Mart¨ªn Llad¨® y Garc¨ªa Rom¨¢n, premios Arpa de composici¨®n
Miguel Angel Mart¨ªn Llad¨® (Madrid, 1950)y Jos¨¦ Garc¨ªa Rom¨¢n (Granada, 1945), han obtenido el arpa de Oro y de Plata, respectivamente, en el VII Concurso de Composicion, organizadopor la. Confederaci¨®n Espa?ola de Caja de Ahorros. Dici premios est¨¢n dotados con 400.000 y 150.000pesetas, adem¨¢s de la edici¨®n y grabaci¨®n en disco de las obras. La prueba final, celebrada en el teatro Real, convoc¨® un auditorio tan numeroso como interesado, que no mostr¨® la menor aisidencia con el fallo del jurado.Diana de Efeso responde a incitaciones ambientales recibidas por Mart¨ªn Llad¨® durante su larga residencia en Italia como Premio Roma. En medio de los jardines de la villa de Este -que ya inspiraran a Listz- y de su sinfon¨ªa de verdes y fuentes, -el compositor fija su atenci¨®n en la Fontana de, la Naturaleza, de Giglio dflla Vellita, que -reproduce la figura de Diana de Efeso, con sus m¨²ltiples senos y las mil significaciones Misteriosas para la mirada del artista.No se trata, f¨¢cil es suponerlo en un autor de naturaleza actual, de ning¨²n descriptivismo, sino de una incitaci¨®n de un punto de partida, a lo que hay que a?adir, dada la dedicaci¨®n del concurso a Enrique Granados, la utilizaci¨®n de temas de dos danzas del compositor leridano: oriental y andaluza, cuyos motivos est¨¢n, por otra parte, tan emparentados que el de la segunda parece variaci¨®n enriquecida del bajo de la primera. Ahora bien, tal presencia no tiene mayor valor que el de una dedicatoria.
Riqueza imaginativa
Por segunda vez obtiene Garc¨ªa Rom¨¢n el Arpa de Plata (la primera fue en 1978), con su partitura o tempora, confirmaci¨®n, ante todo, de un valor sustancial del m¨²sico granadino: la riqueza imaginativa. Como buen hijo de,la ciudad del Darro, esa imaginaci¨®n creadora adopta un natural talante surrealista, lo que significa y enriquece su aportaci¨®n.
Suele confundirse imaginaci¨®n con espontaneidad, y ¨¦sta con trabajo f¨¢cil y director. Me parece que Garc¨ªa Rom¨¢n escribe, tal quer¨ªa Falla, con esfuerzo: el de someter cuanto hace a una continua revisi¨®n desde un criterio fuertemente exigente. Dir¨ªamos, entonces, que el gran problema es el de controlar la imaginaci¨®n, someterla a ¨®rdenes conceptuales que, en esta obra, giran en torno a distintas valoraciones de lo temporal Lo inanimado contra lo humano (por seguir las ideas del autor), lo m¨¢s est¨¢tico (estatismo vibrante como el aire en Granada) frente a m¨¢xima flexibilidad.
La atenci¨®n sigue en escucha activa todas las incidencias de los procesos sonoros que nos sorprenden a cada paso con nuevas aventuras. Las dos obras, bien dirigidas por Jos¨¦ Mar¨ªa Franco a un conjunto de c¨¢mara, fueron muy aplaudidas y sus autores saludaron varias veces desde. la escena.
Los otros dos autores finalistas (premiados por tal condici¨®n con 50.000 pesetas, difusi¨®n y edici¨®n de sus obras,) fueron el leon¨¦s Jos¨¦ Marla Garc¨ªa Laborda (1946), formado en Espa?a y Alemania, por su C¨¢ntico, sobre san Francisco de As¨ªs, y Zulema de la Cruz (Madrid, 1958), disc¨ªpula de Carra, Cal¨¦s y Bernaola, por su Neuclofon¨ªa.
Si Laborda muestra solidez t¨¦cnica y libertad estil¨ªstica al dramat¨ªzar musicalmente el texto de san Francisco, la joven De la Cruz muestra una refinada preocupaci¨®n estructural y t¨ªmbrica anunciadora de posibilidades futuras de importancia.
En la segunda parte de la audici¨®n fueron programadas algunas p¨¢ginas casi in¨¦ditas de Granados; sencillo y de muy directo sabor catal¨¢n el final de la suite Navidad; refinado, con evidente influencia de Faur¨¦, el tr¨ªptico Elisenda, inspirado en un poemade Apeles Mestres. Obra distinta al Granados habitual, contaba entre las predilectas de Falla y Salazar. La Trova (m¨¢s divulgada en la transcripci¨®n violoncell¨ªstica dedicada a Casals) es, sin duda, el fragmento m¨¢s bello e interesante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.