Los laboristas brit¨¢nicos aplauden a Margaret Thatcher por no cerrar las minas de carb¨®n

Tras la decisi¨®n del Gobierno brit¨¢nico de cancelar el cierre de varias minas, revisar la cuesti¨®n de las importaciones de carb¨®n y aumentar el dinero a disposici¨®n de la Junta Nacional del Carb¨®n, los bancos de la oposici¨®n aplaudieron ayer a la primera ministra, Margaret Thatcher, en lo que consideraron una acci¨®n acertada que puede significar un claro cambio de pol¨ªtica. La huelga de los mineros, est¨¢, sin embargo, en el aire, y podr¨ªa llevarse a cabo en varias regiones del Reino Unido.

Seg¨²n algunas fuentes, la decisi¨®n del Gobierno conservador fue tomada por Margaret Thatcher, tras grandes presiones por parte de su propio Gabinete. Hace s¨®lo una semana, la propia Thatcher se habla negado a intervenir en una disputa que consideraba de la exclusiva competencia de la Junta del Carb¨®n y los sindicatos, pero la amenaza de una huelga nacional de los mineros, que recordaba los motivos que hicieron caer al Gobierno de Edward Heath, en 1974 provoc¨® el cambio de actitud de la primera ministra brit¨¢nica.Con la ayuda gubernamental a la British Leyland, esta ¨²ltima decisi¨®n sobre los mineros podr¨ªa ,significar que el thatcherismo te¨®rico est¨¢ tocando a su fin. Esto no quiere decir que Thatcher est¨¦ acabada, sino que lentamente su Gobierno est¨¢ cambiando su pol¨ªtica monetarista y estrictamente liberal por una actitud m¨¢s pragm¨¢tica y tradicional. De ah¨ª la ovaci¨®n de los diputados laboristas a la primera ministra ayer en el Parlamento y las sarc¨¢sticas palabras del l¨ªder de la oposici¨®n, Michael Foot, en apoyo de la decisi¨®n tomada por el Gobierno. Por su parte, las cr¨ªticas de los diputados conservadores desilusionados se centraron en el presidente de la Junta del Carb¨®n, sir Derek Ezra, cuya dimisi¨®n ha sido requerida por algunos sectores.

Una reuni¨®n en la ma?ana de ayer del comit¨¦ ejecutivo del Sindicato Nacional de los Mineros decidi¨® ayer, por quince votos, contra ocho, recomendar a los huelguistas la vuelta al trabajo. S¨®lo si en las conversaciones tripartitas de la semana pr¨®xima el Gobierno no cumple lo prometido, se llegar¨ªa a un voto general recomendando la huelga.