Saura estren¨® con ¨¦xito "Deprisa, deprisa", en el Festival de Berl¨ªn
La pel¨ªcula Deprisa, deprisa, del director Carlos Saura, ha venido a levantar el Festival de Berl¨ªn de la monoton¨ªa en que se encontraba. Si bien es cierto que algunos cr¨ªticos extranjeros se han sentido perplejos ante la obra del director espa?ol, buscando en ella, nadie sabe por qu¨¦, truculencias o explicaciones sociol¨®gicas baratas, la mayor¨ªa de esa cr¨ªtica y del p¨²blico berlin¨¦s aplaudi¨® con entusiasmo esta cr¨®nica negra de la llamada delincuencia juvenil espa?ola, en la que Saura no ha abusado de ning¨²n moralismo f¨¢cil, sino que, por el contrario, se ha empe?ado en ofrecer, muy en primer lugar, un testimonio real y veros¨ªmil de las realidades de sus personajes.
Cuatro adolescentes, desconectados de la te¨®rica moral oficial, de sus valores y contradicciones, viven sus vidas de forma opuesta, atendiendo a deseos y necesidades distintos -aunque en ¨²ltimo caso id¨¦nticos a los de los llamados hombres de orden, pero negados por estos-, sintiendo que la existencia se les va ?deprisa, deprisa?.El rigor de Carlos Saura le ha conducido por unos derroteros no conocidos hasta ahora en el cine espa?ol interesado por el tema. En su caso, pues, se ofrece una perspectiva entomol¨®gica, una visi¨®n desapasionada y objetiva, aunque no por ello exenta de complicidad, sobre estos j¨®venes marginados que s¨®lo pueden esperar de la sociedad que les rechaza lo que ellos mismos puedan conseguir.
Estructurada como una historia de amor, Deprisa, deprisa, no es s¨®lo esto, si bien la an¨¦cdota de la pel¨ªcula se va estructurando de acuerdo a los sentimientos amorosos de la pareja. protagonista; esos mismos sentimientos surgen y se desarrollan en un contexto bien distinto al oficial. Sin prejuicios (positivo o negativos), sin demagogias, sin ternurismos, la cr¨®nica de Carlos Saura es la m¨¢s firme, dura, importante, de cuantas se han aportado a la comprensi¨®n de un fen¨®meno social que en nuestro pa¨ªs adquiere caracter¨ªsticas realmente importantes.
Quiz¨¢ por ello, esa cr¨ªtica extranjera que, en comentarios de pasillo, no aceptaba la pel¨ªcula como el importante documento que realmente es, fuera menos sensible al hecho social que la motiva. Sin embargo, seg¨²n fueron pasando las horas tras la proyecci¨®n, esos mismos cr¨ªticos -franceses, en su mayor¨ªa- comenzaban una nueva lectura de la pel¨ªcula, sospechando que en la primera se hab¨ªan sorprendido m¨¢s por el hecho de que Deprisa, deprisa no conectaba estil¨ªsticamente con las anteriores pel¨ªculas de Saura -al menos, en una visi¨®n superficial- neg¨¢ndose a s¨ª mismos la posibilidad de abrirse a la comprensi¨®n de una de las mejorespel¨ªculas exhibidas.
Por otra parte, el certamen no acaba de animarse del todo, a pesar de las reuniones que tanto la asociaci¨®n de productores como la de directores alemanes sostienen a menudo para redactar definitiva mente el texto que re¨²na las exigencias que todos ellos tienen planteadas al festival, una de las cuales supone la dimisi¨®n de su actual director.
Los cineastas locales no han soportado con facilidad que el festival ofreciera una pel¨ªcula alemana, cuando todos hab¨ªan decidido marginarse de la convocatoria de este a?o, no s¨®lo por la gesti¨®n del festival en s¨ª, como por la poca ayuda que este parece prestar al desarrollo de la cinematograf¨ªa alemana.
Aunque es un¨¢nime la impresi¨®n de que este a?o Berl¨ªn no est¨¢ a la altura de sus convocatorias anteriores, Deprisa, deprisa, como dec¨ªamos al principio, lo ha colocado ya a un nivel serio y se espera en estos ¨²ltimos d¨ªas recibir nuevas y agradables sorpresas,
Babelia
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