5.000 personas aclamaron en Bilbao a los Reyes
Tras una visita a la residencia Los Olivos, sede de la delegaci¨®n del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco, la comitiva real abandon¨® a primera hora de la tarde de ayer Vitoria, y se dirigi¨® por la autopista hac¨ªa Basauri, poblaci¨®n obrera situada a unos siete kil¨®metros de Bilbao, con el fin de visitar el acuartelamiento de Polic¨ªa Nacional all¨ª instalado. En el mismo est¨¢n destinados 2.000 hombres pertenecientes, m¨¢s de la mitad, a la Polic¨ªa Nacional, y el resto a dos compa?¨ªas de reserva. Hace tres a?os, un comando de ETAm ametrall¨® desde la autopista el campo de f¨²tbol del cuartel mientras medio centenar de polic¨ªas hac¨ªan ejercicio. El balance fue de una veintena de heridos y cinco muertos.
A ambos lados del ramal que conduce desde la autopista hasta las proximidades del cuartel (alrededor de quinientos metros), se hab¨ªan concentrado un par de miles de personas que saludaron a los Reyes cuando ¨¦stos llegaron, pasadas las seis de la tarde, al recinto cuartelario.En el patio central fueron recibidos por el general Saenz de Santamar¨ªa y otros altos mandos de la polic¨ªa. Tras escuchar en un podio el himno nacional, el Rey pas¨® revista a una compa?¨ªa mixta de la reserva general de polic¨ªa de Bilbao y de la Guardia Civil, en tanto que la Reina saludaba a las personas que, en n¨²mero de un millar, abarrotaban los laterales del patio. Luego ambos presenciaron desde una tribuna el desfile de la compa?¨ªa formada para pasar, a continuaci¨®n, al bar del cuartel, donde departieron de manera informal con personal de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil, y, en especial, con dos compa?eros de promoci¨®n del Rey.
Pasadas las seis y media de la tarde, los Reyes llegaron al Gobierno Civil de Vizcaya, situado en la c¨¦ntrica plaza El¨ªptica de Bilbao, donde ten¨ªan previstas recepciones con el delegado del Gobierno, gobernadores civiles de Vizcaya, Guip¨²zcoa y Alava, Diputaci¨®n Foral del Se?or¨ªo de Vizcaya, Ayuntamiento de Bilbao, delegados ministeriales de las tres provincias vascas, y representantes del poder judicial.
PSOE, UCD y AP hab¨ªan convocado p¨²blicamente al pueblo de Bilbao a concentrarse a las 18.30 horas frente al Gobierno Civil. A esa hora hab¨ªa en la plaza alrededor de 5.000 personas. Fue, sin duda, el recibimiento m¨¢s caluroso desde su llegada por la ma?ana. Mientras que cerca de las tres cuartas partes de los concentrados, que se situaban frente al palacio del Gobierno Civil y en el anillo central de la plaza, vitoreaban a los Reyes cuando ¨¦stos, salieron varias veces a saludar desde uno de los balcones, el resto observaba callado la escena. Entre estos curiosos se hab¨ªan situado grupos poco numerosos de j¨®venes que gritaban
5.000 personas aclamaron en Bilbao a los Reyes
consignas en favor de la amnist¨ªa. Diversos incidentes se produjeron a partir de las siete de la tarde en el centro y casco viejo de Bilbao. A esa hora, MC de Euskadi LKI (LCR) y LAIA hab¨ªan convocado en el parque del Arenal bilba¨ªno una concentraci¨®n-mitin que fue prohibido por el gobernador. Pese a todo se mantuvo la convocatoria. Con antelaci¨®n, fuertes contingentes de Polic¨ªa Nacional controlaban la zona impidiendo cualquier tipo de concentraci¨®n, haciendo uso de abundante material antidisturbios. Grupos de j¨®venes se manifestaron entonces por el casco viejo produci¨¦ndose conatos de enfrentamientos con la polic¨ªa, que utiliz¨® pelotas de goma para dispersarlos. Se cruzaron coches y se lanzaron algunos c¨®cteles molotov.
A partir de las ocho de la noche estaba prevista frente a la Diputaci¨®n de Vizcaya una concentraci¨®n, convocada por Herri Batasuna. Fuertes contingentes de la polic¨ªa abortaron los diferentes intentos por llevar a cabo el acto. En las calles cercanas a la Diputaci¨®n se colocaron barricadas con coches. En un momento determinado lleg¨® a reunirse un grupo de cerca de un centenar de personas, que fue disuelto con gran n¨²mero de pelotas de goma. Dos personas resultaron heridas.
Conatos de manifestaci¨®n
Los conatos de manifestaci¨®n, los saltos y algunos enfrentamientos, con barricadas por medio, se sucedieron hasta bien entrada la noche en la zona del casco viejo de Bilbao.
Alrededor de las 21.15 horas, dieciocho miembros de comit¨¦s antinucleares se encadenaron frente a la Diputaci¨®n de Vizcaya, para, aprovechando la visita de los Reyes, hacer patente su rechazo a la puesta en marcha de la central nuclear de Lem¨®niz. Portaban, a modo de pancartas, grandes soles antinucleares. Una peque?a dotaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional trat¨® de desencadenarlos usando una dureza inusitada.
Llegada del pr¨ªncipe Felipe
A las 18.30 horas llegaba al aeropuerto de Sondica-Bilbao el pr¨ªncipe Felipe, que hoy inaugurar¨¢ el espig¨®n del puerto de Santurce, que lleva su nombre. El Pr¨ªncipe, que viajaba acompa?ado de un coronel de la Casa Real, se dirigi¨® inmediatamente al Gobierno Civil de Vizcaya, donde pernoct¨® la familia real despu¨¦s de una cena ¨ªntima.
En el programa oficial del segundo d¨ªa de estancia de los Reyes en el Pa¨ªs Vasco destaca, por su contenido y significado pol¨ªtico, el acto que a partir de las doce del mediod¨ªa se celebrar¨¢ en la Casa de Juntas de Guernica. Se trata, seg¨²n afirmaron portavoces cercanos a la Casa Real, de ?acto pol¨ªtico fundamental del viaje?. El Rey presidir¨¢ una sesi¨®n conjunta del Parlamento vasco y las Juntas Generales de Alava, Guip¨²zcoa y Vizcaya, de las que es presidente. Se espera un importante discurso del Rey -con algunos p¨¢rrafos en eusquera- y una no menos significativa respuesta del presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea.
A nivel oficial, preocupaba ayer la posibilidad de que se produzcan en el curso de este acto algunos incidentes derivados de la anunciada presencia de los cargos electos de Herri Batasuna en el mismo. Txomin Ziluaga, miembro de la mesa nacional de la coalici¨®n, declaraba ayer a diversos medios de comunicaci¨®n: ?Procuraremos hablar en el acto de Guernica, si no se nos impide, para reivindicar nuestros puntos m¨ªnimos para la normalizaci¨®n de la vida en Euskadi. Queremos, sin embargo, que nuestra actitud no se confunda con la falta de educaci¨®n.
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