Harrisburg y Almaraz

Se cumple por estas fechas el segundo aniversario del ?gran susto? que nos brind¨® la central nuclear de la isla de las Tres Millas, en Harrisburg. Arrecian con este motivo las protestas de los sectores antinucleares de todo el mundo y, en particular, de Estados Unidos, donde ha sido hecho p¨²blico un estudio en el que se prev¨¦ que ser¨¢n necesarios seis a?os m¨¢s para limpiar de radiactividad el reactor averiado y una inversi¨®n total de casi 80.000 millones de pesetas, de las cuales un 30% corren a cargo de las compa?¨ªas de seguros y el resto ser¨¢ subvencionado por la administraci¨®n norteamericana, a cuenta del contribuyente.Coincidiendo con la fecha, lo cual no deja de ser una iron¨ªa, se ha puesto en marcha la central nuclear de Almaraz (C¨¢ceres), con la presencia y el respaldo del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo. De nada sirvieron las protestas de los regantes de la zona, que ven mermadas sus posibilidades de exportaci¨®n a la CEE. Fue necesario aprobar el canon sobre producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica para que los consumidores de toda Espa?a compensen a las diputaciones provinciales por las ?servidumbres? creadas por la instalaci¨®n de centrales.

S¨®lo resta esperar que, en virtud del principio de responsabilidad limitada que ampara a la empresa explotadora de la central nuclear, no tenga que ser el Estado espa?ol, a costa de su deprimida econom¨ªa, quien tenga que pagar los platos rotos de la aventura nuclear en caso de repetirse en tierras extreme?as el drama de Harrisburg. S¨®lo resta esperar tambi¨¦n que, llegado el caso de producirse el desastre, arreglarlo sea s¨®lo una cuesti¨®n de dinero./ Por el Colectivo Ecologista Malague?o (CEMA).