La constructora Raymundo V¨¢zquez agoniza en espera de un cr¨¦dito oficial
?Majestad, 315 trabajadores empresa gallego Raymundo V¨¢zquez Construcciones y familias sufren violencia f¨ªsica y moral por parte empresarios y Gobierno. Unico delito achacado defender puesto de trabajo?. De esta forma comienza un telegrama enviado por la asamblea de trabajadores de Raymundo V¨¢zquez al Rey, en un momento en el que todas las ayudas prometidas parecen encontrarse paralizadas y algunas de ellas aparentemente olvidadas.
En el telegrama, los trabadores de la empresa hacen un completo memorial de agravios, en el que se afirma que Galicia est¨¢ siendo discriminada, puesto que en otras regiones se han vertido cr¨¦ditos muy superiores para fines similares; que Calvo Ortega se niega poner en pr¨¢ctica los mecanismos legales para conceder el prometido cr¨¦dito de 185 millones, a pesar de que no era ministro de Econom¨ªa cuando la promesa se hizo; que al Gobierno vasco se le acaba de ofrecer dinero para empresas en crisis y a la Xunta de Galicia se le niega. ?Todos nos enga?aron?, contin¨²a el telegrama, ?Xunta de Galicia prometi¨® soluci¨®n. Llevamos diez meses sin trabajo y sin cobrar?.Luego se refieren al entonces presidente Su¨¢rez, que verane¨® en la finca Atl¨¢ntida, propiedad de la empresa Raymundo V¨¢zquez, y prometi¨® al empresario cr¨¦ditos y obras y ni siquiera pag¨® el alquiler del veraneo. Tambi¨¦n el ministro de Obras P¨²blicas y presidente de UCD de Pontevedra, Sancho Rof, prometi¨® un cr¨¦dito con un anticipo-puente de 45 millones de pesetas para antes del 21 de diciembre de 1980 (fecha del refer¨¦ndum auton¨®mico).
Al llamamiento desesperado que significa este telegrama hay que a?adir algunas circunstancias actuales. Seg¨²n representantes de los trabajadores, el gobernador civil les ha confesado que no puede localizar a los empresarios.
Al parecer, los responsables de la empresa est¨¢n ilocalizables para los trabajadores y para el Gobierno Civil desde que el d¨ªa 3 de febrero amenaz¨® con el cierre patronal. El d¨ªa 4 se present¨® la comunicaci¨®n y el d¨ªa 5 los trabajadores se encontraron con el cierre patronal.
Los trabajadores insisten en que la empresa es viable y est¨¢n decididos a apoyar hasta sus ¨²ltimas consecuencias el plan de viabilidad que cuenta con el visto bueno de la Xunta de Galicia, comunicado a trav¨¦s de la Conseller¨ªa de Trabajo por Andr¨¦s Eguibar, quien hace varios d¨ªas que no aparece por la sede del organismo auton¨®mico.
?El problema de esta empresa est¨¢ en sus directivos, que no han realizado una gesti¨®n adecuada?, manifiesta un miembro del comit¨¦, quien a?ade que ?incluso parece que las dificultades de la Administraci¨®n para la concesi¨®n del cr¨¦dito son porque los due?os de la empresa no quieren aportar algunas de sus propiedades para avalarlos?.
Sin embargo, en medios de la patronal provincial de la construccion, APEC, tienen una opini¨®n algo diferente de los males que aquejan a Raymundo V¨¢zquez, empresa que curiosamente no pertenece a aquella patronal. ?Se trata de una empresa?, declar¨® a EL PA?S un responsable de APEC, ?que ha funcionado amparada en las amistades dentro de la Administraci¨®n en el anterior r¨¦gimen. Consegu¨ªa as¨ª contratos de obras p¨²blicas y mantuvo una estructura adecuada para aquella situaci¨®n, que ahora se ve imposibilitada de acudir en otras condiciones a ese mercado, adem¨¢s de haber ido acumulando impagados de la Administraci¨®n ?. Raymundo V¨¢zquez perteneci¨® a APEC, pero no lleg¨® a pagar la primera cuota.
De todas formas ha pasado ya mucho tiempo desde que la soluci¨®n al problema se hubiese planteado; quiz¨¢ hoy los 185 millones prometidos en junio pasado sean insuficientes.
Al mismo tiempo, algunos contratos que todav¨ªa est¨¢n en manos de la empresa podr¨ªan caducar en breve.
Por su parte, los trabajadores basan su creencia de que la empresa es viable con las ayudas necesarias para poner su estructura en condiciones de ampliar su mercado de contrataci¨®n, en que todav¨ªa tiene canteras de su propiedad y otras alquiladas, que permiten una rentabilidad, as¨ª como la planta de hormig¨®n instalada en el municipio de Barro, recientemente paralizada por el cierre patronal de la empresa. Pero consideran los trabajadores que, siendo una de las principales empresas gallegas del ramo de la construcci¨®n, su actividad, preferentemente dedicada a las obras p¨²blicas, se ha visto tambi¨¦n perjudicada porque ¨²ltimamente el Ministerio del ramo no ha invertido en Galicia en obras p¨²blicas.
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