Telemann, el maestro que super¨® el barroco
Tricentenario del nacimiento de uno de los mejores m¨²sicos alemanes de todos los tiempos
Ayer se cumpli¨® el tricentenario del nacimiento del compositor alem¨¢n Georg Philipp Telemann, uno de los m¨²sicos m¨¢s destacados del siglo XVIII. Telemann cultiv¨® casi todos los g¨¦neros musicales, desde la ¨®pera hasta los oratorios, pasando por los conciertos, e introdujo importantes novedades que romp¨ªan h¨¢bitos en la m¨²sica de entonces. Telemann se separ¨® cada vez m¨¢s del barroco y contribuy¨® a la formaci¨®n de un arte nuevo y aut¨®nomo.
De una familia de tradici¨®n clerical, en la que hab¨ªa ciertos antecedentes musizales, naci¨® Georg Philipp Telemann, en la ciudad de Magdeburgo, el d¨ªa 14 de marzo de 1681.En una pequefia autobiograf¨ªa escrita para la colecc¨ª¨®n Grundlage einer Ehrenpforte (Cimientos para un Arco de Triunfo, 1739) de su amigo Johann Mattheson, Telemann describi¨® con clarividencia y buen juicio cr¨ªtico sus primeras lecciones, poniendo en claro su posici¨®n renovadora ante la m¨²sica de aquel tiempo: ... ? para mi desgracia, sin embargo, ca¨ª en manos de un organista que me aterrorizaba con la tabla'tura alemana (viejo m¨¦todo de notaci¨®n para clave, ¨®rgano y la¨²d, que usa de n¨²meros y letras en lugar de notas), con lo cual ¨¦l tocaba tan estirado como el abuelo de quien hab¨ªa heredado aquel sistema?.
A los doce a?os, Telemann hab¨ªa escrito una ¨²pera sobre La vida es sue?o calderoniana que titul¨® Sigismundus. Despu¨¦s, en Zellerfeld (1649-1698), Hildesheim (1698-1701) y Leipzig(1701-1705), ratific¨® su decisi¨®n de ser m¨²sico, a pesar de la tenaz oposic¨ª¨®n de su madre, Mar¨ªa Heltmeier, propietaria de la cervecer¨ªa Zum Kelch (La copa), de Magdeburgo. La estancia en Leipzig fue particularmente fruct¨ªfera para Telemann, habiendo recibido, a pesar de su juventud, el reconocimiento de las autoridades municipales por encima de maestros de la talla de Kuhnau (1660-1722).
Georg Philipp era tenido por m¨²sico moderno, capaz de atraer a la juventud universitaria y, en efecto, para ¨¦l la fuga y el contrapunto hab¨ªan dejado de ser los fundamentos de la m¨²sica. Prefer¨ªa la melod¨ªa, un estilo m¨¢s ligero y m¨¢s simple. Esa es la raz¨®n por la que s¨®lo apreciase a Bach como director y gran virtuoso del teclado, pero no como compositor, ornitiendo su nombre en el poema Sobre diversos compositores alemanes, publicado en 1730.
En Leipzig fund¨® tambi¨¦n junto a sus compa?eros de universidad, el famoso Collegium Musicum, al que pertenecieron destacados maestros de la ¨¦poca. El Collegium intervino en algunas funciones religiosas de Santo Tom¨¢s, cuando ya Telemann no estaba en Leipzig, girigido por el mism¨ªsimo Bach, y puede considerarse antecedente pr¨®ximo de los Grandes conciertos de 1743 y de las c¨¦lebres sesiones rom¨¢nticas de la Gewandhaus.
En Francfort se super¨® a s¨ª mismo en fecundidad creadora y organizativa, movilizando a toda la ciudad como director de la capilla de los frailes descalzos y de la sociedad privada Frauenstein. De esta ¨¦poca es la c¨¦lebre Pasi¨®n Brockes, elaborada sobre el poema del concejal de Hamburgo Barthold Heinrich Brockes, que ya hab¨ªa sido musicado por H?ndel, Keiser y Mattheson.
Cantatas y oratorios
Numerosas cantatas, agrupadas en ciclos y sueltas; diecinueve Pasiones, muchas de ellas con textos escritos por ¨¦l; 33 Kapit?nmusiken (oratorios para las conmemoraciones anuales de los capitanes de distrito de la guardia urbana), otros oratorios no religiosos para las ocasiones m¨¢s diversas, como pod¨ªan ser las celebraciones del Colegio de Consejeros; veinticinco ¨®peras, algunas de tema espa?ol, como Ferdinand und Isabella (1703), y una ¨ªnnumerable cantidad de piezas ¨ªnstrumentales para orquesta de c¨¢mara, para c¨¦mbalo, entre ellas la suite Don Quijote y la hermosa colecci¨®n Tafelmusik. Tanibi¨¦n se conservan arias religiosas y lieder de la etapa hamburguesa. M¨²sica siempre oscilante entre los estilos franc¨¦s, italiano y alem¨¢n, pero de factura y virtudes expresivas y formales de primer orden.Entre las obras de su ¨²ltima etapa, ya muy anciano, figuran El Mes¨ªas, sobre el poema de Kopstock, y el gran solo que es su cantata Ino, compuesta a los 84 a?os de edad.
Coleccionista de plantas y flores ex¨®ticas, H?ndel le envi¨® varias veces desde Londres algunas rarezas bot¨¢nicas.
De los ocho hijos de su segundo matrimonio con Mar¨ªa Catalina Textor, s¨®lo dos le sobrevivieron. Uno de sus nietos, Georg Michael Telemann, tuvo el mismo cargo de su abuelo hasta la llegada de Carl Philipp Emanuel Bach.
Muy anciano, aquejado de una dolorosa enfermedad de pecho, Telemann falleci¨® en Hamburgo el d¨ªa 25 de junio del a?o 1767.
Babelia
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