Los liberales dejan solos a los democristianos de UCDen la contestaci¨®n a la "ley Ord¨®?ez"
La continuaci¨®n del debate sobre el proyecto de ley de Divorcio, iniciada en la ma?ana de ayer en el Congreso, fue seguida con evidente desinter¨¦s por los diputados, s¨®lo una tercera parte de ellos, aproximadamente, ocupaban sus esca?os, mientras el resto se dedicaba a comentar por los pasillos los efectos de la publicaci¨®n en la Prensa del informe del ministro de Defensa sobre los sucesos del golpe de Estado del pasado d¨ªa 23. El ¨²nico elemento nuevo, adem¨¢s del rechazo de las enmiendas a la totalidad y la aprobaci¨®n de los nueve primeros art¨ªculos del proyecto, se produjo fuera del hemiciclo, y fue el distanciamiento claro entre los liberales y los democristianos del partido del Gobierno en el tema del divorcio, hecho que coloca a estos ¨²ltimos en una situaci¨®n de mayor debilidad dentro de UCD.
Seg¨²n informaciones recogidas ayer entre los diversos grupos parlamentarios, parece ser que los diputados democristianos no tienen, hoy por hoy, otra salida que la de introducir la modificaci¨®n del art¨ªculo 82.5 (equivalente al repudio, seg¨²n su propia interpretaci¨®n y la de los obispos), mediante el cual una pareja puede separarse tras haber cesado la convivencia conyugal durante seis meses libremente consentida. Esta modificaci¨®n vendr¨ªa dada, o bien alargan do el plazo hasta un a?o, o bien matizando la frase ?Iibremente consentida?. De todas maneras, en este tema ya se ha puesto de acuerdo no s¨®lo el Comit¨¦ Ejecutivo de UCD, sino tambi¨¦n el propio ministro de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.Por lo dem¨¢s, a los democristianos centristas no les queda otra v¨ªa de actuaci¨®n que no sea el Senado, o las convocatorias -bastante improbables- de una reuni¨®n del Ejecutivo del partido o del grupo parlamentario antes del pr¨®ximo martes, para cuya fecha est¨¢ prevista la discusi¨®n en el Pleno de los primeros art¨ªculos realmente conflictivos del proyecto de ley.
En realidad, los democristianos est¨¢n defendiendo sus posiciones en solitario dentro de UCD, ya que el aparato parece no oponerse, de momento, al texto de divorcio que aprob¨® la Comisi¨®n de Justicia (queda por ver lo que esta ?familia centrista? tiene previsto hacer en el Senado). Los socialdem¨®cratas, l¨®gicamente, siguen defendiendo las tesis del ministro de Justicia, y los liberales, compa?eros de fatigas de los democristianos en el congreso de Palma, se apresuraron ayer a recalcar sus diferencias con respecto a los seguidores de Oscar Alzaga.
Los liberales, a favor del actual proyecto
El sector liberal de UCD, que engloba a cerca de veinte diputados, se ha manifestado sin ambig¨¹edades en favor del actual proyecto de ley, al que califican de manera elogiosa, y lo ¨²nico que desean es la modificaci¨®n -ya acordada- del citado art¨ªculo 82.5. Una cena que mantuvieron en la noche del martes en un restaurante madrile?o no fue ajena a su clara toma de postura hecha p¨²blica ayer, si bien entre los mismos liberales hay a su vez otro punto en el procedimiento de discrepancia: unos son partidarios de que la misi¨®n del juez se l¨ªmite a constatar la voluntad de los c¨®nyuges que desean separarse (Ignacio Camu?as, entre ellos), y otros, como Carmelo Casa?o, preferir¨ªan que el juez homologue dicha voluntad mediante pruebas documentales. El valenciano Emilio Attard tambi¨¦n apoya esta ¨²ltima postura, a pesar de que la gran mayor¨ªa de miembros del sector liberal no admite que se incluya el nombre de Attard entre los componentes de su grupo.
Pese a esta confrontaci¨®n interna, Soledad Becerril asegur¨® ayer que ?hasta por lo del procedimiento podr¨ªamos pasar si hiciera falta?, porque lo que tienen bien claro los liberales es que no desean dar mayores facultades al juez ni incrementar la influencia de los acuerdos jur¨ªdicos con la Santa Sede, tal y como propone Oscar Alzaga, ?ni aceptamos tampoco el papel del ministerio fiscal como defensor del v¨ªnculo matrimonial, por el que tanto aboga Jos¨¦ Antonio Escart¨ªn?.
En definitiva, los liberales aseguraban ayer que el discurso de defensa que hiciera en el Pleno del martes el ministro de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, sobre el proyecto de ley de Divorcio era perfectamente asumible por ellos, y que, con. la salvedad ya citada del art¨ªculo 82.5, ?no vamos a tener ning¨²n problema a la hora de votar afirmativamente?. La ¨²nica duda en este sector la constituye el opusde¨ªsta Antonio Font¨¢n que si bien no discrepa esencialmente de sus compa?eros de grupo, ?va a tener mayores problemas de conciencia?, seg¨²n dijeron.
En una primera observaci¨®n superficial podr¨ªa afirmarse que los democristianos de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico han perdido la batalla del divorcio. En la C¨¢mara alta, este sector centrista podr¨ªa conseguir modificaciones sustanciales a la filosof¨ªa del actual proyecto de ley, pero volver¨ªa a perder la votaci¨®n cuando el texto de los senadores retornase a la C¨¢mara baja.
Sin embargo, son muchos los que piensan que en realidad el posicionamiento de los democristianos en el tema del divorcio ha constituido el logro de los objetivos propuestos: darse a conocer a la opini¨®n p¨²blica con una ideolog¨ªa perfectamente definida, con vistas a la futura creaci¨®n de un gran partido pol¨ªtico de derechas de matiz claramente confesional.
Areilza y Senillosa respaldan el texto de Ord¨®?ez
Cuando se sometieron a votaci¨®n los textos alternativos al proyecto de ley de Divorcio presentados y defendidos por Coalici¨®n Democr¨¢tica, socialistas y comunistas, se produjeron dos hechos significativos: de una parte, el texto de CD s¨®lo fue apoyado por siete de los nueve diputados, con que cuenta esta coalici¨®n. Antonio de Senillosa y Jos¨¦ Mar¨ªa Areilza prefirieron abstenerse, ya que ayer mismo anunciaron su prop¨®sito de respaldar, mediante su voto afirmativo, el proyecto de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, por considerar ambos este texto como el m¨ªnimo aceptable en una sociedad moderna y con vocaci¨®n de integraci¨®n en Europa.
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