa¨ªs.
En Rzeszow decenas de campesinos permanec¨ªan en la sede de los antiguos sindicatos, si bien se reanud¨® el trabajo en siete grandes f¨¢bricas siguiendo ¨®rdenes de Solidaridad. En la regi¨®n de Jelenia Gora se convoc¨® una huelga, y otros paros se registraban en Bielsko Biala, a pesar del llamamiento al trabajo del MKZ, sindicato regional independiente.
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