Tres d¨ªas hist¨®ricos

Lo que desde ahora mismo se puede dar por seguro es que el viaje de los Reyes es algo diametralmente opuesto a una visita protocolaria. Por un lado, la situaci¨®n actual no permite meros formalismos. Pero es que adem¨¢s ni el Rey ni las autoridades vascas van a dejar pasar estos tres d¨ªas en vano, perdi¨¦ndose en actos y palabras vac¨ªas de contenido.La grave crisis que est¨¢ instalada en la sociedad vasca, como los mismos problemas que hoy tiene planteados Espa?a, se unen para crear unas condiciones, en principio, poco atractivas para que los Reyes visiten nuestra tierra. Pero vistas las cosas desde otra cara, todo ello va a servir para que nadie pued¨¢ disimular la dimensi¨®n de nuestros problemas, de manera que la m¨¢s alta magistratura del Estado tenga un conocimiento real y directo de cu¨¢les son los afanes y los temores, las esperanzas y las desilusiones, las aspiraciones y tambi¨¦n las frustraciones de cuantos f¨®rmamos el Pa¨ªs Vasco.

3 de febrero