Ord¨®?ez y Bandr¨¦s

El grado de libertad de expresi¨®n permitida en los reg¨ªmenes democr¨¢ticos sirve sobre todo, es mi opini¨®n, para destacar figuras con gran talla humana. En nuestro pa¨ªs perm¨ªtase atenernos al caso de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y de Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, por dignificar el ejemplo. Estas ¨²ltimas semanas les hemos visto reaccionar ante enormes presiones que a cualquier otro nos hubieran espantado, y, sin embargo, la valent¨ªa de estas personas, su talante y su longanimidad, les han elevado por encima de las falsas representaciones de realidad que como muros han puesto ante ellos los poderes f¨¢cticos. Esto es, para m¨ª, la principal forma de dar ejemplo a la juventud; esto es, para m¨ª, la principal posibilidad de aleccionar moralmente a un pueblo. Insisto, mejor que ninguna otra.El caso del ministro socialdem¨®crata es m¨¢s trascendente que el del socialista vasco en lo que se refiere al abanico pol¨ªtico de la sociedad espa?ola de cara a las pr¨®ximas elecciones generales, que UCD se esfuerza en anticipar. En este sentido, quisiera acabar esta breve carta haciendo tres reflexiones finales. Una primera es la consideraci¨®n de que los mensajes de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez vienen a suponer el umbral a partir del cual los trabajadores dejamos de percibir cualquier est¨ªmulo. Una consideraci¨®n segunda plantea el agradecimiento que debemos al se?or Su¨¢rez por haberle otorgado Hacienda y Justicia en dos momentos en que Hacienda y Justicia eran realmente Estado y no mera administraci¨®n. Una tercera consideraci¨®n expresa, ahora sin generalizaciones: mi ambici¨®n pol¨ªtica personal de poder votar muy pr¨®ximamente a un t¨¢ndem formado por Felipe Gonz¨¢lez y Paco Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez./