Las presiones de los fundamentalistas pueden provocar la dimisi¨®n del presidente Banisadr

El presidente de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n, Abolhassan Banisadr, atraviesa uno de los momentos pol¨ªticos m¨¢s dif¨ªciles desde que accedi¨® a la jefatura del Estado de Ir¨¢n, en virtud de la ofensiva pol¨ªtica desatada contra ¨¦l por los fundamentalistas isl¨¢micos desde el Gobierno, el Parlamento y el poder judicial. Todos los observadores coinciden en que esta nueva ofensiva va encaminada a conseguir su dimisi¨®n, si bien el im¨¢n Jomeini, m¨¢xima autoridad de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, mantiene un silencio absoluto sobre el tema.La tensi¨®n pol¨ªtica prosigue en Ir¨¢n entre los partidarios del presidente, Abolhassan Banisadr, y los fundamentalistas isl¨¢micos del Partido de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, que controlan el parlamento, el poder judicial y el Gabinete. Las pugnas entre ambos sectores, intensificadas a ra¨ªz de los graves incidentes desarrollados en la Universidad de Teher¨¢n el pasado 5 de marzo, durante un mitin de Banisadr, en el que hubo agresiones f¨ªsicas, cobraron un nuevo punto de inflexi¨®n a consecuencia de una ley, aprobada por el Parlamento, que otorga al primer ministro la titularidad de las carteras ministeriales vacantes.

Esta ley, que ha sido denunciada por los diputados liberales del Majlls (Parlamente) iran¨ª), entre otros por el ex primer ministro Mehdi Bazargan, se interpreta en c¨ªrculos afines a Banisadr como una provocaci¨®n. Repetidamente, el presidente, Banisadr, se ha opuesto a los candidatos propuestos por el primer ministro, Ali Rayai, para cubrir, entre otras, la cartera de Asuntos Exteriores. El Parlamento, pues, ha decidido que Rayai se haga cargo de esta cartera y la rivalidad pol¨ªtica entre el primer ministro, Rayal, y el presidente, Banisadr, es muy aguda. Rayai pertenece al sector isl¨¢mico fundamentalista, opuesto frontalmente a la pol¨ªtica del jefe del Estado, Banisadr.

Para los parlamentarios liberales, que se opusieron a esta ley votada el martes, el texto est¨¢ orientado a desposeer a Banisadr de sus poderes constitucionales y a obligarle a dimitir.

En el caso de que Banisadr optara por presentar su, dimisi¨®n ser¨ªa reemplazado por un consejo provincial de la Presidencia, integrado por el primer ministro, AI¨ª Rayai; por el presidente del Parlamento, Ashemi Rafsanjani, y por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Mohamed Bejesti. Los tres pertenecen al Partido de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, fundamentalista y enemigo pol¨ªtico del presidente, Abolhassan Banisadr.

Para los liberales, la guerra que enfrenta a Ir¨¢n e Irak permitir¨ªa al mencionado consejo presidencial impedir durante cincuenta d¨ªas la celebraci¨®n de elecciones presidenciales, y en este plazo, seg¨²n las fuentes citadas, los fundamentalistas podr¨ªan ejercer un poder ?desp¨®tico e ilimitado?.

Pese a que esto s¨®lo sea una posibilidad, resulta significativo que en la actual situaci¨®n todas las fuerzas pol¨ªticas buscan la movilizaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica, en previsi¨®n de ulteriores desarrollos de los acontecimientos, cuyo curso depender¨¢ de la posici¨®n que adopte el im¨¢n Jomeini durante este fin de semana, tras un mutismo absoluto observado por el gu¨ªa de la revoluci¨®n desde el s¨¢bado.

A lo largo de la semana anterior, las acusaciones contra Banisadr han seguido un curso creciente. El Partido de la Rep¨²blica Isl¨¢mica acus¨® al presidente, Banisadr, de haber sacado a relucir los sucesos del 5 de marzo en la Universidad de Teher¨¢n. Rayai le acus¨® de ?apoyar a los enemigos de la revoluci¨®n?, y el portavoz del Gobierno, Nabavi, de estar ligado a una corriente que desea derrocar el Gobierno de Rayal.