El secuestro del industrial Su?er amenaza la estabilidad de 2.000 puestos de trabajo
El habitual nivel de autofinanciaci¨®n de las industrias de Luis Su?er, que invert¨ªa en nuevas plantas la totalidad de los beneficios, y el ¨²ltimo proyecto de inversi¨®n, han dejado a Avidesa sin liquidez para hacer frente a un alto rescate. ?Si para obtener liquidez deben hipotecarse o venderse equipos industriales, la estabilidad futura. de los 2.000 puestos de trabajo puede verse amenazada?, seg¨²n han confirmado a EL PAIS fuentes de la empresa. Luis Su?er, de setenta a?os, fue secuestrado el pasado d¨ªa 13 de enero en su despacho de la factor¨ªa Avidesa de Alcira (Valencia) por seis desconocidos a punta de metralleta. Sobre la mesa del director general y propietario de Avidesa quedaron pendientes de ultimar los proyectos de compra de la maquinaria precisa para la ref¨®rma de su sector av¨ªcola, en crisis, y la ampliaci¨®n del de platos preparados en expansi¨®n. Ambas operaciones han supuesto una inversi¨®n de unos 350 millones de pesetas, y conservaci¨®n por reconversi¨®n de trescientos puestos de trabajo.
Al cabo de diecinueve d¨ªas del secuestro del fundador de Avidesa -la empresa espa?ola m¨¢s importante del sector de pollos, helados y platos preparados-, y sin noticia alguna sobre su estado de salud, paradero, identidad de los secuestradores y condiciones para su liberaci¨®n, la hija de Luis Su?er lleva las riendas del negocio. Mar¨ªa del Carmen Su?er Pic¨®, de cuarenta a?os, propietaria del 50% del capital, ha paralizado las ¨²ltimas operaciones de la reconversi¨®n que inici¨® su padre -propietario del otro 50%-, y ha pedido a los directivos de la empresa la m¨¢xima prudencia y precauci¨®n en la realizaci¨®n de las inversiones previstas. La operaci¨®n -?una de las brillantes de Luis Su?er?, seg¨²n ha comentado uno de sus colaboradores- queda sin culminar al suspenderse, hasta que se resuelva el secuestro, la compra de maquinaria pendiente.La reforma del sector av¨ªcola se inici¨® a ¨²ltimos de 1979 y estaba prevista su culminaci¨®n para los primeros meses de este a?o. La cr¨ªa de pollos constituy¨® un verdadero boom econ¨®mico en la Espa?a de los a?os sesenta, cuando el cl¨¢sico arroz con pollo o paella dej¨® de ser un lujo de los domingos para convertirse en fuente casi diaria de prote¨ªnas.
Con la saturaci¨®n del mercado, la industria del pollo entr¨® en crisis en los ¨²ltimos a?os. Luis Su?er, que hab¨ªa obtenido grandes beneficios del boom del pollo y los hab¨ªa reinvertido en nuevas plantas industrias por toda Espa?a, comenz¨® a sufrir las consecuencias de la crisis y a perder dinero en los ¨²ltimos a?os.
Hubo dos posturas diferentes entre el propietario y los directivos, y fuertes discusiones en torno a la soluci¨®n id¨®nea del problema planteado. La posici¨®n aconsejada por los expertos planteaba la necesidad de realizar un ajuste dr¨¢stico de todo el sector av¨ªcola, suprimiendo amplias secciones de gallinas reproductoras, incubaci¨®n y criadero de aves, lo que exig¨ªa una p¨¦rdida de trescientos puestos de trabajo de los 850 existentes, mediante el obligado y cl¨¢sico expediente de regulaci¨®n de empleo.
La segunda opci¨®n mantenida y defendida por el creador de Av?desa fue la de no suprimir todas las secciones propuestas del sector av¨ªcola, sino reformarlas y modernizarlas hasta hacerlas rentables con el m¨ªnimo excedente de mano de obra. Con la reforma sobraron noventa trabajadores, que Luis Su?er no despidi¨®, sino que traslad¨® a una peque?a planta de platos preparados, verduras cocinadas, etc¨¦tera. Con ellos inici¨® el lanzamiento de nuevos productos (?para hacer m¨¢s f¨¢cil la vida al ama de casa, que cada d¨ªa pide m¨¢s tiempo libre?, sol¨ªa decir Su?er), y, cambiando oportunamente los pollos en baja por croquetas, verduras, hamburguesas y otros platos congelados en alza, absorbi¨® los noventa empleos y cre¨® otros 150 nuevos. Este proyecto reci¨¦n iniciado y no terminado a¨²n es el que qued¨® pendiente sobre su mesa de despacho la noche que lo secuestraron.
El segundo asunto en el que se juega el futuro de otros cien puestos de trabajo es el de la empresa Papensa. Luis Su?er, considerado por sus convecinos de Alcira (Valencia) como el mecenas local, recibi¨® hace un par de a?os una petici¨®n escrita de los trabajadores de Papensa, empresa dedicada al papel tis¨², servilletas, etc¨¦tera, en el sentido de que participara en su capital para ?salvarla de la quiebra segura?. Luis Su?er aport¨® el capital preciso para la modernizaci¨®n de la f¨¢brica local, sustituyendo la maquinaria obsoleta y manteniendo el nivel de empleo, y particip¨® en la nueva gesti¨®n empresarial, con lo que Papensa se encuentra en estos momentos pr¨®xima a la rentabilidad.
Emprender y crear
?Si los secuestradores le dan conversaci¨®n?, han comentado sus colaboradores de la factor¨ªa de Alcira, ?Luis Su?er les estar¨¢ seguramente comentando sus interminables proyectos futuros sobre croquetas o hamburguesas, o sus pasadas haza?as empresariales?. Recogiendo impresiones de entre los que le han tratado muy de cerca, la imagen de Luis Su?er se dibuja como la de un hombre de pueblo con una enorme finura empresarial, una inteligencia natural poco com¨²n y una poderosa voluntad para superar tragedias y crisis propias del que se ha hecho a s¨ª mismo. Es un emprendedor incansable. ?Emprender y crear son sus verbos favoritos?, nos ha dicho Jos¨¦ Palacios, adjunto a la direcci¨®n general de Avidesa y ?n¨²mero dos? de Su?er.
Los grandes saltos en la marcha de sus negocios se han debido en general a invenciones ingeniosas o a nuevos sistemas de fabricaci¨®n ideados por ¨¦l. Uno de los ejemplos m¨¢s distinguidos y provechosos es. el de la cajita de cart¨®n plegable para inyecciones, con la que Cartonajes Su?er hizo enormes beneficios, ya que por su comodidad, eficacia y escaso volumen para el transporte y manejo se convirti¨® pronto en profundo indispensable.
Otro de sus proyectos empresariales, que nunca pudo realizar, fue el sue?o imposible de crear, en los heroicos tiempos del seiscientos, un coche popular de solo dos plazas.
"`No es el m¨¢s rico, sino el m¨¢s honrado"`
?No hay ning¨²n dato fidedigno de que Luis Su?er haya sido secuestrado por ETA, pero tenemos la sospecha de que as¨ª ha sido y tambi¨¦n de que los secuestradores saben ahora que se han equivocado de hombre, ya que Luis Su?er, el contribuyente que m¨¢s declar¨® a Hacienda en 1978, no es el m¨¢s rico de Espa?a, sino el m¨¢s honrado?. En estos t¨¦rminos se dirigi¨® a EL PAIS una de las personas m¨¢s pr¨®ximas a la familia Su?er.El creador de Avidesa -seg¨²n hemos podido constatar en Alcira- no responde a la imagen del capitalista que amasa dinero o especula con ¨¦l, sino m¨¢s bien a la del hombre emprendedor y excelente persona que invierte todos los beneficios en crear nuevas factor¨ªas. De ah¨ª la r¨¢pida expansi¨®n de la veintena de f¨¢bricas que tiene repartidas por toda la geograf¨ªa espa?ola.
Es un trabajador infatigable que empez¨® de la nada como dependiente de una droger¨ªa. Se r¨ªe cuando le acusan de paternalista con los obreros. ?Si solucionar un problema acuciante a cualquiera de los que trabajan conmigo es paternalismo, no me importa que me califiquen como tal?, ha declarado en m¨¢s de una ocasi¨®n. En sus empresas, con unos 2.000 empleados, nunca ha habido hasta ahora conflictos laborales. ?Nosotros discutimos?, dice Surier con respecto a los trabajadores, ?pero no re?imos?.
Los trabajadores, que anteayer se manifestaron en Alcira pidiendo su liberaci¨®n, han propuesto recaudar entre ellos el rescate que pudieran pedir los secuestradores, y uno de los alcaldes de un pueblo vecino ha propuesto llevar al Pa¨ªs Vasco autobuses llenos de valencianos para pedir la libertad de Su?er, en caso de que la autora sea ETA.
Su?er no participa de la vida p¨²blica y social, ni del ambiente de la CEOE -?los empresarios pol¨ªticos?-, y no apoya a ning¨²n partido concreto. De joven fue republicano liberal y hoy piensa que ?la democracia no tiene la culpa de lo que nos pasa, sino que es un buen mecanismo que se puede usar bien o mal?. ?Espa?a y Valencia se salvar¨¢n de la crisis?, sol¨ªa decir, ?si as¨ª lo queremos los espa?oles y valencianos?.
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