Haig debatir¨¢ en Madrid las relaciones comerciales Espa?a-EE UU

La visita que inicia ma?ana en Madrid el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, debe marcar un giro en las relaciones hispano- norteamericanas, sumidas en la actualidad en una seria crisis, en la que las relaciones comerciales Madrid-Washington ocupan un lugar importante.Dentro del ?tratado de amistad y cooperaci¨®n? entre Espa?a y Estados Unidos -cuya vigencia en sus actuales t¨¦rminos concluye el pr¨®ximo mes de septiembre- entran todos los cap¨ªtulos de asuntos econ¨®micos, educativos, culturales, cient¨ªficos, t¨¦cnicos, agr¨ªcolas y de defensa. Constituye en realidad el marco de las relaciones entre ambos pa¨ªses, con evidente importancia en los temas de comercio y defensa.

Siempre en el contexto de lo econ¨®mico, el tratado expone en su articulado ?el com¨²n deseo de favorecer el desarrollo econ¨®mico y la expansi¨®n del comercio? entre ambos pa¨ªses, que procurar¨¢n evitar el desarrollo de un desequilibrio que pueda ser mutuamente perjudicial al conjunto de sus relaciones econ¨®micas. A este fin, los dos Gobiernos procurar¨¢n abstenerse de imponer restricciones?.

La alarmante deterioraci¨®n de la balanza comercial a lo largo de estos ¨²ltimos a?os demuestra que toca a Estados Unidos hacer un gesto hacia Espa?a, eliminando, cuando menos, el sistema de impuesto compensatorio que penaliza actualmente la exportaci¨®n espa?ola hacia EE UU. Ser¨ªa un buen paso pr¨¢ctico para completar el c¨¢ntico, en prode la democracia.

Durante el a?o 1980, Espa?a vendi¨® a EE U U por valor de 1.214 millones de d¨®lares y compr¨® por 3.336 millones de d¨®lares. El balance arroja un d¨¦ficit de 2.112 millones de d¨®lares en perjuic¨ªo de Espa?a, con un ¨ªndice de cobertura inferior al 25% (en 1978 era del 50%).

L¨®gico que el descalabro de la balanza comercial con EE UU no se debe s¨®lo a las trabas que pone el Departamento de Comercio norteamericano a las importaciones espa?olas (derechos compensatorios).

El industrial espa?ol ha perdido competitividad ante la revaluaci¨®n de la peseta, la inflaci¨®n superior en relaci¨®n con EE UU y la subida de salarios en Espa?a.

Sin embargo, Washington no da a Espa?a ?el tratado de la naci¨®n m¨¢s amiga?, a pesar de las bases militares estadounidenses en Espa?a, y pone barreras en varios sentidos.

Primero, al no aceptar, de acuerdo con las reglas del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), el sistema de desgravaciones fiscales espa?olas a la exportaci¨®n. Para compensarlas, EEUU coloca impuestos compensatorios (del 2,21% al 3,37%) a todos los productos espa?oles comercializados en EE UU.

Tras la subida en Espa?a del impuesto indirecto de tr¨¢fico de empresas, el Departamento de Comercio estadounidense parece cada vez m¨¢s ?sensible? a los argumentos espa?oles, que presionan para una eliminaci¨®n de los impuestos compensatorios. Pero, como es natural, existen varios procedimientos para solucionarlo. Desde el que permite acelerarlo en unas semanas hasta el que necesita una ?investigaci¨®n? que puede durar meses o a?os.

M¨¢s importante que los derechos compensatorios, que a fin de cuentas representan s¨®lo unos millones de d¨®lares, Estados Unidos discrimina tambi¨¦n al comercio espa?ol en partidas de venta de material militar.

Casi nunca se aplican las cl¨¢usulas concedidas a otros pa¨ªses (no necesariamente miembros de la OTAN), que permiten la recuperaci¨®n para el pa¨ªs comprador de parte del importe del material. Son cl¨¢usulas que cubren hasta el 20% del precio total del contrato, que, en concepto de ?compensaciones?, EE UU se compromete a adquirir en productos del pa¨ªs cliente.

En 1980, Espa?a compr¨® por valor aproximado de cien millones de d¨®lares de material militar a EE UU. Cifra relativamente modesta; pero si en el futuro la modernizaci¨®n del Ej¨¦rcito espa?ol pasa por el incremento de compras de equipo estadounidense, la inclusi¨®n de dichas cl¨¢usulas resultar¨¢ imprescindible. Sobre todo teniendo en cuenta que un solo ejemplar de avi¨®n de caza F-16, de los que Espa?a estudia la adquisici¨®n de un escuadr¨®n, cuesta unos quince millones de d¨®lares.

Compras militares

Otros aspectos importantes en las relaciones Espa?a-EE UU incluidos en el tratado de amistad y cooperaci¨®n son los de cooperaci¨®n cient¨ªfica y cultural.En ninguno de los dos parecen existir serios problemas. Contin¨²a el flujo de cooperaci¨®n t¨¦cnica, sobre todo en materia de energ¨ªa nuclear, donde casi todo el programa de centrales nucleares espa?olas pasa por tecnolog¨ªa nortearnericana.

En el terreno cultural, en un pa¨ªs como Estados Unidos, donde la poblaci¨®n de habla hispana se cifra en unos veintid¨®s millones (en untotal de 226 millones), el tratado bilateral facilit¨® doce millones de d¨®lares en cinco a?os para incremento de actividades culturales.

Becas para profesores espa?oles en EE UU, ayudas para estudiantes y diversas actividades para la difusi¨®n de la cultura espa?ola en EE UU son el eje del programa deayuda cultural que medios espa?oles consideran deberia mejorar.