Frente a los energ¨²menos

La prueba suprema de este viaje de don Juan Carlos, programada en el santuario del nacionalismo vasco, presentaba indudables riesgos. Esto se sab¨ªa de antemano y la expectaci¨®n era evidente, incluso fuera de nuestras fronteras. Afrontarlos de cara constitu¨ªa una priniera victoria. La gran lecci¨®n de majestad que ha sabido dar el Rey la ha convertido en memorable, porque ha puesto las cosas m¨¢s claras a la vista de todo el niundo.De un lado y detr¨¢s del Rey est¨¢n situados los que respetan las instituciones democr¨¢ticas, los que de veras desean que los espa?oles puedan vivir en paz y en libertad. En el extremo opuesto quedan los que aprovechan esa libertad para intentar derribar las instituciones. Son los aliados naturales del terrorismo, que emplean el arma del miedo con intenci¨®n de imponer el silencio y la dictadura. Se repite, en definitiva, el eterno antagonismo

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entre dem¨®cratas y totalitarios, entre moderados y extremistas, entre civilizados y b¨¢rbaros. Barcelona, 5 de febrero