Los objetivos de la OMS para el a?o 2000 implican la transformaci¨®n de la estructura m¨¦dica
Todos los a?os, el 7 de abril, como hoy, se celebra el D¨ªa Mundial de la Salud, en conmemoraci¨®n de la entrada en vigor en 1948 de la constituci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Por ser la salud un factor masivo, din¨¢mico, que ata?e a todos y cada uno de los habitantes de este mundo, y, en esa medida, una disciplina costosa, delicada y compleja, tal como ha sido concebida hasta ahora, se ha llegado a la conclusi¨®n, en base a la racionalizaci¨®n de las experiencias recogidas en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas especialmente, que, a pesar de que existe una falta aparente de recursos, la soluci¨®n reside en una ?transformaci¨®n radical de la tecnoestructura m¨¦dica, una m¨¢s grande autorresponsabilidad de las naciones y de las comunidades y en una redefinici¨®n de lo que se entiende por salud?.
Con esta misma ¨®ptica se afirma: ?La salud es considerada pr¨¢cticamente como un bien de consumo que se puede adquirir en un supermercado. Se aporta el dinero y la enfermedad al m¨¦dico, y ¨¦ste, a cambio, receta un medicamento. Esta importancia excesiva dada a la medicina curativa ha creado un sistema de tratamiento tecnocr¨¢tico de la salud que la mayor¨ªa de la gente no se puede permitir, incluso a veces en los pa¨ªses ricos, y que minimiza el papel que cada individuo debe asumir en el mantenimiento de su propia salud?.El doctor Halfdan Mahler, director general de la OMS, se pregunta: ??C¨®mo podemos hablar de progreso si en ciertos pa¨ªses de Africa un reci¨¦n nacido tiene s¨®lo un 50% de posibilidades de llegar a la adolescencia, si los cuatro quintos de la poblaci¨®n del globo, viviendo en tugurios y en zonas rurales, no tienen acceso a ninguna forma organizada de atenci¨®n de la salud, si una persona solamente de cada tres en los pa¨ªses en desarrollo se benefician de agua sin peligros y de un saneamiento adecuado??.
A un problema masivo, una respuesta sociom¨¦dica revolucionaria: ?Salud para todos de aqu¨ª al a?o 2000? (lema de este D¨ªa Mundial de la Salud), en base a la creaci¨®n y desarrollo de las infraestructuras de la denominada atenci¨®n primaria de la salud, que no ha dejado de provocar m¨²ltiples reacciones en las fortalezas de la medicina cl¨¢sica y en el seno del establishment m¨¦dico.
En todo caso, un hecho que parece indiscutible marca la necesidad de buscar nuevos cauces: la demostrada ineficacia, especialmente en el Tercer Mundo, de las estructuras sanitarias cl¨¢sicas, que s¨®lo favorecen a las minor¨ªas, y, por otra parte, los resultados modestos, pero positivos, que se est¨¢n obteniendo en peque?as comunidades donde se comienzan a aplicar sectorialmente los principios de la ?atenci¨®n primaria de la salud?.
Definir que es la salud
En la Conferencia Internacional de Alma-Ata (URSS), en 1978, sobre la atenci¨®n primaria de la salud se define como ?atenci¨®n primaria?, conteniendo un m¨ªnimo de elementos, los siguientes: una educaci¨®n sanitaria que abarque los problemas de salud que se producen a nivel comunitario, con los m¨¦todos de previsi¨®n y de lucha aplicables, promoci¨®n de buenas condiciones alimentarias y nutricionales, aprovisionamiento suficiente de agua sana y de medidas de saneamiento de base, protecci¨®n materna e infantil (comprendida la planificaci¨®n familiar), vacunaci¨®n contra las grandes endemias infecciosas, prevenci¨®n y control de endemias locales, tratamiento de enfermedades y lesiones corrientes y el suministro de medicamentos esenciales. (Con respecto a esto ¨²ltimo, cabe recordar que la OMS confeccion¨® una lista de doscientos medicamentos b¨¢sicos que cubren gran parte del espectro de enfermedades y que en su oportunidad provoc¨® una virulenta reacci¨®n de las multinacionales de la farmacopea, que producen miles y miles de medicamentos en base a las mismas o similares sustancias qu¨ªmicas, pero con distintos nombres sometidos a las m¨¢s diversas estrategias publicitarias, de las cuales se valen para disputarse el mercado consumidor.)El apoyo de los servicios m¨¦dicos, por ejemplo, no es considerado necesario en esta nueva pol¨ªtica sanitaria m¨¢s que en los casos que exigen de conocimientos especiales, y, en cambio, se recurre a las capacidades potenciales de las comunidades para atacar las ra¨ªces mismas de las enfermedades, como es el caso de la nutrici¨®n deficiente, los problemas de higiene, el agua no potable, los alojamientos inadecuados, problemas que no resuelve la tecnoestructura m¨¦dica.
Prudentes esperanzas
En un documento de la OMS se advierte que, a pesar del entusiasmo suscitado por la noci¨®n de ?salud para todos?, nadie hace pron¨®sticos de un optimismo delirante. Las esperanzas se plantean en un marco de prudencia.La Asamblea Mundial de la Salud del a?o 1977, con la participaci¨®n de sus 155 Estados miembros, al definir este ambicioso proyecto, declar¨® que el principal objetivo social para los dos decenios hasta el a?o 2000 deber¨ªa ser ?hacer acceder a todos los habitantes del mundo a un nivel de salud que les permitiera llevar una vida social y econ¨®micamente productiva?.
El proyecto fue aprobado en un clima de preocupaci¨®n y optimismo. La preocupaci¨®n tuvo su origen en el hecho de que, a pesar de los esfuerzos nacionales, bilaterales e internacionales, la salud de la mayor¨ªa de los habitantes del mundo es insuficiente.
En trabajos publicados por colaboradores de la propia OMS salen a la luz inquietudes que prev¨¦n problemas extrasanitarios en la, implantaci¨®n de este proyecto. Se habla de un ?inevitable conflicto de fuerzas sociales?. La oposici¨®n vendr¨¢ probablemente -se dice- de los que tienen acceso a los servicios de salud en las zonas urbanas y de los que la dispensan. ?Estos dos grupos sacan ventajas de la forma en que los fondos est¨¢n actualmente distribuidos: los primeros, en tanto que consumidores de un nivel elevado de atenci¨®n m¨¦dica, y los segundos, en tanto que procuradores de un bien de consumo: la atenci¨®n m¨¦dica?.
Con motivo de la celebraci¨®n hoy en Espa?a del D¨ªa Mundial de la Salud, se celebrar¨¢ una mesa redonda en la sede de la Secretar¨ªa de Estado para la Sanidad, presidida por el secretario de Estado para la Salud, Luis S¨¢nchez Harguindey.
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