"Conf¨ªo en la responsabilidad de la Diputaci¨®n y de los m¨¦dicos para solucionar el conflicto del Hospital Provincial"

Pregunta. La Secretar¨ªa de atado para la Sanidad est¨¢ actuando como mediadora en el conflicto que, desde hace unos d¨ªas, enfrenta a los m¨¦dicos del Hospital Provincial con los ¨®rganos directivos de la Diputaci¨®n. Desde ese prisma, ?c¨®mo ve el conflicto el secretario de Estado?Respuesta. Nosotros lo vemos con una gran preocupaci¨®n, por que, aunque es un tema que ata?e directamente a la Diputaci¨®n y a sus m¨¦dicos del Hospital Provincial, nosotros somos los responsables de que el ciudadano espa?ol, el consumidor a fin de cuentas, tenga una correcta asistencia sanitaria. Lo que no podemos consentir es el posible deterioro que llegar¨¢ a producirse en la asistencia. No en tramos en la problem¨¢tica interna que pueda tener cada una de las instituciones. Pero nosotros en lo que s¨ª entramos es a evitar que haya deterioro en la asistencia, y esta conflictividad pueda extenderse a otras instituciones m¨¦dicas.

P. ?Est¨¢ la Administraci¨®n central asustada con la posibilidad de que el conflicto del gran hospital pueda llegar a extenderse, por simpat¨ªa, a los de la Seguridad Social, tal como parecen argumentar los m¨¦dicos huelguistas madrile?os, como f¨®rmula de presi¨®n en unas posibles negociaciones con la Diputaci¨®n?

R. La Administraci¨®n no est¨¢ asustada con nada. Lo que est¨¢ es, responsabilizada de la situaci¨®n, m¨¢xime cuando en nuestros hospitales tenemos problemas-, pero en estos momentos, no tenemos una situaci¨®n conflictiva generalizada, ni mucho menos. Hay s¨®lo una situaci¨®n aislada en un hospital concreto, por una din¨¢mica que se ha enrarecido en estos momentos.

P. ?No ser¨¢ reflejo la actual situaci¨®n del Hospital Provincial de una postura elitista por parte de los m¨¦dicos?

R. Yo creo que no hay por qu¨¦ generalizar la situaci¨®n de los m¨¦dicos del Hospital Provincial al nivel de toda la querida clase m¨¦dica espa?ola. Y que conste que empleo la palabra clase en el amplio sentido de la palabra, no en un sentido elitista. Evidentemente, los m¨¦dicos podemos, en algunos mementos, adelantarnos, tomando algunas medidas, pero yo no tengo que ir m¨¢s all¨¢ de lo que, hoy por hoy,-plantean las partes en el conflicto. Se habla de razones ocultas, pero yo no tengo que pensar en ellas. Yo tengo que creer en los profesionales, y ellos hablan de que no existen. Hablan de unas situaciones concretas que, creen que deben solucionar. Por -ejemplo, se habla de la situaci¨®n de la medicina privada en el hospital. Yo tengo que decir, en honor a ellos, que los m¨¦dicos me han manifestado, en forma reiterada, que lo que menos les importa es la medicina privada, que est¨¢n dispuestos a no practicarla en el Hospital Provincial y que la Corporaci¨®n emplee las instalaciones en otras misiones que considere interesantes. Pero yo no puede ir m¨¢s all¨¢ de los tres puntos que los m¨¦dicos plantean: el convenio franja, la situaci¨®n del director del hospital y los expedientes que est¨¢n en marcha, y nosotros, como responsables de la sanidad, lo ¨²nico que queremos es que el conflicto se solucione porque somos conscientes de que cuanto m¨¢s tiempo pase la situaci¨®n se va a enconar cada vez m¨¢s, fundamentalmente en el propio centro, y eso no creo que ninguna de las partes en conflicto pueda desearlo.

P. Dado que las ¨²ltimas elecciones-en el Colegio de M¨¦dicos las gan¨® una candidatura de derechas y que la Diputaci¨®n Provincial est¨¢ gobernada por la izquierda, ?no ser¨¢ la situaci¨®n del Hospital Provincial un simple reflejo de una realidad pol¨ªtica?

R. Yo no s¨¦ si puede haber un trasfondo pol¨ªtico, pero me parece que, en estos momentos, lo que hay son unos problemas concretos. Puede haber ese trasfondo, pol¨ªtico porque el colectivo de m¨¦dicos no est¨¢ de acuerdo con el modelo sanitario socialista. Puede ser. Los socialistas, lo mismo que el partido centrista o el comunista, tienen un modelo sanitario. Si ellos quieren llevar a la pr¨¢ctica su modelo sanitario, es posible que a los m¨¦dicos del propio centro sanitario en el que lo quieren implantar no est¨¦n de acuerdo. Pero por esa discrepancia de opiniones no iba a producirse una situaci¨®n conflictiva como la que est¨¢ planteada. Hay, otros niveles de entendimiento entre. las fuerzas pol¨ªticas en el que deben resolverse esos problemas y no creando unos conflictos dentro de los propios centros.

P. ?Cree, por muy dif¨ªcil que sea hacer vaticinios en este, tema, que se van a endurecer las posturas de ambas partes a partir del lunes, una vez superada la tregua del fin de semana?

R. Yo conf¨ªo en la responsabilidad de las personas, tanto de la Corporaci¨®n como de los propios m¨¦dicos y, desde luego, espero que el problema del hospital tenga una soluci¨®n favorable en la pr¨®xima semana, aunque no s¨¦ si me dejo Illevar m¨¢s por mi propio deseo Tengo la impresi¨®n de que el di¨¢logo fue escaso desde que se inici¨® el conflicto en el centro y que si no se hubieran tomado decisiones sin haber hablado previamente la situaci¨®n ahora ser¨ªa diferente.

P. ?Cree que se ha puesto en entredicho, como se ha afirmado, la dignidad de la profesi¨®n m¨¦dica?.

R. A fuer de ser sincero, creo que s¨ª se ha intentado poner en entredicho, y tengo que salir al paso de eso, porque conozco muy bien a los profesionales m¨¦dicos, y lo son de cuerpo entero. Y eso no quiere decir que haya excepciones en la clase m¨¦dica que puedan no ?dignificarse?. Pero lo har¨¢n personalmente ellos, pero nunca con una implicaci¨®n en la profesi¨®n.

P. ?Podr¨ªa tomar una postura definitiva en el tema?

R. Si yo me ofrec¨ª como mediador lo fue precisamente para conocer las posturas de la Corporaci¨®n y de los m¨¦dicos. Porque a m¨ª me gusta ser muy objetivo en mis decisiones y, desgraciadamente, me parece que falta objetividad en el planteamiento de las dos partes. Entonces, la objetividad saldr¨ªa del contraste de opiniones de uno y otro lado. Por eso, en estos momentos, no estar¨ªa yo en condiciones de tomar postura por la Diputaci¨®n o por los m¨¦dicos, sino s¨®lo de mediar para intentar solucionar la situaci¨®n.

El "caso Aroca" y la corrupci¨®n en los hospitales

P. Hace unos quince d¨ªas, Joaqu¨ªn Aroca, director en funciones del Centro de Rehabilitaci¨®n y Traumatolog¨ªa de La Paz, fue cesado en su cargo por haber intentado atender a una perra de su propiedad en la unidad de cuida dos intensivos de ese centro sanitario. Tomando ese caso como ejemplo de una situaci¨®n no deseada, ?qu¨¦ tipo de corrupciones pueden estarse dando en los hospitales es pa?oles hoy?R. Que hay deficiencias en los hospitales es algo que est¨¢ claro. Puede que yo no las llamara corrupciones, aunque quiz¨¢ s¨ª corruptelas. Si existen, hay que irlas corrigiendo paulatinamente; primero, en los centros en los que vayan apareciendo, y despu¨¦s, ordenando y reorganizando la asistencia en todos los niveles y responsabilizando al centro y a las personas que lo componen en las funciones que est¨¢n desempe?ando. A veces, se producen situaciones an¨®malas que deben ser resueltas, en un nivel inferior, por los propios directores de los centros. El del doctor Aroca es un ¨¦aso aislado de una decisi¨®n personal. Me parece muy bien que un perro sea atendido, pero en su propio ambiente. En el nuestro, en el de los humanos, dentro de nuestras propias instituciones, tenemos que dar un verdadero ejemplo de c¨®mo se debe hacer la medicina y la asistencia sanitaria a todos los niveles. Y es ah¨ª donde estamos dispuestos a llegar hasta las ¨²ltimas consecuencias.