Entre el golpe y la democracia

Despu¨¦s de la angustiosa noche del d¨ªa 23, y al ver en la Prensa matutina la foto de un oficial panchovillesco con gesto triunfador, y la otra a¨²n m¨¢s bochornosa de unos guardias civiles zarandeando a un teniente general de nuestro Ej¨¦rcito, muchos sentimos, como espa?oles, una profunda pena y verg¨¹enza.Sin embargo, cuando m¨¢s tarde pudimos presenciar por televisi¨®n el impresionante documento gr¨¢fico del secuestro y percibir el asombroso valor y la altivez de que el general Guti¨¦rrez Mellado hac¨ªa gala, as¨ª como la gallarda postura de Su¨¢rez al arriesgarse por proteger a su amigo, am¨¦n de la que tuvo como presidente, aquella verg¨¹enza se vio compensada en parte al comprobar que entre los que rigen Espa?a queda quien sabe lo que es dignidad en su m¨¢s noble expresi¨®n.

A ra¨ªz de estos sucesos, tres figuras han alcanzado su m¨¢xima cota de prestigio personal: el Rey, Su¨¢rez y el Guti; curiosamente, los tres objetivos cl¨¢sicos de las iras ultraderechistas. (No menos curioso es que, mientras todo aquello ocurr¨ªa, ¨¦l normalmente vociferante Blas Pi?ar, pensara que estaba mejor callado.)/