Una historia de misterios

Las auditor¨ªas de las federaciones deportivas constituyen una extra?a historia de misterios y ocultaciones. Fueron ordenadas por Benito Castej¨®n, entonces director del Consejo Superior de Deportes (CSD), en julio de 1979, y desde entonces se sucedieron los misterios hasta llegarse a la situaci¨®n actual, en la que los textos se encuentran en la Direcci¨®n General de lo Contencioso del Ministerio de Hacienda y no han sido hechos p¨²blicos a pesar de las numerosas peticiones en este sentido de la oposici¨®n parlamentaria.Los misterios comenzaron desde el primer momento: en principio, Castej¨®n firm¨® un contrato con el Instituto de Censores Jurados de Cuentas para auditar las federaciones de Ajedrez, Atletismo, Nataci¨®n, Caza, F¨²tbol y Golf, pero poco despu¨¦s, y antes de que comenzaran su trabajo los auditores, el CSD comunic¨® un cambio: hab¨ªa que borrar de la lista a todas las federaciones, salvo la de F¨²tbol, y sustituir las otras cinco por las de Patinaje, Judo y Disciplinas Asociadas (hoy escindida en dos, Judo y Karate), Deporte Universitario, Lucha, Balonmano y Baloncesto. Nadie explic¨® el cambio.

Al comenzar su trabajo, los censores se encuentran con que sistem¨¢ticamente en las federaciones se les dice que las facturas que justifican los gastos est¨¢n en el CSD, y cuando acuden a este organismo para examinarlas, el propio secretario general del mismo en aquellos d¨ªas, Florencio Noriega, da ¨®rdenes de que no se les deje examinar ning¨²n papel. Pese a todo, los auditores realizan su informe, incompleto por la imposibilidad de examinar estas facturas, y el 15 de diciembre llevan las auditor¨ªas al CSD. All¨ª, nadie quiere recibirles ni hacerse cargo de los informes, que finalmente quedan depositados encima de una mesa.

El PSOE descubre poco despu¨¦s el extra?o desenlace de las auditor¨ªas encargadas por el CSD y lo denuncia. Ocurre por esos d¨ªas, mediados de enero de 1980, el cambio de ministro, con entrada de De la Cierva por Clavero Ar¨¦valo, y el de director del CSD, cargo en el que entra Jes¨²s Hermida en lugar de Castej¨®n. Hermida y De la Cierva anuncian que piensan clarificar el asunto y en principio encargan una ampliaci¨®n para que los auditores tengan acceso a las facturas que antes no se les dej¨® examinar. El 28 de marzo son entregadas las ampliaciones, aunque el 24 de abril, cuando se presenta para hablar sobre el caso ante la Comisi¨®n de Cultura del Congreso Ricardo de la Cierva, afirma que no han llegado hasta el 21 de ese mismo mes y que a¨²n no hab¨ªan podido ser estudiadas.

El 14 de mayo se filtran a los medios informativos unas conclusiones finales, que parecen indicar serias irregularidades, pero los textos completos siguen ocultos hasta hoy. La excusa es que al existir indicios de irregularidades el CSD las envi¨® a la Direcci¨®n General de lo Contencioso, a fin de que fueran estudiadas dichas irregularidades.