Graves p¨¦rdidas econ¨®micas en las estaciones invernales de Guadarrama por la falta total de nieve
Una inactividad casi total se registra en las tres estaciones invernales que existen en la provincia de Madrid ante la ausencia total de nieve. Los pocos madrile?os que se desplazan a Navacerrada, Valcotos y Valdesqu¨ª los fines de semana van simplemente a respirar aire puro, porque la escasa cantidad de precipitaciones ca¨ªdas desde mediados del pasado oto?o en la zona ha impedido que durante el tiempo que va transcurrido de temporada se haya podido practicar ni un solo d¨ªa el deporte del esqu¨ª. Esta circunstancia conlleva unas consecuencias desastrosas en el plano econ¨®mico para toda la industria local relacionada con el deporte de la nieve, y las cifras de paro son ya alarmantes a mitad de temporada. Est¨¢ en estudio la solicitud, por parte de los afectados, principalmente de los industriales de hosteler¨ªa, de declaraci¨®n de zona catastr¨®fica al contorno de influencia de las tres estaciones invernales y ya es previsible que las instalaciones no lleguen a abrirse este a?o, lo que perjudicar¨ªa a m¨¢s de 200.000 aficionados al deporte de la nieve, que acuden asiduamente a ellas durante el invierno.
Un paisaje verde-seco en las zonas de arbolado, con mechones blancos de hielo en las partes m¨¢s frondosas; unas estrechas franjas nevadas en los picos m¨¢s altos, con laderas en marr¨®n y roca y un cielo azulblanco celeste es la panor¨¢mica que se encuentra el viajero a medida que se acerca a las proximidades de las estaciones de invierno que existen en la provincia de Madrid, en la parte oeste de la sierra de Guadarrama. Un panorama desolador para los amantes de los deportes de nieve y una muestra de la precaria situaci¨®n en que se encuentran las numerosas personas de la provincia que trabajan en la infraestructura hostelero-deportiva de la zona.
Por los Santos, nieve...
Esta temporada no se ha cumplido el dicho popular de ?Por los Santos, nieve en los altos?, que se?ala que a primeros de noviembre comienza a nevar y las pistas para los descensos en esqu¨ª se van preparando para la temporada deportiva. Una temporada que tiene su apogeo entre las vacaciones navide?as y las de Semana Santa. No ha nevado por los Santos y se teme que no lo haga en lo que resta de invierno. Por ello, los m¨¢s de 200.000 aficionados al esqu¨ª no se han estrenado este a?o en Madrid. Pero, al fin y al cabo, lo suyo se trata de una afici¨®n. El problema viene para el que vive de estos deportes.Los m¨¢s afectados son los empleados de los servicios de remontes, la hosteler¨ªa, los negocios de equipamiento y, en definitiva, toda la infraestructura industrial de los pueblos de la sierra, principalmente Cercedilla y Navacerrada, orientada hacia los deportes invernales. Mientras los empleados de Transportes A¨¦reos de Guadarrama, SA (TAGSA), que controla los servicios de remontes de las estaciones de Navacerrada y Cotos, no cobran desde hace seis meses por dificultades econ¨®micas de la empresa, los trabajadores aut¨®nomos relacionados con la nieve comienzan a sufrir hambre y parte de su paro lo remedian con labores muy coyunturales, si es que las encuentran.
Y la crisis de la hosteler¨ªa s¨®lo se ve paliada m¨ªnimamente por el buen tiempo que disfruta la zona, lo que hace que un buen n¨²mero de madrile?os se desplace los fines de semana a respirar el aire puro que la contaminaci¨®n alarmante de la capital le impide aspirar durante los d¨ªas laborables. Tiempo que, seg¨²n los servicios meteorol¨®gicos de la estaci¨®n, es similar al normal de las ¨²ltimas semanas del mes de junio.
La situaci¨®n econ¨®mica del sector es agobiante. Mientras que Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez, encargado de uno de los tres, restaurantes del puerto de Navacerrada, declaraba a EL PAIS que en lo que va de temporada lleva perdidos varios millones de pesetas, Paco, due?o de un restaurante del centro del pueblo, se?ala que se ha visto obligado a cerrar el servicio, de comedor ante la escasa afluencia de p¨²blico. ?A?o de nieves, a?o de bienes?, comentaba un amigo suyo dedicado al negocio de alquiler de cadenas y accesorios para la nieve, que este a?o se ha tenido que dedicar a trabajar en el sector de la construcci¨®n. ?La nieve?, terminaba, ?no s¨®lo es un beneficio para los que vivimos de ella, sino para todos, porque trae riqueza para el campo, agua para los habitantes.
Cuando nieva en la sierra, llueve m¨¢s en Madrid, lo tengo comprobado, hay menos contaminaci¨®n...?. Lo dice mientras se?ala el embalse de las inmediaciones, que en la actualidad se encuentra pr¨¢cticamente seco.
?Este a?o no caen pesetas, que dice la gente cuando ve nevar?, indica Ram¨®n Alonso, uno de los hombre del tiempo de la estaci¨®n, quien se?ala que durante el mes de enero se disfrutaron en la sierra casi 170 horas de sol despejado, una cifra similar a las fechas del solsticio de verano. Adem¨¢s de los restaurantes y hoteles, de los servicios de remontes y los de alquiler de accesorios y guardaesqu¨ªs, el hecho de que no se registren precipitaciones de nieve en casi la totalidad de la temporada repercute en el resto de las industrias de la zona.
Enrique Espinosa, alcalde centrista de Cercedilla, hombre muy preocupado por los problemas de la zona, se?alaba que esta sequ¨ªa se nota hasta en los servicios del matadero municipal. ?Adem¨¢s de los 45 bares que existen en el pueblo, que al igual que los de Navacerrada sufren las consecuencias de la falta de nieve, la crisis llega tambi¨¦n a las carnicer¨ªas. La gente, cuando sube a la sierra, suele aprovechar para llevarse carne para la semana. Son muchas las reses que se sacrifican en la temporada invernal en nuestro matadero municipal. Sin embargo, este a?o la actividad es escasa y los problemas para los carniceros, enormes?.
?La crisis?, se?ala el alcalde, ?afecta a unos cuatrocientos trabajadores, principalmente de dos pueblos, que en total cuentan con poco m¨¢s de 5.000 habitantes. En realidad?, a?ade, ?la crisis no es nueva, ya que desde hace tres o cuatro a?os nieva poco, pero lo que ocurre este a?o ya es alarmante ?.
Todo est¨¢ vac¨ªo
?S¨ª, hombre, ahora que estamos en verano puedes tomarte un helado?, le dice Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez al hijo del ¨²nico matrimonio que ha entrado a comer en su restaurante. Y es que todo est¨¢ vac¨ªo. Las grandes explanadas de los aparcamientos de la zona, con capacidad total para unos 11.000 autom¨®viles, son ahora enormes solares en los que s¨®lo se ve alg¨²n que otro Land Rover de la industria serrana. De las 30.000 personas que se calculan suben a esquiar los domingos en invierno, la afluencia actual no llega al 15%. Los cursillos para escolares, que suelen durar cinco semanas, entre enero y febrero, este a?o se han suspendido.Desde hace d¨ªas se est¨¢ rodando una pel¨ªcula en la zona. En temporada normal, todo el personal de rodaje se hospedar¨ªa en los hoteles de la sierra, comerla en sus restaurantes y acudir¨ªa a los centros de diversi¨®n. El tiempo casi veraniego que all¨ª se disfruta ha hecho que terminadas las horas de rodaje todos estos trabajadores cojan sus coches y vuelvan r¨¢pidamente a Madrid, sin gastarse apenas nada en la sierra.
En un recorrido realizado por EL PAIS a las tres estaciones invernales de la provincia de Madrid se observaba a la gente vestida simplemente con un jersei, sin la indumentaria t¨ªpica de estas fechas, es decir, anorak, guantes, gorro, etc¨¦tera. Todo es consecuencia del espl¨¦ndido sol, que ha hecho que el servicio de autobuses haya reducido en un 75% sus viajes y que los trenes a las estaciones invernales suban pr¨¢cticamente vac¨ªos. Y que poco remediar¨¢ los problemas de los trabajadores de los remontes, aunque se haga cargo de los mismos la Diputaci¨®n, ya que lo que hace falta es que nieve.
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