Los tripulantes del hidroavi¨®n ca¨ªdo en Buend¨ªa no han sido recuperados a¨²n

Los cad¨¢veres de los cuatro militares que tripulaban un hidroavi¨®n ca¨ªdo en la ma?ana del pasado lunes al pantano de Buend¨ªa no pudieron ser rescatados ayer, a pesar de las operaciones de salvamento realizadas, ya que los restos del aparato se encuentran a una profundidad entre veintid¨®s y veinticinco metros, y la cabina se hallaba volcada, con el techo hundido en el lodo del fondo. Ser¨¢n necesarios los servicios de buceadores de la Armada con base en Cartagena, que ayer fueron solicitados, para intentar emerger los restos del avi¨®n donde se encuentran las cuatro v¨ªctimas.

Durante toda la ma?ana de ayer continuaron los trabajos de los equipos de buceadores de la I Comandancia M¨®vil de la Guardia Civil, que, tras localizar los restos del aparato, realizaron numerosas inmersiones para intentar sacar los cuatro cad¨¢veres. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los once hombres-rana que intervienen en el rescate, la posici¨®n de la cabina, invertida, hizo imposible la culminaci¨®n de la operaci¨®n, por lo que a primeras horas de la tarde los equipos participantes decidieron pedir la ayuda de los servicios de salvamento de la Armada. Debido a la necesidad de trasladar desde Cartagena los equipos pesados necesarios para lograrlo, la operaci¨®n fue suspendida hasta hoy.Tras los trabajos llevados a cabo desde poco despu¨¦s de ocurrido el siniestro, y que tuvieron que ser suspendidos a ¨²ltima hora de la tarde del lunes por falta de visibilidad, en la ma?ana de ayer, martes, los buceadores de la Guardia Civil comenzaron sus inmersiones poco despu¨¦s de las ocho. Dos horas m¨¢s tarde fue localizada la parte posterior del fuselaje y uno de los motores. Otras dos horas despu¨¦s fueron localizados m¨¢s restos del fuselaje y el otro motor. El aparato se encontraba totalmente destrozado y dividido en peque?os trozos.

Hacia la una de la tarde, los hombres-rana localizaron por fin los restos de la cabina, que se encontraba entre una gran madeja de hierros retorcidos, pero, a pesar de haber encontrado una cazadora perteneciente a uno de los tenientes, no fue posible ver a ninguno de los cad¨¢veres, debido principalmente a la escasa visibilidad, entre uno y dos metros, que hab¨ªa en el lugar. Los trabajos continuaban, pero las dificultades encontradas -bastante profundidad, escasa visibilidad y baja temperatura del agua- estaban haciendo correr el tiempo sin que fuese posible encontrar a las cuatro v¨ªctimas.

Dif¨ªcil rescate

Por fin, alrededor de las dos de la tarde, una pareja de buceadores vio los cad¨¢veres, pero la posici¨®n de la cabina hizo in¨²tiles sus esfuerzos para conseguir su rescate. Ante este hecho, los equipos de la Comandancia M¨®vil de la Guardia Civil de Madrid comunicaron a los miembros del 43? Grupo de las Fuerzas A¨¦reas, que apoyaban la operaci¨®n y al que pertenec¨ªan los fallecidos, que era necesario sacar a flote los restos de la cabina para rescatar a los cuatro militares que se encontraban en su interior. Posteriormente fueron solicitados los servicios de la Armada.En la ma?ana de hoy, los servicios del Centro de Buceo de la Armada, apoyados por los de la Guardia Civil, atar¨¢n un ovillo de cadenas y sogas alrededor de la cabina y lo enlazar¨¢n con unos globos especiales, que, al llenarse de aire, lograr¨¢n sacar los restos a la superficie.

Tres de las v¨ªctimas estaban casadas. El teniente Esteban Baturone, de veinticinco a?os, era natural de Madrid y ten¨ªa una hija de cuatro meses. El alf¨¦rez Moreno Jim¨¦nez, de 31, tambi¨¦n nacido en Madrid, ten¨ªa un hijo de tres a?os. El sargento Garc¨ªa Garc¨ªa, de 35 y natural de Colmenar de Oreja (Madrid), ten¨ªa tres hijos. El teniente Gil Laso, de veintis¨¦is a?os, estaba soltero y naci¨® en Abastas (Palencia).