EE UU acoge con mucho inter¨¦s la ¨²ltima propuesta de Breznev para una reuni¨®n en la "cumbre"
El secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, en presencia de su hom¨®logo alem¨¢n occidental, Hans Dietrich Genscher, de visita oficial en Washington, declar¨® ayer que las propuestas del l¨ªder sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev, contenidas en una carta enviada a Ronald Reagan eran ?muy interesantes? y se ajustaban a la propuesta de di¨¢logo lanzada por el dirigente de la URSS en el 26? Congreso del partido comunista sovi¨¦tico, informa Ram¨®n Vilar¨® desde la capital norteamericana.
Por su parte, el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), Helmut Schmidt, se declar¨® firme partidario de una cumbre, lo m¨¢s r¨¢pida posible, entre Breznev y Reagan para la limitaci¨®n de la carrera armamentista, en el transcurso de una entrevista a la emisora alemana Deutschlandfunk, despu¨¦s de que el l¨ªder socialdem¨®crata alem¨¢n recibiese una carta del jefe del Estado sovi¨¦tico redundando en la necesidad de profundizar el di¨¢logo Este-Oeste, informa desde Bonn Julio Sierra.Genscher visitar¨¢ Mosc¨² del 25 al 27 de marzo, en lo que se interpreta como un claro deseo alem¨¢n de servir de cu?a ante los eventuales reparos que la Casa Blanca pudiera poner para la celebraci¨®n de la cumbre.
Mientras que el portavoz del Gobierno alem¨¢n se deshizo en elogios respecto a las intenciones de la URSS, calificando el tono de la carta recibida por Schmidt de ?moderado y exento de toda agresividad?, en el Departamento de Estado norteamericano la cautela y el silencio fueron la pauta predominante. No obstante, el portavoz, William Dyess, adelant¨® que la Administraci¨®n Reagan ?consultar¨¢? con los aliados de Estados Unidos antes de contestar, ?a su debido tiempo?, el mensaje de Breznev.
La propuesta de la cumbre EE UU-URSS fue lanzada por el primer dirigente sovi¨¦tico en su discurso de apertura del 26? Congreso del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS).
Desde entonces, en sucesivas declaraciones, Reagan no ha escondido su inter¨¦s en el tema, pero ha pedido repetidamente al Kremlin que hiciera gestos de buena voluntad (en Afganist¨¢n, El Salvador) y manifestase su voluntad de ?reducir de verdad? los armamentos estrat¨¦gicos como primer paso hacia la celebraci¨®n de la entrevista.
En sus declaraciones radiadas, el canciller Schmidt dijo estar convencido de que a¨²n es posible evitar la puesta en pr¨¢ctica del factor armamentista incluido en el doble acuerdo de la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN) de 1979. Es decir, que no es ut¨®pico imaginar una renuncia europea a los 572 cohetes de medio alcance y misiles Cruise.
En Bonn se relaciona el env¨ªo de la carta de Breznev -pocas horas antes de que Genscher partiera hacia Washington- con los comentarios publicados el domingo por los diarios sovi¨¦ticos Pravda e Izvestia, en los que se insiste en la oferta del dirigente comunista. Los conservadores alemanes creen que Breznev trata de convertir, indirectamente, al ministro Genscher en adelantado de los intereses sovi¨¦ticos en una neutralizaci¨®n efectiva de la RFA. Para los socialdem¨®cratas, de lo que se trata en estos momentos es de movilizar como sea los contactos entre las dos superpotencias.
Mosc¨² ha hecho ahora hincapi¨¦ en que su oferta de establecer una moratoria tiene como novedad el car¨¢cter cualitativo del armamento afectado. Frente al tajante rechazo del propio titular de Asuntos Exteriores de la RFA, Schmidt parece, haber adoptado una posici¨®n abierta al se?alar que la oferta de moratoria ?no es suficiente?.
Asimismo, Schmidt afirm¨® estar convencido de que el presidente Reagan no pretende alterar el equilibrio de fuerzas entre el Este y el Oeste para conseguir una supremac¨ªa norteamericana. ?Cuando comiencen las negociaciones con Mosc¨² se demostrar¨¢?, a?adi¨® el pol¨ªtico alem¨¢n.
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