El Madrid no mereci¨® un triunfo tan amplio
El Madrid consigui¨® su objetivo, aunque el resultado final es enga?oso. Su superioridad no fue tal como para merecer dos goles de ventaja, y de hecho sufri¨® much¨ªsimo en el ¨²ltimo cuarto de hora del partido, hasta que alcanz¨® el postrero tercer gol. Poco antes, Murillo hab¨ªa fallado un gol a lo Carde?osa y el Salamanca hab¨ªa rozado el empate. Aunque hubo gritos de ??Tongo!?, el Salamanca hizo un gran esfuerzo, si bien facilit¨® los goles madridistas en tremendos despistes defensivos.El Salamanca Jug¨® con Ito y Corchado en punta, y Brizzola un poco m¨¢s atrasado, amenazando con sus potentes arrancadas desde la media punta. Camacho sobre Ito y Del Bosque sobre Brizzola eran los hombres que ten¨ªan la responsabilidad de controlar a los m¨¢s peligrosos jugadores del Salamanca, y lo consiguieron, si bien hay que anticipar que ambos duelos fueron muy re?idos y en ning¨²n caso la superioridad de los madridistas fue muy clara. Ito brill¨® en algunos regates y consigui¨® pasar con una nota digna la dif¨ªcil prueba que para ¨¦l era este partido. El Madrid iniciaba su f¨²tbol en Del Bosque, que jug¨® muy bien, apoyado por Navajas en el centro y acompa?ado en la derecha por las subidas de Stielike e Isidro, y en la izquierda por las de Angel. Juanito bajaba a ayudarle y Santillana y Pineda se quedaban arriba a esperar lo que cayera.
Era ligeramente superior el Madrid, pero en un fallo defensivo se trag¨® un gol que compromet¨ªa seriamente sus a¨²n vivas aspiraciones al t¨ªtulo, pero tres minutos despu¨¦s, consegu¨ªa empatar. Fue una jugada en la que Corominas y Tom¨¦ entretuvieron demasiado el bal¨®n frente a su ¨¢rea para adornarse, y acabaron perdi¨¦ndolo a pies de Juanito, cuya colada acab¨® en penalti protestado por la posici¨®n de Pineda, si bien ¨¦ste no lleg¨® a intervenir. Desde ah¨ª hasta el descanso, el Madrid fue muy superior y, gracias sobre todo al desconcierto del Salamanca, marc¨® su segundo gol y estuvo cerca de conseguir un par de ellos m¨¢s.
La segunda mitad fue otra historia. Aunque el Madrid empez¨® controlando el juego, poco a poco varios de sus jugadores fueron acomod¨¢ndose, dando al Salamanca por muerto antes de tiempo. Isidro y Angel apretaban mucho en subidas por las bandas, y Juanito trabajaba bien, pero en general al equipo le faltaba tes¨®n, y, poco a poco, el Salamanca fue levantando la cabeza. La entrada de Pe?¨ªn como lateral. izquierdo fue beneficiosa, pues por su fuerza y sus ganas en sus subidas por la banda izquierda levant¨® la moral de todos. El Salamanca fue reencontr¨¢ndose y poco a poco cre¨® situaciones de gol. Primero, en saques de falta, con las que el Madrid ten¨ªa que defenderse en el borde del ¨¢rea, y m¨¢s tarde con c¨®rneres y barullos. Agust¨ªn, que se vio obligado a jugar desde el minuto diecis¨¦is, demostr¨® ser no s¨®lo un excelente portero, sino tambi¨¦n un joven con los nervios templados, capaz de dejar impresi¨®n de veteran¨ªa desde el mismo momento de su deb¨² oficial, que se produjo ayer.
El empuj¨®n final del Salamanca rompi¨® al Madrid, nervioso. El empate estuvo a punto de llegar dos veces. Corchado ech¨® alto un bal¨®n en buenas condiciones y poco m¨¢s tarde, tras un barullo, Murillo, que hab¨ªa entrado por Pedrazo mediado este tiempo, se encontr¨® solo ante la porter¨ªa, en la que no hab¨ªan nadie m¨¢s que Garc¨ªa Cort¨¦s, sustituto de Isidro, y como Carde?osa contra los brasile?os, arroj¨® el bal¨®n contra el defensa. Hubo gritos de protesta y de tongo, y asusta pensar qu¨¦ hubiera ocurrido si alguno de estos goles los llega a fallar Ito. En plena angustia, el Madrid consigui¨®, en picard¨ªa de Angel y Juanito, marcar el tercer gol, cuando ya Boskov ped¨ªa desesperadamente la hora, aunque faltaban dos minutos. El Madrid logr¨® su objetivo y puede seguir echando sus cuentas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.