La Blanca Paloma
Roc¨ªo.
Direcci¨®n: Fernando Ruiz. Gui¨®n: Ana Vila. Fotograf¨ªa: V¨ªctor Estevao. M¨²sica: Salvador Tavora. Montaje: E R. Vergara.
Sala de estreno: Bellas Artes.
Quienes afirman que nada ha cambiado, que nada ha conseguido el cine en Espa?a desde que la censura desaparecio, deben ver Roc¨ªo, escrito por Ana Vila y realizado por Fernando Ruiz. La Blanca Paloma es una de tantas v¨ªrgenes perdidas o escondidas, recuperadas luego en diversas circunstancias para ser entronizadas en diversas regiones espa?olas.Las circunstancias sociales y econ¨®micas de la Andaluc¨ªa baja, unidas a remotas tradiciones cuando no a concretos intereses, se hallan explicados exhaustivamente en esta pel¨ªcula, que, m¨¢s all¨¢ del t¨®pico, nos muestra la verdadera imagen de una imagen borrada por un folklore particular, como en el caso de tantas otras.
Desde Tierra sin pan, pocas veces el cine espa?ol se ha acercado al pueblo espa?ol. En ¨¦sta lo hace de modo excelente. No es un filme perfecto dentro de su estilo, pero entre el humor y el drama, muestra a la postre lo que su director se propone: ofrecer el verdadero rostro de una realidad conocida y sentida desde ni?o.
La primera parte pudo ser m¨¢s breve, salvadas las exigencias de metraje, pero estorba m¨¢s la inclusi¨®n en ella de ajenas iconograf¨ªas que la inclusi¨®n, m¨¢s tarde, de planos procedentes de otros documentales. La exposici¨®n no se halla demasiado bien estructurada para quienes no conozcan la fiesta de esta Paloma Blanca a lo, largo de su famosa semana.
Hay, en cambio, secuencias que llaman la atenci¨®n, como esa mutilaci¨®n de im¨¢genes para poder luego vestirlas de seda y joyas convertidas en tr¨¢gicos mu?ones, y hay, sobre todo, la procesi¨®n en s¨ª, con forasteros y vecinos disput¨¢ndose las andas de la Virgen. A pesar de que la mezcla de grabados, ¨®leos y dibujos no se haya llevado a cabo con destreza y el final se despegue un tanto, Roc¨ªo, con su excelente banda musical y sus entrevistas, que a veces convierten el dolor en humor, supone un documento de excepci¨®n no s¨®lo como documental, sino en la historia toda del cine espa?ol.
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