Pol¨¦mica en Estados Unidos por el gesto de Haig al ejercer temporalmente el poder en la Casa Blanca
A fin de evitar un vac¨ªo de poder en un momento de tensi¨®n internacional centrado en Polonia, el secretario de Estado, Alexander Haig, se dirigi¨® r¨¢pidamente, el lunes, del Departamento de Estado a la Casa Blanca, tras conocer el atentado criminal contra el presidente Ronald Reagan. ?Me hago cargo aqu¨ª del control hasta el regreso del vicepresidente?, dijo Haig ante la Prensa, con voz temblorosa y evidente emoci¨®n.
La acci¨®n de Haig, sin embargo, es tema de serias pol¨¦micas entre medios pol¨ªticos y period¨ªsticos norteamericanos, que ponen en duda de si, institucionalmente, la figura del secretario de Estado es la tercera en el escalaf¨®n gubernamental norteamericano. Para algunos se inscribe en la l¨ªnea de la avidez de poder del activo ministro.Los comentarios son estimulados por el recuerdo de las diferencias de la pasada semana entre Haig y los consejeros pol¨ªticos de la Casa Blanca, a prop¨®sito de qui¨¦n era responsable del ?comit¨¦ de crisis? en caso de grave conflicto exterior. Disputa que el presidente Reagan zanj¨® nombrando para el cargo al vicepresidente Bush.
La presencia de Haig en la Casa Blanca cogi¨® un tanto de sorpresa a dos de los consejeros claves del presidente, Edwin Meese y Beker, que se encontraban en el hospital -donde se preparaba la operaci¨®n para extraer la bala del cuerpo del presidente. Eran las cuatro de la tarde del lunes, hora y media despu¨¦s del atentado.
Haig habl¨® por radio en dos ocasiones con el vicepresidente Bush, que viajaba desde Texas a Washington a bordo del Air Force Nomber Two, equipado con id¨¦nticos sistemas de comunicaci¨®n que los del avi¨®n presidencial, el Number One.
?Puedo tranquilizar a la naci¨®n y decir al mundo que el Gobierno ha funcionado con toda efectividad?, declar¨® George Bush momentos despu¨¦s de llegar a la Casa Blanca. Durante la jornada del martes, el vicepresidente asisti¨® a todos los actos programados inicialmente para el presidente. Reagan, por otra parte, es ya capaz de tomar cualquier decisi¨®n importante desde su cama del hospital, donde se recupera r¨¢pidamente de las heridas provocadas por el atentado.
?Correspond¨ªa al secretario de Estado tomar la ?iniciativa? de responsabilizarse provisionalmente de la situaci¨®n? Los juristas recuerdan las disposiciones de la enmienda n¨²mero veinticinco de la ley constitucional norteamericana, que define como ?tercer responsable?, en caso de vac¨ªo de poder, al presidente del Congreso, quien act¨²a en consulta de acuerdo con la mayor¨ªa del ?comit¨¦ de crisis?, formado por los principales ministros.
Recuerdan, incluso, que en condiciones de tener que responder a una emergencia originada por una crisis exterior (ataque nuclear, invasi¨®n de Polonia) pertenece al responsable de la defensa nacional, en este caso Caspar Weinberger, secretario de Defensa, decidir las acciones necesarias, siempre en la hip¨®tesis de ausencia del presidente y del vicepresidente.
Alexander Haig inform¨® que no hab¨ªa sido necesario tomar ninguna decisi¨®n importante durante su ?mandato? provisional en la Casa Blanca. Excepto para las fuerzas norteamericanas estacionadas en Corea del Sur, el resto de las unidades militares, tanto en el exterior como en el interior, estaba bajo el nivel de alerta ?n¨²mero cinco?, considerado como el m¨¢s bajo en momentos de paz.
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