Carta a Paco
Paco, amor, Ord¨®?ez, t¨ªo, por ¨¦sta que lo es ver¨¢s que ten¨ªa yo raz¨®n, o sea en la cosa episcobispal, que si hubi¨¦ramos llegado a tomamos un bocata juntos -t¨², tus almuerzos, y yo, mis enrolles y morfas-, como tantas veces hemos proyectado mediante tarjeta/cita, hoy estar¨ªas mejor asesorado y no topar¨ªas con el blanco muro de Espa?a, ay negro toro de pena.O sea que toma documenta. Digo documenta y no documento porque lo que han sacado los episcobispales es la Inquisici¨®n en cuatro folios, por una cara y a dos espacios. Aqu¨ª los pol¨ªticos asisten a sus propios funerales en cuanto la Eclessia acuerda cantarles el gregoriano: el ministro ?volteriano? conde de Aranda, don Manuel Aza?a, Francisco Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez. El Banesto ha comprado Argos/Vergara y Mario Lacruz, escritor, editor, amigo, vuelve ya donde sol¨ªa, o sea Plaza/Jan¨¦s, pero M¨®nica, la argentina de mate y sexo que lleva las relaciones Argos, me sigue mandando material sobre Los helechos arborescentes. Bueno, pues en ese libro ya se cuenta de-alguna-manera c¨®mo todas nuestras guerras civiles han sido guerras de religi¨®n o de ingle: en definitiva, todas de ingle, tema obsedente de los religiosos. Llevamos siglos mat¨¢ndonos por la ingle de las jais, que ahora se la depilan a la cera para salir en el Intervi¨², lo cual que ya sale hasta Mercedes Sampietro, desencuerada me refiero.
Sabr¨¢s por ¨¦sta, Paco, amor, que Alfonso Guerra quiere hacer un refer¨¦ndum nacional sobre el divorcio, como en Italia, para que Innocenti se entere de lo que vale un peine de divorciada en las rebajas Sepu para que la divorciada se peine y despeine sola, esperando a otro. Pero yo barreno que si EL PA?S, que va de laico, es, digamos, el papel de m¨¢s venta en Espa?a, y la Intervi¨², que va de total, es el semanario m¨¢s vendido del Estado pre/espa?ol este de la cosa, el refer¨¦ndum ya est¨¢ hecho. La garita de Antonio, mi quiosquero, es el colegio electoral donde se retratan cada ma?ana los lectores votantes, con un baroja que afeita (no es don P¨ªo, robot, inculto: ?baroja?: viento fr¨ªo en el cheli/40, que a¨²n no ha estudiado Manuel Seco en la cosa March). Quiere decirse que el personal ya ha elegido, pero la Eclessia nacional tiene un ¨¢ngel progre que fuma negro, o sea Taranc¨®n, y est¨¢ descontento con el mal rollo (que traiciona ¨ªntimamente su famoso/valeroso ?discurso de la Corona?), y la Eclessia tiene asimismo un ¨¢ngel toledano /vallisoletano, o sea don Marcelo, a quien el Greco no puede pintar porque se le cae. El Greco pintaba ?formas que vuelan? (d'Ors: el librero Berchi me regala otro incunable de aquel periodista de alta cuna), y no formas que pesan. Don Marcelo es un ¨¢ngel fond¨®n que pesa demasiado y a¨²n no ha aprendido a volar. Ha llegado a cardenal primado, pero jam¨¢s llegar¨¢ a ¨¢ngel custodio de la sociedad espa?ola, porque, en cuanto echa a volar desde la roca Tarpeya para que el Greco le tome una instant¨¢nea, le pesan los michelines teol¨®gicos y se cae. As¨ª pues, Taranc¨®n, el ¨¢ngel del tabaco negro (tabaco compartido, como eucarist¨ªa de la Tabacalera, SA, con el personal) y el ¨¢ngel anti/Greco, que se cae siempre en su blandura cardenalicia, como los globos fin -de -siglo, han librado un combate a dos espacios, en el ¨¢mbito cerrado de cuatro folios, y la paloma trinitaria -Innocenti- les presid¨ªa desde un tri¨¢ngulo equil¨¢tero: Roma, Opus, Rota.
Paco, tronco, eres ya casi como Cop¨¦rnico, Galileo, Servet y todo el antisantoral. Condenado est¨¢s, al fuego eterno me refiero, eso de todas/todas, a ver si me entiendes, pero ahora s¨ª que quiero tomar un cubata contigo, porque mola como tomarlo con el Galilei. La Eclessia no aprende nada de sus errores. Pero vendr¨¢ un Hans K¨¹ng a reivindicarte. Aqu¨ª, siglo m¨¢s o menos, todos acabamos confesores y santos. A Unamuno lo met¨ªan y sacaban del ¨ªndice como poni¨¦ndolo a remojo. Te llevar¨¦ partagases al auto de fe. El fuego te lo ponen ellos.
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