El Gabinete Thatcher reafirma su dura pol¨ªtica monetaria como instrumento para controlar la inflaci¨®n
En la presentaci¨®n del nuevo presupuesto general para 1981-1982, el Gobierno brit¨¢nico se reafirm¨® ayer en su deseo de luchar contra la inflaci¨®n siguiendo una pol¨ªtica monetarista. La crisis econ¨®mica, por sus efectos en el paro, ha forzado un aumento del gasto p¨²blico, que el Gobierno quiere financiar aumentando algunos impuestos indirectos. El tipo b¨¢sico de descuento baja de un 14% a un 12%.
Para el Gobierno brit¨¢nico, se?al¨® ayer en la C¨¢mara de los Comunes el canciller del Exchequer, sir Geoffrey Howe, la prioridad sigue siendo la lucha contra la inflaci¨®n, que se situar¨¢ el pr¨®ximo a?o alrededor del 10%. El canciller reconoci¨® tambi¨¦n los efectos perjudiciales en la econom¨ªa brit¨¢nica del elevado tipo de cambio de la libra, pero se confirm¨® en su pol¨ªtica monetarista.El gasto p¨²blico aumentar¨¢, sin embargo, situ¨¢ndose en el orden de los 79.500 millones de libras (quince billones de pesetas), un 3,4% m¨¢s de lo que se preve¨ªa hace doce meses. Esto se debe a la recesi¨®n econ¨®mica, a los mayores gastos que produce el paro creciente y las necesidades de las industrias nacionalizadas y de las autoridades locales.
Los gastos de defensa, por ejemplo, se reducir¨¢n en unos 36.000 millones de pesetas. Como el Gobierno quiere controlar la inflaci¨®n, no puede pasarse en los 10.500 millones de libras esterlinas de necesidades crediticias para 1981-1982. Para ello tendr¨¢ que aumentar la imposici¨®n indirecta, pues de otro modo aumentar¨ªa la oferta monetaria. Esta, medida en Sterling M3, tendr¨¢ un crecimiento calculado para 1981-1982 en un 60%-10% (en 1980-1981 se preve¨ªa un aumento de esta oferta monetaria de un 7%-11%, cuando en realidad fue del 20%).
Entre los ingresos suplementarios del Gobierno brit¨¢nico, unos mil millones de libras (190.000 millones de pesetas) vendr¨¢n de los nuevos impuestos sobre la producci¨®n de petr¨®leo del mar del Norte, y 3.400 millones de libras, de nuevos impuestos indirectos.
El litro de cerveza aumentar¨¢ en m¨¢s de quince pesetas; el de vino, en veintitr¨¦s pesetas; la botella de whisky, en 114 pesetas, y el tabaco, en veintisiete pesetas por cada cajetilla, que ahora costar¨¢ unas 171 pesetas. El litro de gasolina aumentar¨¢ en un promedio de 8,4 pesetas, llegando a 68 pesetas, en un pa¨ªs que, es casi auto suficiente en petr¨®leo. Todo esto contribuir¨¢ de forma inmediata a que la inflaci¨®n aumente en dos puntos. Por otra parte, los niveles de desgravaci¨®n fiscal personal no se modifican, con lo que de hecho aumentan los impuestos indirectos.
Reducir los tipos de inter¨¦s
As¨ª, reduciendo su d¨¦ficit, el Gobierno espera frenar la inflaci¨®n y poder reducir los tipos de inter¨¦s. El tipo b¨¢sico de descuento baja en un 2%, situ¨¢ndose en un 12%, m¨¢s elevado de lo que la industria esperaba. La Industria brit¨¢nica, salvo las medidas especiales para peque?as y nuevas empresas, no sale muy bien parada de este presupuesto. No cambian las contribuciones a la Seguridad Social, aunque s¨ª se permitir¨¢ una mayor flexibilidad en la fijaci¨®n de los precios de la electricidad y del gas para los consumidores industriales, aunque no cambia la tasa especial sobre el fuel.
Por otra parte, los bancos se ver¨¢n obligados a pagar impuestos (un 2,5%) sobre los beneficios sacados de las cuentas de los clientes.
El Gobierno introducir¨¢ tambi¨¦n medidas para evitar la evasi¨®n fiscal por transferencias de capitales al extranjero, como ocurri¨® en el famoso caso de los Vestey. Pero, en general, se trata de un presupuesto austero que no indica realmente ad¨®nde se dirige la pol¨ªtica econ¨®mica. Hoy ser¨¢ debatido en la C¨¢mara de los Comunes.
Una revoluci¨®n en el sistema brit¨¢nico es que a partir de ahora los presupuestos se calcular¨¢n en dinero en efectivo, y no en volumen como se ven¨ªa haciendo hasta ahora: 9.9 se?al¨® el canciller del Exchequer, cuando se acabe el dinero, se acab¨®.
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