El PC italiano quiere que el pr¨®ximo jefe del Gobierno no sea democristiano

Los comunistas, que integran el segundo partido de Italia, han anunciado que luchar¨¢n con todas sus fuerzas para que el pr¨®ximo presidente del Gobierno no sea un democristiano. Se trata de un hecho nuevo, que los observadores pol¨ªticos califican como ?muy importante?, ya que en el verano de 1979 hab¨ªa sido precisamente el Partido Comunista (PCI) el que hab¨ªa hecho fallar, con su actitud de frialdad, la posibilidad de que el dirigente socialista Bettino Craxi ocupase el palacio Chigi.En una entrevista al semanario Il Mondo, el l¨ªder comunista Emanuele Macaluso, miembro de la direcci¨®n de su partido, declar¨® ayer que no ponen ninguna limitaci¨®n acerca del partido del que haya de salir el nuevo jefe de Gobierno; el verdadero problema de Italia es el de cambiar la direcci¨®n pol¨ªtica, porque la Presidencia del Gobierno no puede continuar en manos de la Democracia Cristiana.

A la pregunta concreta de si su partido aceptarla como nuevo jefe del Gabinete a Bettino Craxi, a quien no hab¨ªan apoyado cuando Sandro Pertini le dio el encargo de formar Gobierno, Macaluso respondi¨®: ?El problema ser¨¢ saber si los socialistas desear¨¢n mantener la actual mayor¨ªa que discrimina al partido comunista o bien estar¨¢n dispuestos a superar esta discriminaci¨®n empe?¨¢ndose en la preparaci¨®n de un Gobierno que tenga como punto de referencia la unidad de la izquierda. En este ¨²ltimo caso, las cosas ser¨ªan muy distintas?, a?adi¨®.

Las declaraciones de Macaluso son el eco de dos importantes discursos del m¨¢ximo dirigente comunista. Enrique Berlinguer, hace unos d¨ªas en Cerde?a. Es tambi¨¦n la demostraci¨®n de que los comunistas han comprendido que la pol¨ªtica del compromiso hist¨®rico se hace cada vez m¨¢s impracticable y que corren el riesgo de quedar aislados durante mucho tiempo si se mantienen en la anterior postura de ?o al Gobierno o a la oposici¨®n?, en el caso de que el partido socialista haga un pacto serio de solidaridad con la Democracia Cristiana.

Pero el partido de Berlinguer se reserva a¨²n la carta de la propuesta del presidente del Partido Republicano, Bruno Visentini, de formar un Gobierno de t¨¦cnicos aprobado directamente por el Parlamento, sin que sea fruto exclusivo de la alquimia de los grupos de poder internos de los partidos.